Aunque el excepcional mes de febrero, de 28 días o 29 en los años bisiestos, fue dedicado en la antigua Roma a Februus o Plutón, el dios de los muertos, conviene aclarar que el temor al que se hace referencia en el presente artículo no guarda relación alguna con su origen mitológico, como tampoco con el hecho de que haya sido bautizado en la R.D. como el Mes de la Patria y en todo el mundo como el Mes del Amor y la Amistad.
El temor a febrero del tres veces presidente de la República, Leonel Fernández, se debe a que es el mes consagrado en el artículo 209 de la Constitución Política para la elección de las autoridades municipales, de modo separado e independiente de las presidenciales y las legislativas.
Hasta la Constitución del 2010 las elecciones estuvieron separadas por dos años, tiempo más que suficiente para que los resultados de las congresuales y municipales, que se celebraban el mismo día, no incidieran más adelante, de manera significativa, en las presidenciales.
Después de la referida reforma constitucional, producto de un pacto de Leonel Fernández con Miguel Vargas, a causa del corto espacio de tiempo de tres meses que separa las elecciones, los resultados de las municipales, que se celebran el tercer domingo del mes de febrero, cada cuatro años, tienen incidencia en las de presidente, vicepresidente, senadores, diputados y parlamentarios de organismos internacionales, que se llevan a cabo el tercer domingo del mes de mayo.
Como se puede apreciar, las elecciones municipales del próximo 18 de febrero serán un preludio de lo que ocurrirá en las presidenciales y congresuales del 19 de mayo de 2024, lo que aterroriza al líder y candidato de Fuerza del Pueblo y de una parte de los miembros del Partido de la Liberación Dominicana, debido a que su partido todavía en construcción no cuenta con candidatos idóneos para para competir por los 3,849 cargos que estarán en juego, los cuales se dividen en 158 alcaldes, 158 vicealcaldes, 1,164 regidores, 1,164 suplentes de regidores, 235 directores, 235 subdirectores y 735 vocales de distritos municipales.
La mejor muestra del impacto que producen los resultados municipales en las elecciones presidenciales es que en las del 2020, primeras celebradas con el sistema de separación de tres meses, el PRM y aliados obtuvieron 1,705,554 votos, para un 46.99 por ciento, con 82 alcaldes, incluidos el del D.N. y 26 de los 38 municipios más poblados, mientras el PLD y aliados solo alcanzaron 1,417,890 votos, para un 40.49 por ciento, con un total de 65 alcaldes,
En ese orden, el candidato presidencial del PRM y aliados, Luis Abinader, ganó las elecciones en primera vuelta con 2,154,876 votos, equivalentes a un 52.52 por ciento, mientras que el del PLD y aliados, Gonzalo Castillo, solo alcanzó 1,537,041, equivalentes al 37.46 por ciento de los votos y la FP y aliados, Leonel Fernández, 365,230, equivalente al 8.90 por ciento de los votos.
Sin duda, el anuncio del riesgoso y poco esperanzador pacto de Leonel Fernández con el Partido de la Liberación Dominicana estuvo empujado por su fundado temor a una aplastante victoria del Partido Revolucionario Moderno en las elecciones municipales de febrero del 2024.