El 25,4% de las personas mayores depende exclusivamente de su trabajo, el 49% del ingreso de otros miembros del hogar, y solo un 11,3% viven de su pensión. El sistema de pensión genera una alta exclusión, en especial de los trabajadores por cuenta propia y de las personas más vulnerables.
Esta información está contenida en el informe reciente de la CEPAL Avances y desafíos en la implementación del sistema de pensiones no contributivo en la República Dominicana. Un aporte certero, actualizado y valioso para las autoridades nacionales y para los estudiosos del Sistema Dominicano de Pensiones.
“Las desigualdades en la cobertura responden, entre otros factores, a las que se generan en el mercado de trabajo. En el caso de RD, esta situación afecta especialmente a los hogares más vulnerables y en particular a las mujeres, cuya participación es 4,8 puntos porcentuales inferior a la de hombres (12,4% las mujeres en comparación con el 17,2% de los hombres).
En 2022, la pensión promedio de los sistemas de reparto fue de 18.228 pesos (331 dólares). En hogares del quintil de menores ingresos fue de 10.231 pesos (186 dólares), mientras que los pensionados del quintil más rico más que duplican (2,7 veces, 27.657), 503 dólares a la pensión promedio del quintil más pobre.
Esta situación plantea una mayor vulnerabilidad para los quintiles de menores ingresos frente a posibles shocks externos o aumentos de precios, no solo en términos de cobertura sino también de suficiencia de las prestaciones recibidas. La superación de la pobreza implica una pensión suficiente y un seguro médico que minimice el gasto de bolsillo.
La cobertura inicial en 2019 era de 0,1% de las personas de 60 años y más, y hasta septiembre de 2023 alcanzaba un 2,8%, aumentando así en 5 veces. El gasto público en Pensiones Solidarias pasó del 0,009% del PIB en 2020 al 0,036% en 2023, un aumento sostenido, pero todavía una pequeña proporción y bajo en relación al gasto promedio regional.
Desde 2019 el valor de la Pensión Solidaria ha sido de 6,000 pesos dominicanos (117,1 dólares), pero ha perdido su valor al mantenerse congelado. Mientras en el 2019 representó el 47,4% del salario mínimo cotizable promedio, al 2023 había bajado al 33,4%, una pérdida de 14 puntos porcentuales.
Cabe destacar que la Pensión Solidaria era superior a la línea de pobreza hasta el año 2021. Desde 2022 se observa una disminución significativa en el nivel de suficiencia y en el objetivo de avanzar en la erradicación de la pobreza en la vejez, así lo señala el informe de la CEPAL, aunque difiere de declaraciones oficiales.
Cabe destacar que la Pensión Solidaria era superior a la línea de pobreza hasta el año 2021. Desde 2022 se observa una disminución significativa en el nivel de suficiencia y en el objetivo de avanzar en la erradicación de la pobreza en la vejez, siempre de acuerdo al referido informe de la CEPAL.
El informe destaca que la asignación de la Pensión Solidaria involucra cuatro procesos y a 9 instituciones distintas coordinados a través del CNSS. Ante tanta burocracia, se recomienda reducir la cantidad de formularios, para simplificar la solicitud y el acceso a las prestaciones.
Una más rápida expansión de las Pensiones Solidarias, (no contributivas) reduciría la pobreza y la vulnerabilidad entre las personas de 65 años y más. El 2,8% de las personas de 60 años y más al 25% de esta población, podría reducir en 6,5 puntos porcentuales la pobreza y en 1,6 puntos porcentuales la pobreza extrema de las personas de 60 años y más. El costo total llegaría al 0,45% del PIB, nada del otro mundo.
Nuestro país ha recorrido una importante trayectoria previsional. A veinte años de implementación del nuevo régimen contributivo se ha expandido su cobertura, pero permanece todavía en niveles muy bajos con importantes desafíos para cubrir a todas las personas y para prevenir la pobreza de su población en la vejez.
El informe de la CEPAL destaca que la expansión del Régimen Subsidiado es viable, tanto desde la dimensión institucional como financiera, y su aumento de cobertura permitiría avanzar en la construcción de un sistema de pensiones no contributivo universal, integral, sostenible y resiliente en República Dominicana.