Las muertes de Miriam Pinedo y Maximiliano Gómez repercutieron de manera sangrienta en las calles de la ciudad de Nueva York, refugio de algunos exiliados dominicanos durante los “doce años de Balaguer”, entre ellos algunos de los sindicados como participantes en los referidos asesinatos de Bruselas.
El rastro sombrío de aquellas muertes se extendió cargado de intrigas y acusaciones. El lúgubre incidente de Bélgica marcó de manera directa a Héctor Aristy y a dirigentes de su Movimiento Revolucionario 24 de Abril. La confusión, provocada con el aparente propósito de encubrir los verdaderos responsables de los crímenes, se reflejó en las calles del alto Manhattan con enfrentamientos armados que han quedado olvidados en el tiempo.
En sectores de la izquierda dominicana se tiene como verdad indiscutible, que tanto Maximiliano Gómez como Miriam Pinedo fueron muertos por miembros de los servicios de inteligencia criollos y extra nacionales, que se entiende lograron contactar a emepedeistas radicados en París y Bélgica, para ponerle fin a la vida de El Moreno. Los militantes del MPD que así actuaron, implicaron en el luctuoso hecho a Miriam Pinedo, viuda de Otto Morales, secretario general del MPD asesinado en 1970.
Sin embargo, todavía en el 2024 nadie ha podido demostrar con pruebas irrefutables que la viuda de Otto Morales tuviera participación directa en el horrendo hecho, aunque secuestrada por compañeros de partido, se le hizo grabar en cinta magnetofónica un testimonio en el que se auto inculpaba y de paso señaló a militantes del Moviente Revolucionario 24 de Abril, liderado por Héctor Aristy, de ser los principales responsables del crimen contra El Moreno. Posteriormente, en diciembre de 1971, la señora Pinedo fue secuestrada y asesinada por miembros del MPD en Europa. Su cuerpo descuartizado fue esparcido por las calles de Bruselas, en una operación que hace pensar en silencio y encubrimiento al estilo de la mafia italiana.
Años después, fruto de una investigación que pareció no tener fin, la dirección del Movimiento Popular Dominicano pudo llegar a la conclusión de que, los que forzaron la referida grabación fueron los verdaderos asesinos de Gómez; además de ser los responsables directos de la muerte de la señora Pinedo. Consecuencia de la investigación que se estaba realizando, varios emepedeistas fueron expulsados del referido partido, otros reintegrados en la agrupación o pasaron a la clandestinidad y se dice cambiaron imagen física y nombres. Por igual, un reducido grupo buscó refugio en ciudades de Europa, Canadá y Nueva York.
Por otro lado, la cinta grabada con el forzado testimonio, parece que desapareció para siempre. Sin embargo, varios de los emepedeistas consultados, entienden que las muertes ejecutadas en Bélgica fueron responsabilidad de varios militantes del MPD, encabezados por Manolo Plata.
Resulta curioso que, como responsables de los crímenes, aparecieran señaladas personas de diferentes tendencias políticas de izquierda, entre ellos varios miembros del MPD, uno del Partido Comunista de la Republica Dominicana (Pacoredo), y algunos dirigentes del Movimiento Revolucionario 24 de Abril que dirigía Aristy. Este último, al parecer se había convertido en Paris en protector de exiliados políticos, a los que suplía recursos económicos para que sobrevivieran en Francia.
Durante los meses de 1970 y 1971, el líder del 24 de Abril había logrado un acercamiento con el MPD y con Maximiliano Gómez y se hablaba de una posible alianza del Movimiento Popular Dominicano y su agrupación política. Pero, en todo el proceso relacionado con los vínculos del líder emepedeista y Aristy, asomaron los celos y sospechas. De hecho, tanto Manolo Plata y sus más cercanos colaboradores en Paris, así como Máximo López Molina, antiguo líder del MPD, hicieron conocer su rechazo a la agrupación de Aristy.
Desde principios de 1972, dirigentes del MPD, entre los que se encontraban Roberto Matos Vallejo y Manolo Plata, encabezaron las imputaciones contra Héctor Aristy y sus compañeros de partido. Los inculpados rechazaron las acusaciones lanzadas contra el Chino Ramos Peguero, Cesar Rojas y Eleazar Montas. Posteriormente, entre octubre de 1974 y enero de 1975, la dirigencia del MPD en territorio dominicano, luego de investigar los asesinatos, exculparon a los miembros del Movimiento Revolucionario 24 de Abril de ser los responsables de cometer el hecho. (Véase: Documento sobre las muertes de El Moreno y Miriam Pinedo. En: Archivo personal de Cucuyo Báez. Archivo General dela Nación).
Sin embargo, un año antes, a mediados de 1973, cuatro personas residentes en la ciudad de Nueva York fueron asesinadas de manera sospechosa; todas relacionadas con grupos de izquierda, entre ellos Cesar Rojas que en 1972 había sido acusado por Manolo Plata, de ser uno de los principales en la muerte de Maximiliano Gómez.
En 1973 asesinatos de Bruselas repercutieron en Nueva York
En 1973, fruto de la situación creada en torno a las muertes de Miriam Pinedo y Maximiliano Gómez, muchos de los exiliados buscaron refugios en otras naciones, como aconteció con integrantes del 24 de Abril que residieron en París en el período 1971-1972. Entre los asesinados en la urbe neoyorquina se encontraba Cesar Rojas, que de acuerdo a la policía de Nueva York había ingresado a Estados Unidos a principios de 1973.
