Lo que le gusta y lo que le pica a la gente de nuestros pueblos (*)

(Publicado originalmente el 19 de julio de 1986, en el suplemento Domingo en Especial del Listín Diario)

Pese a que en la población dominicana existe mucha homogeneidad cultural, cada región tiene sus peculiaridades. Son visibles las diferencias, por ejemplo, entre un sureño acentuado y uno del Cibao adentro. Lo mismo sucede con un samanense y un románense.

Profundizando un poco, se advierten otras características, ya entre la gente de una misma provincia. Y bajo ese contexto, entre la gente de las ciudades y los campos.

Moca, provincia Espaillat.

Con el paso del tiempo, se cimentan costumbres, orgullos y calificativos, que unas veces son despectivos y otras veces laudatorios. Por ejemplo, a los banilejos les dicen “siembra hielo”. A los mócanos “hinchaítos”.A los sanjuaneros “barrigaverde”. Y así por el estilo, el tiempo ha cimentado motes de mal gusto para gente de muchos pueblos.

Pero en muchos casos, se cimentan expresiones de reconocimiento de algunas virtudes o valores, o que simplemente, resultan del agrado de los residentes.

A los francomacorisanos se les dice que son guapos, cosa que les agrada mucho. Igualmente sucede con los veganos, de quien se dice que son “gente culta”. Los propios banilejos son conocidos como austeros o buenos administradores. Los azuanos no se ofenden cuando se les llama “tirapiedras”, porque se ha dicho que eso viene de sus recursos defensivos en tiempos de guerra en nuestra historia. Y a los mismos mócanos les gusta que les digan “mata presidentes”, porque además de que lo han hecho más de una vez, es un reconocimiento de valentía y arrojo.

En otro orden, hay cosas que identifican provincias, como el coco y el pescado a los samanenses.

El mabí a los seybanos.

El plátano a los barahoneros.

El chivo a los linieros.

El casabe a los moncioneros.

La naranja a los higüeyanos.

El dulce a los payeros.

El cangrejo a los petromacorisanos

El chicharrón a los de Villa Mella.

Los vegetales a los constanceros.

Las uvas a los neyberos.

Los roquetes a los sancristoberos.

Es tanto lo que hay que decir sobre lo propio y las características de nuestros pueblos, que no basta un solo número de Domingo en Especial. Esto obliga a continuar con el tema y a la aceptación de informaciones y datos.

Nuestro ánimo es conocer y decir las realidades sin ninguna intención de ofender, ni de crear polémicas regionalistas.

*[Esta publicación es parte del Proyecto por la Memoria Histórica Raúl Pérez Peña (Bacho), auspiciado por sus hijos Juan Miguel, Amaury y Amín Pérez Vargas].