Mediante el Decreto 132-23 se estableció el 16 de mayo como el Día Nacional de las Sufragistas en la República Dominicana. ¿Qué fueron las sufragistas y por qué honrarlas?
Cuando las sociedades comenzaron a democratizarse establecieron el derecho al voto para elegir los gobernantes. Ese derecho fue otorgado primero a los hombres, que se consideraban con las capacidades necesarias para poder elegir. Las mujeres eran vista como seres inferiores, incapaces de discernir.
Ante esta realidad, grupos de mujeres en distintos países se organizaron para demandar el derecho al voto. En Estados Unidos se obtuvo en 1920 y en el Reino Unido en 1928. En unos pocos países o territorios se logró antes, y en la mayoría después. En Arabia Saudita las mujeres lo lograron apenas en el 2015.
En la República Dominicana, el derecho al sufragio femenino se estableció en 1942, precedido de esfuerzos para lograrlo de un grupo de mujeres.
Se creó la Acción Feminista Dominicana, impulsada por Abigail Mejía, y también otras mujeres de la época asumieron la causa; entre ellas, Petronila Angélica Góméz, Delia Weber, Ercilia Pepín, Celeste Woss, Aida Cartagena Portalatín, Gladys De los Santos y Amanda Nivar.
A su lucha debemos que hoy las mujeres podamos votar en la República Dominicana, y a las precursoras en otros países debemos que muchas mujeres en el mundo puedan hacerlo. ¡Gracias!
Votar es un derecho fundamental de la democracia, aunque mucha gente lo ignore o denigre. Para las mujeres, que han ido históricamente detrás en la obtención de derechos por el sistema patriarcal, el voto debe ser valorado y ejercido con conciencia.
En la República Dominicana, las mujeres votan actualmente en la misma proporción que los hombres; sin embargo, están subrepresentadas en todos los niveles electivos.
Nunca ha habido una mujer presidenta del país. En el Senado solo 12.5% son mujeres y en la Cámara de Diputados solo el 25%. De 158 alcaldes, solo el 12% son mujeres y de los regidores (donde más mujeres hay) sólo el 32%.
En el importante gabinete ministerial, que el presidente de la República nombra a su discreción, solo hay dos mujeres en un total de 23 ministerios. Una representación pírrica.
Sin duda ha habido avance en la representación de las mujeres en las instancias públicas, pero ese avance es solo en relación con que hace apenas 50 años no había prácticamente mujeres en ninguna instancia. En relación con los hombres estamos todavía lejos de alcanzar igualdad de representación, aunque votemos en la misma proporción y supuestamente tengamos los mismos derechos.
Las sufragistas fueron feministas que recibieron en su momento el rechazo social por atreverse a cuestionar el sistema de exclusión femenina en el derecho al voto. Otras feministas en décadas posteriores lucharon contra viento y marea por la integración de las mujeres a la educación, al mercado laboral, a la representación política y a las decisiones reproductivas.
A todas esas mujeres que se atrevieron a ser feministas en condiciones adversas y a luchar por los derechos que hoy tenemos, debemos emular, o por lo menos, expresar nuestra gratitud.