Ubicado en el corazón del sector Gazcue, y visitado por centenares de padres residentes en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, que tienen el anhelo y el sueño de lograr que sus hijos estudien en sus aulas, el Liceo Escuela Nuestra Señora del Carmen constituye una escuela pública modelo. Este centro educativo no es el único en el país que puede exhibir -con orgullo- la calidad de su enseñanza. Está eficientemente dirigido y administrado por las Hermanas Carmelitas.

Es notoria la cantidad de hijos de profesores y empleados de la UASD -incluyendo mis tres hijos- que ha estudiado en el Liceo Escuela Nuestra Señora del Carmen. De igual forma, también, históricamente, muchos de los hijos de los técnicos del Ministerio de Educación han tenido esa oportunidad de estudiar en ese centro de enseñanza. En la actualidad, tiene 769 estudiantes.

Este prestigioso centro educativo está ubicado en la calle Juan Sánchez Ramírez # 23, haciendo esquina con las calles Cayetano Rodríguez y Pedro Ignacio Espaillat, del sector Gazcue, en el Distrito Nacional. En sus orígenes fue una propiedad particular o privada que se convirtió en pública. Es un ejemplo vivo de que lo público, cuando es bien administrado y tiene una buena gerencia, al servicio del bien común, funciona en cualquier lugar del mundo.

Si tuviéramos que mencionar todas las instituciones preuniversitarias modelos, públicas y privadas, que no es el caso que nos ocupa en este trabajo, empezaríamos mencionando el Liceo Experimental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), allí donde tuve el honroso privilegio de recibir práctica docente con la maestra Ivelisse Prats Ramírez de Pérez.

Es importante aclarar y destacar que los centros educativos modelos no son privativos de la ciudad capital. En cada provincia del país, sin que categoricemos o hagamos taxonomía, podemos encontrarlos. Bastaría con poner pie en la tierra de San Cristóbal, para encontrarnos con uno de los más formidables modelos de educación del nivel preuniversitario. Estas escuelas tienen décadas formando a nuestros jóvenes con los más altos estándares de calidad en el país y con las competencias necesarias para alcanzar el éxito.

Después de haber participado en una impresionante actividad de fin de año escolar, que realizó el Liceo Escuela Nuestra Señora del Carmen, me decidí a escribir, como reconocimiento público, este artículo sobre la labor educativa de este centro de estudios. Y no podía escribirlo sin entrevistar a su directora, la hermana Niurka.

Cuando se habla con la hermana Niurka y se pone atención a cada palabra que ella pronuncia, nos damos cuenta de que estamos frente a una persona objetiva de pensamiento rápido y matemático, cuyo mensaje es preciso y sin rodeos. Se destaca su autoridad y claridad en los objetivos educativos de su centro. Su pasión no se expresa en un torrente de palabras vacías, sino en la reafirmación de la necesidad de ejecutar bien las tareas pendientes. Su lema: "hacer lo que nos gusta y entregar el corazón".

La hermana Niurka es reiterativa en la necesidad de que los padres tengan una activa y efectiva participación en la educación de sus hijos y que sean, además, miembros de la Asociación de Padres del Liceo Escuela Nuestra Señora del Carmen. Se siente orgullosa de las buenas prácticas de la escuela y consciente de que el liderazgo debe estar sustentado en valores. En sus ojos refleja la alegría del éxito alcanzado por los egresados de su centro educativo, mostrándome la relación de muchos de ellos y las posiciones que ocupan como altos funcionarios y gerentes, dentro y fuera del país.