La semana pasada el tema de todos los medios fue el lanzamiento de la canción que hiciera la cantante Shakira como una especie de desahogo con relación a la ruptura de su expareja Gerard Piqué.
El tema generó un aluvión de comentarios que mediaban entre las críticas y la aprobación, aunque debo decir que la mayoría han sido críticas negativas donde se le cuestiona a la artista no haberse comportado a la altura que se supone debería tener una persona de su nivel.
La misma artista se expresó supuestamente conmovida y sorprendida por el impacto que había generado su canción y en su cuenta de Instagram escribió lo siguiente:
“Lo que para mí era una catarsis y un desahogo jamás pensé que llegaría directo al número uno del mundo a mis 45 años y en español. Quiero abrazar a las millones de mujeres que se sublevan ante los que nos hacen sentir insignificantes. Mujeres que defienden lo que sienten y piensan, y alzan la mano cuando no están de acuerdo, aunque otros levanten las cejas. Ellas son mi inspiración. Y este logro no es mío, sino de todas. Hemos de levantarnos 70 veces 7. No como nos lo ordena la sociedad, sino de la manera que se nos ocurra, la que nos sirva para salir adelante por nuestros hijos, nuestros padres y por aquellos que nos necesitan y esperan de nosotras”.
¿Y saben qué? Hoy les digo a las mujeres: “sean como Shakira”, la ex que saca todo su dolor convertido en arte, la que enuncia todo lo que sobrevivió, la que no olvida todo lo que le hicieron porque no lo va a tolerar de nuevo. Las mujeres están tan adoctrinadas que les privan hasta de expresar su dolor.
Hasta esa parte yo estoy de acuerdo, pero hay otra parte que posiblemente mucha gente no advierte y es con la que no comulgo. Los artistas no siempre ven la realidad como la vemos el común de los mortales y procuran sacar provecho económico a cada dimensión de la vida, aun sea el sufrimiento o la alegría.
Si bien esto ha sido un desahogo, como lo denominó, también es cierto que, por la proyección que lleva el tema, romperá récords de reproducciones en las plataformas digitales y su mejor recompensa será justamente esa.
Invito a las mujeres a ser como Shakira, pero no en todo.