Hace unos años, mientras asistía a una conferencia dictada por la Doctora Mu-Kien Adriana Sang, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), escuché a la maestra referir que de los ingenieros saber el potencial impacto de la poesía en su obra, todos fueran consagrados lectores de la misma. Con el paso del tiempo he analizado esa referencia desde muchos ángulos y la he referido a relacionados y amigos en otros tantos, convencido de que no hay mayor factor de cambio e influencia que la palabra oportuna, ni elemento cultural más poderoso y hegemónico que el lenguaje.

Desde que tenemos noción histórica ha sido el lenguaje la herramienta principal para nuestra preservación como especie y la garantía de expansión de las normas y costumbres de los vencedores sobre los vencidos. Desde que los griegos heredaron el sistema de escritura de los fenicios en el siglo IX y lo impusieron con las campañas de Alejandro Magno hasta la India (hoy Bharat); ese modelo continúa en la expansión del imperio Romano, hasta llegar a América en las lenguas de tradición latina e incluso en la sociedad moderna de la información

Refiere Noam Chomsky en su “Language and Other Cognitve Systems. What Is Special About Language?”  que contrario a lo que entendía Aristóteles en el sentido de que el lenguaje era “sonido con significado”, todo parece indicar que el lenguaje es significado con sonido; siempre que en la médula del mismo se encuentra un sistema de ideas vinculada al proceso secundario de externalización de tales ideas. Concluyendo Chomsky, en el sentido de que la comunicación, es un caso especial de externalización de las ideas previamente concebidas.

Constituyendo el lenguaje comunicado la herramienta básica para la externalización de las ideas, es de especial interés abordar la interrelación del mismo con algunas áreas del saber. Como profesional del derecho, la importancia del buen manejo de la lengua en el quehacer jurídico ha sido una preocupación constante. Desde los albores de la práctica del derecho, aun antes de que fueran fundadas las primeras escuelas universitarias para formar abogados, la defensa de aquellos necesitados de representación estuvo a cargo de miembros elocuentes de la sociedad, filósofos y oradores con destreza de escudriñar elementos de hecho y exponerlos de forma tan brillante y convincente que sirvieran a los intereses de sus patrocinados.

Movidos por ese interés constante el próximo jueves 25 de enero de 2024, a partir de las 6:30 de la tarde, sostendremos en el marco de la tertulia “Entre Abogados te Veas” una interesante conversación, bajo el título “Lenguaje y Derecho: hacia una Semiótica Legal” con el Dr. José Enrique García; filólogo, escritor y educador de larga data; miembro de la Academia Dominicana de la Lengua y ganador del Premio Nacional de Literatura en tres categorías distintas.

La tertulia tendrá lugar en el local del bar-restaurante Fanático, ubicado en la esquina formada por las calles Cervantes y Josefa Perdomo. Entre Abogados te Veas es una conversación de temas serios, tratados de forma ligera. No es exclusivo para abogados y siempre son bienvenidas las intervenciones que animan la charla desde cualquier área del saber. Si te animas a participar de esta tertulia estoy seguro de que tal como un servidor salió de aquella conferencia de la Dra. Mu-Kien Sang en la UASD, alguna historia-aprendizaje quedará para compartir con otros amigos, durante toda la vida.