El domingo 1ro. de octubre, igual que en el 2019, el Partido Revolucionario Moderno utilizará la modalidad de primarias cerradas para seleccionar su candidato o candidata presidencial. Ningún otro mecanismo de elección de candidatos garantiza como las primarias la democracia interna de los partidos.
Por tal motivo, la Dirección Ejecutiva del PRM aprobó la celebración de primarias, una decisión que debe ser ratificada por el Comité Nacional el día 12 de abril, por disposición de los Estatutos.
La escogencia de los candidatos a cargos de elección popular mediante elecciones primarias constituye uno de los grandes aportes del movimiento progresista de los Estados Unidos a la transparencia de los procesos de selección de candidatos a cargos de elección popular.
Cuando surgió el progresismo, entre los años 1890 y 1914, el sistema de partidos de los Estados Unidos se encontraba afectado por una profunda corrupción, a tal extremo que la mayoría de las candidaturas, sobre todo las de senadores, se vendían como mercancía.
El control de las élites partidarias sobre las candidaturas, las cuales eran legitimadas en los caucus, les permitía disponer libremente de ellas, lo que sirvió de motivo para la instauración de las elecciones primarias en Minnesota, el año 1889, en el nivel estatal, y en el 1901, en Florida, en el presidencial, constituyéndose las primarias, desde ese momento, en el instrumento de salvación del sistema de partidos en los Estados Unidos.
Las primarias pueden ser: 1) abiertas, en las cuales los electores, sin importar su afiliación, pueden participar en las elecciones de cualquiera de los partidos; 2) cerradas, en las que los electores únicamente pueden votar por el partido en que se encuentran registrados; 3) semicerradas, en las que los afiliados solo pueden votar en las primarias del partido al cual pertenecen, pero los no afiliados a ningún partido pueden votar, sin necesidad de afiliarse, en las primarias de uno cualquiera de los partidos.
Cuando un partido decide utilizar la modalidad de primarias pone en manos de la Junta Central Electoral la responsabilidad de reglamentarlas, organizarlas, administrarlas, supervisarlas y arbitrarlas. En cambio, cuando decide escoger sus candidatos mediante una modalidad distinta a las primarias, le corresponde al partido organizarla y a la JCE supervisarla y fiscalizarla.
Finalmente, es propicia la ocasión para destacar las consideraciones favorables a las primarias, externadas en la Enciclopedia Electoral ACE, a saber: 1) las elecciones primarias ayudan a los partidos políticos a seleccionar a los candidatos con mayores probabilidades de ganar una elección, mediante una consulta a un gran número de electores que probablemente votarán por ellos, 2) promueven un proceso democrático antes de que se lleven a cabo las elecciones generales, 3) confieren a los candidatos un claro mandato y legitimidad toda vez que la decisión ha sido tomada por los afiliados al partido y no sólo por sus dirigentes, 4) otorgan a los partidos, a sus candidatos e incluso a sus propuestas una gran visibilidad pública, 5) confieren una gran capacidad de decisión a los afiliados ordinarios y los involucran en la estrategia y decisiones claves del partido, y 6) ayudan a los afiliados a sobreponerse a élites partidistas poco populares.