El sábado por la tarde en el país se levantó un avispero cuando medios locales se hicieron eco de una información que ofreció el periódico Boston Globe en donde se afirmaba que César el abusador fue quien mandó a asesinar al pelotero David Ortiz.
Como se recordará, aparte de la investigación que hizo el Ministerio Público, David mandó a hacer su propia investigación particular y para ello contrató a un investigador llamado Ed Davis y un ex agente de la CIA llamado Ric Prado.
Como me gusta ir a la fuente descargué el documento del Boston Globe (7 páginas en total) y no encontré allí nada que me convenciera y paso a explicar.
Según se revela en esta investigación las razones por las que César el abusador decide disponer de la vida de David son totalmente aéreas, ingenuas y confusas.
Lo que hay son especulaciones sobre que quizá César se había sentido celoso porque David tenía más notoriedad que él. Incluso que David vivía en la misma torre que el abusador y que la gente la identificaba como la torre del Big Papi.
Se señala que David frecuentaba algunos de los bares de César el abusador y que la gente quería tomarse fotos con él, donde quiera que llegaba el jugador era una celebridad y que, posiblemente, el abusador también se molestara por eso. Incluso llegan a alegar que quizá como el abusador era más pequeño que David en cuestión de estatura pudo haber sentido envidia de alguien que le superaba en todo.
Descartan los líos de faldas como motivación, sin embargo, dicen que quizás alguna mujer del abusador pudo haber coqueteado con David y esto lo podía haber molestado. Sobre la razón de por qué no habían revelado esta información antes dicen que no querían hacerlo hasta que el abusador estuviera en cárcel estadounidense.
Además, algunos de los señalados como autores materiales pertenecían a una peligrosa banda criminal llamada los Trinitarios y temían que esas personas pudiesen atentar de nuevo contra David. Como el abusador está en una cárcel de Puerto Rico y los de la banda criminal algunos están presos y otros murieron, se atrevieron a ofrecer la información.
Extraña que, ante esos resultados, David reaccionara como si no lo supiera diciendo que se siente frustrado y decepcionado. ¿Después de tres años? ¿Acaso alguien va a creer que él no sabía todo eso?
También se dice que Jean Alain llamó a David para que legitimara la versión del Ministerio Público de que se trató de una confusión, pero los abogados del exprocurador realizaron ayer una rueda de prensa donde desmintieron esa aseveración.
Dijeron que precisamente Ed Davis le sugirió a David decir que la investigación coincidía con la de ellos. Entonces alguien aquí miente. Además los abogados de Jean Alain dicen que él no era investigador y que quien le lleva el informe es el ex director de la policía Ney Aldrin Batista.
Esta situación lo que genera es más preguntas que certezas. Por ejemplo: ¿por qué sacar a colación esto tres años después? ¿Por qué las razones que se ofrecen son meras especulaciones? ¿Si no iban a hablar con claridad para qué tirar a rodar esa bola?
Quizá deberían terminar de decir la verdad porque hasta los Estados Unidos están comenzando a parecerse a nosotros cuando de proteger y mentir se trata.