Cesar Rojas, al igual que otros señalados como izquierdistas, se enfrascaron en una especie de venganza política en la que resultaron muertas de manera sospechosa, varios residentes en el alto Manhattan. Cesar Rojas murió el 22 de mayo mientras se encontraba tomando tragos en un restaurante de la zona en la que residía. Un día después de la muerte de Rojas, el MPD se disponía a conmemorar el asesinato de Maximiliano Gómez acaecido el 23 de mayo de 1971 en Bruselas.
Las sospechosas muertes de Cesar Rojas y varios de sus amigos en la ciudad de Nueva York, desató una vendetta, creando un ambiente de tensión en la comunidad dominicana. La prensa del país reseñó los enfrentamientos llegando el periódico Ultima Hora a titular la edición del 8 de junio, indicando que comunistas criollos habían tomado las calles de Nueva York como campo de lucha a muerte: “Una oleada de muertes violentas en la parte norte de Manhattan ha sido vinculada por la Policía con las actividades de lo que ellos califican de violentos revolucionarios de la Republica Dominicana. Los investigadores dijeron ayer que la violencia, que según ellos creen se retrotrae a la muerte de hace tres años, en Bruselas, de Maximiliano Gómez (…). Desde el 22 de mayo, otros tres hombres a quienes se cree miembros del MPD han sido baleados y muertos. Un cuarto resulto herido, y un hombre que supuestamente era un pistolero opuesto al MPD fue muerto a tiros.
“La Policía dijo que tres de los hombres muertos se contaban entre los 20 excarcelados y enviados al exilio desde la Republica Dominicana en 1971 a cambio de un agregado militar norteamericano (…). Uno de ellos, posiblemente, era un agente doble. (…). El 22 de mayo Luis Cesar Rojas y Ángel Concepción, de 34 y 27 años respectivamente, ambos dominicanos, fueron baleados en un bar en la zona de Washington Heights. (…). El hombre que se cree fue uno de los verdugos en el tiroteo del bar, Manuel Gómez, fue muerto a tiros el 4 de junio fuera de su casa en “Washington Heights, por tres hombres desde un vehículo que pasaba. (…). La Policía cree que Rojas llegó aquí desde Francia hace dos o tres meses”.
Por igual, el periódico El Nacional del 10 de julio insertó un comunicado en el que una veintena de asociaciones comunitarias vinculadas a los dominicanos residentes en Nueva York, llamaban a la “unificación total” de los criollos; también el referido diario difundió la noticia firmada por Luis E. Fernández, el 21 de junio, de que un ex oficial y agentes de Balaguer estaban laborando para dividir a los nacionales residentes en la “gran manzana”, con “las misiones de dividir el grupo izquierdista y destruirlo”.
Por igual, destaco El Nacional, que detectives del quinto escuadrón de homicidios estimaban que los asesinatos tenían motivaciones políticas: “Todo el problema comenzó con el asesinato de Cesar Rojas el 22 de mayo en el bar Zombie. Esto lo motivó, de acuerdo a la versión policial dada por el periódico, que se entablara una “refriega sangrienta entre dos facciones del izquierdista Movimiento Popular Dominicano”.
En medio de la refriega que supuestamente enfrentaba a los revolucionarios dominicanos, la Línea Roja del 14 de Junio, Voz Proletaria y la seccionar del Movimiento Popular Dominicano de Nueva York, hicieron publicar, el 12 de julio, un comunicado en el que se referían a las muertes de Rojas, Concepción y otros de sus compañeros y se denunciaban supuestos planes del gobierno de Joaquín Balaguer:
“A raíz de los hechos de sangre en que resultaron asesinados César Rojas (ex – revolucionario), Ángel Concepción ¨El Teenager ¨ y dos compatriotas más, la Agencia Central de Inteligencia de los Imperialistas yankis (CIA) y los agentes al servicio de la dictadura yanki-balaguerista han desatado una campaña de insidia y difamación contra los sectores revolucionarios dominicanos, especialmente contra el M.P.D, en la ciudad de Nueva York, en el propósito de crear las bases para desacreditar y reprimir a todos los verdaderos revolucionarios dominicanos que desarrollan actividades políticas en esta Metrópolis (…).
“Una serie de hechos han evidenciado que la muerte de César Rojas y el Teenager, son parte del plan mencionado, para provocar enfrentamientos armados entre personas allegadas a César Rojas-Teenager con el M.PD, para con esto justificar una campaña de represión contra los sectores revolucionarios dominicanos. (…). Tenemos evidencia que altos oficiales del Ejército y la Policía al servicio del régimen antipopular de Balaguer y pagados por éste serían los que llevarían a efecto el mencionado plan, por medio de una organización de derecha al estilo de la Banda”.
Posteriormente a estos sucesos, la dirección del Movimiento Popular Dominicano en territorio dominicano, concluyó en que los izquierdistas del Movimiento Revolucionario 24 de Abril nada tuvieron que ver con las muertes de Maximiliano Gómez y de Miriam Pinedo. Sin embargo, las dudas quedaron sembradas y las muertes que salpicaron a los izquierdistas dominicanos en el extranjero permanecieron en el limbo, a la espera de que algún día sean de manera definitiva explicadas.
Artículos de Alejandro Paulino en Acento.