1.
Revelada una grabación inédita de Adolf Eichmann. Y enseguida un murmullo circula por la cabeza: la voz del diablo puede ser captada a través de medios técnicos. Y, enseguida, otra nota me surge: quizá la tecnología, que graba y registra, haya aparecido en parte por ese motivo: para memorizar, en sonido e imagen, al diablo. Para probar que él, el diablo, existe.
2.
Siempre hay al lado de este nombre, Adolf Eichmann – como sombra o aura maligna – la designación “arquitecto del holocausto”, como si la profesión de arquitecto fuera la primera profesión: de la creación del mundo – Dios como arquitecto – o de la destrucción del mundo o parte de él.
Sería importante hacer un día la lista de asociaciones perversas entre ciertas profesiones y crueldad.
3.
Eichmann “frecuentó la Staatsoberrealschule Kaiser Franz Joseph (instituto estatal) en Linz, el mismo instituto que Adolf Hitler había frecuentado 17 años antes.”
Eichmann tocaba el violín. Hacía deporte.
Era mal alumno.
Fue capturado en 1960; ahorcado en 1962, tras la sentencia.
Se han descubierto ahora grabaciones antiguas que nunca habían sido escuchadas en toda su extensión. Ha sido una sorpresa, pero no ha sido una sorpresa. Ya conocíamos la voz de Adolf Eichmann, pero algunas de sus frases han sido escuchadas ahora por primera vez.
4.
La noticia dice: “Las grabaciones cayeron en varias manos privadas tras haber sido realizadas en 1957 por un simpatizante holandés del régimen nazi, habiendo finalmente, en 2020, llegado a la posesión de un archivo del gobierno alemán, que a su vez ha dado a los creadores de la serie permiso para utilizarlas.”
La serie tiene el título de: “La Confesión del Diablo: Las Grabaciones Perdidas de Eichmann”.
5.
Fue Eichmann quien en su tribunal de condena introdujo el potente argumento que aún hoy planea como buitre sobre la palabra “funcionario”, aunque la palabra se utilice inconscientemente y en plena democracia tranquila.
Eichmann argumentó: sólo soy un funcionario, cumplo órdenes.
Una de las más terribles frases que todavía hoy se arrastra por los pasillos de cualquier institución y que, cuanto menos por culpa de este terrible rastro histórico, debería ser repensada.
Aunque en contextos evidentemente incomparables, hay frases que no deberían repetirse.
6.
Un funcionario que suspende, precisamente por considerarse funcionario, su categoría de “humano” y cae de golpe, a veces inconscientemente, en la categoría de “máquina obediente”.
¿Quién es un buen funcionario – argumentaba Eichmann? Aquél que cumple órdenes.
¿Quién es un mal funcionario? Aquél que no cumple órdenes.
7.
Las grabaciones fueron realizadas por Willem Sassen, periodista holandés, entusiasta nazi que “tenía un proyecto de grabaciones con vistas a su publicación tras la muerte de Eichmann.”
Según la prensa, en los audios se escucha la voz del funcionario Eichmann diciendo:
– “Los judíos que están aptos para trabajar deberían ser enviados a trabajar. Los judíos que no están aptos para trabajar deben ser enviados a la Solución Final [la muerte], punto final".
Según la prensa, en los audios se escucha también la voz del funcionario Eichmann diciendo:
– “Si hubiéramos matado a 10,3 millones de judíos, yo diría con satisfacción: ‘Bueno, hemos destruido un enemigo’. Entonces hubiéramos cumplido nuestra misión”.
Según la prensa, en los audios se escucha (o podría escucharse) la voz del funcionario Eichmann diciendo: necesito beber agua.
8.
Tras las grandes guerras se habló mucho del mutismo instalado en muchos soldados que, habiendo vuelto del terror, no podían hablar de lo que habían visto. Se volvían mudos. Una mudez no fisiológica, una mudez no psicológica – quizá una mudez experiencial. Yo he pasado por esto, ahora no soy capaz de hablar.
La más absoluta frase que surge de los audios ahora revelados aparece en el momento en el que Eichmann golpea con fuerza una mesa, intentando matar una mosca que rondaba por allí incomodando hace unos minutos. Justo después de ese sonido – que se escucha en los audios – de la mano golpeando la mesa, en un intento rápido de matar el insecto, Eichmann dice que la mosca tiene “una naturaleza judaica”. Sí, dice eso: “la mosca tiene una naturaleza judaica”.
9.
Determinadas frases escuchadas tienen, en muchos de nosotros, el mismo efecto hoy: la mudez; frases que exigen silencio porque por un lado parecen estar ya fuera del leguaje; frases establecidas en una lengua sin frontera que todavía hoy circula ininterrumpidamente: el diablo habla, nosotros nos quedamos mudos.
—
Traducción de Leonor López de Carrión/Originalmente publicado no Jornal Expresso