La Fuerza del Pueblo (FP), del expresidente, Leonel Fernández, inició un infundado maratón de denuncias electorales contra el presidente y candidato, Luis Abinader, el Partido Revolucionario Modernos (PRM), la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Estos ataques, a un mes de las elecciones municipales, tienen el propósito de generar una percepción de competencia, en momento en que el expresidente Fernández y su partido se mantienen estancados en un 24 por ciento de intención de voto de los electores.

Para su primer ataque de esta semana la FP utilizó como arma un error que cometió un chofer en Azua, el cual,desconociendo que estaba prohibido, intentó estacionar un vehículo rotulado con propaganda política en un recinto militar.

A pesar de que el camión nunca fue estacionado en el recinto y de que, además, se retiró inmediatamente,alguien de la oposición lo grabó cuando se alejaba del lugar, lo que fue más que suficiente para que los leonelistas crearan un escándalo de tal proporción que trataron de involucrar, temerariamente, a los militares en la campaña política.

Dos días después, cumpliendo con su cronograma de ataques desesperados, los leonelistas hicieron la descarada denuncia de que el PRM estaban intercambiando bonos por votos.

Tratándose de una denuncia electorera, como es de suponerse, este nuevo ataque no está fundamentado en ninguna prueba.

Con anterioridad los ataques de la frustrada organización política del expresidente, Leonel Fernández, apuntaron a la JCE y, más recientemente, fueron dirigidos contra el TSE.

Quienes tratan, infructuosamente, de igualar al PRM con su mala conducta electoral cuando gobernaron, calcularon mal al subestimar la memoria del pueblo dominicano, que recuerda el proceso electoral del 2008, cuyo uso desenfrenado de los recursos públicos se inició en las primarias internas del PLD, ganadas por Leonel Fernández, quien fue acusado por el expresidente, Danilo Medina, de haber utilizado en la precampaña recursos del Estado ilimitados, con la tristemente recordada frase: “Me venció el Estado”.

Más improbable es olvidar la campaña electoral del 2012, en la que el gobierno del PLD, encabezado por Leonel Fernández, se usaron tantos recursos del Estado para derrotar al expresidente, Hipólito Mejía, que provocó el más grande déficit fiscal, como señala Participación Ciudadana a continuación: “El 4 de octubre el país recibió sorprendido el anuncio de parte del gobierno de que el déficit fiscal del sector público consolidado terminaría el año 2012 en 187 mil millones de pesos, es decir un 8% del PIB. Posteriormente el FMI informó que sería aún mayor, de cerca de un 8.5 % del PIB, rondando los 196 mil millones de pesos. En palabras del Director de la DGII, se trataba del mayor déficit fiscal en toda la historia del país desde que se llevan registros”.

Producto de la falta de transparencia y equidad en las elecciones, el informe comparativo de The Electoral Integrity Proyect, bajo la dirección de la destacada profesora de la Universidad de Harvard, Pippa Norris, y patrocinado por las universidades de Sydney y de Harvard, referente a 213 elecciones nacionales que tuvieron lugar en 153 países, desde el 2012 hasta junio del 2016, la República Dominicana, con un 44 por ciento, ocupó el penúltimo lugar de las 27 naciones de América que realizaron comicios durante el referido período.

Lo anterior desnuda la práctica contraria a la ética y la integridad electoral del partido y los gobiernos del candidato de FP, Leonel Fernández, y motiva, a la vez, al presidente, Luis Abinader, y al PRM, a continuar contribuyendo con la integridad de las elecciones del 2024.