Vamos a hablar de cosas muy tristes, pero reales. Reseño artículos publicados en otros medios internacionales, me parece necesario, aunque me pueda pasar lo que dice la canción… “Dicen que me arrastraran por sobre rocas[1]…”

El periódico El País[2], en España nos deja saber mucho sobre la pederastia y el ocultamiento de la Iglesia Católica.

  • En España han salido a la luz 840 casos con 1,494 víctimas de pederastia, perpetrada por representantes de la iglesia católica; a pesar de lo cual la Conferencia Episcopal Española se niega a investigar el problema y alude que son unos pocos casos.
  • En Francia, donde se vieron compelidos a investigar se contabilizaron 216,000 víctimas y al menos 3,000 sacerdotes acusados.
  • En EE. UU., en el 2002 luego de las revelaciones del Boston Globe, se produjo un escándalo relacionado con la inmensidad de abusos sexuales cometidos por curas en donde se evidenció que la arquidiócesis de Boston estaba consciente de los abusos, y que, en lugar de castigar a los sacerdotes involucrados, hubo una gran complicidad y los abusadores eran trasladados a otras parroquias, perpetuando el esquema de abuso. Sobre esto hay más de 600 artículos de prensa y un libro. Así que, por favor, no se escandalicen de que yo lo plasme aquí.
  • En el 2019, Antonia Laborde[3] informa que la Iglesia había revelado que había cerca de 7,000 curas denunciados por abuso sexual desde 1950, aunque seguramente la cifra es mayor… Esta autora hace menciona el informe de Pensilvania, un documento de 1,356 páginas que “se adentró en las cloacas clericales y destapó desde redes de sadomasoquismo hasta violaciones en hospitales”.

Cabe destacar que en la primera condena de un tribunal norteamericano en contra de un clérigo fue en 1984, el párroco de Luisiana, Gilbert Gauthe, quien abusó de 39 menores entre 1972 y 1983, condenado a 10 años de prisión y que, al quedar en libertad, tuvo que hacer frente a los tribunales nuevamente por la violación de una niña. En este caso se comprobó que el obispado de Lafayette, Luisiana, tenía una confesión explicita del sacerdote sobre los hechos desde 1974, y lo mantenía como capellán de los boyscouts.

  • En Canadá entre 1880 y 1996[4] en las Residential Schools, los niños, niñas y adolescentes sufrieron abuso espiritual, cultural, emocional, físico y sexual. Los datos oficiales cifran en 100 mil las víctimas.

Podría seguir presentado casos y países, pero hablemos de República Dominicana:

Algunos escándalos memorables, que han tratado de echar en el saco del olvido. Dos ejemplos:

El caso de Juncalito, ese cura que nos trajeron al país a pesar de ya en el 2000 y 2001 presuntamente había abusado de 2 niños en Polonia y repitió su hazaña aquí entre 2009 y 2012; cabe destacar que, en el 2017, CDN[5] informó que “la iglesia católica abandonó a su suerte menores víctimas de abuso sexual por parte del padre Alberto Gil, según afirman sus padres, quienes aseguran que no recibieron nunca la ayuda prometida de la iglesia”. Informaron, que “sus hijos siguen profundamente afectados, y que, a pesar de haber tocado las puertas del Obispo, no han recibido colaboración para asistencia psicológica, ni la compensación económica acordada”.

Es inolvidable lo Josef Wesolowski, Nuncio Apostólico de Su Santidad, que abusó de menores vulnerables; y en complicidad con las autoridades fue sacado del país. Cuando se conoció del caso, nos enteramos de que esta conducta era secreto a voces y nadie de la iglesia o del Estado había hecho nada.

A pesar de estos escándalos, y otros, (podríamos recordar lo del orfanato en Higüey), ni la iglesia, ni las autoridades han iniciado una investigación para verificar los posibles abusos cometidos por curas.

Estas sórdidas historias que deberían mantener en silencio de vergüenza a quienes han actuado desde la complicidad, la justificación o el “lavado de manos” alegando que son “hechos puntuales” que evidentemente no lo son; pero no, las jerarquías religiosas se siguen abrogando el derecho de confundir a la ciudadanía. Fabulan y mienten descaradamente. Afirman que quienes estamos a favor de los derechos, quienes exigimos educación sexual integral y protección para la infancia y adolescencia para que no sean víctimas de violaciones, embarazo infantil forzado, embarazo en adolescentes, discriminación y abuso en diversas situaciones de sus vidas, queremos la desprotección de la infancia y “legalizar” la abominación de la pedofilia. ¡Que timbales!

Por favor, tengamos mayores niveles de seriedad, dejen sus discursos maniqueos, queriendo condicionar a la población para que continuemos en el oscurantismo que propicia tanto abuso como los descritos en este artículo.

A duras palabras, duras respuestas. Todas las personas, todos los derechos.

[1] https://www.youtube.com/watch?v=bGQWU4UsUeA

[2] https://elpais.com/especiales/pederastia-en-la-iglesia-espanola/

[3] https://elpais.com/sociedad/2018/12/20/actualidad/1545338915_371518.html

[4] https://tbinternet.ohchr.org/Treaties/CAT/Shared%20Documents/VAT/INT_CAT_NGS_VAT_41584_O.pdf

[5] https://www.youtube.com/watch?v=vRbjys0JX74