Las Energías renovables, además de tener un impacto importante desde el punto de vista del medio ambiente, también se debe considerar como un aspecto fundamental en su generación de la economía que se produce a partir de su producción.
En anterior artículo, ya hemos señalado cual es el impacto que tiene la producción de energía renovable o alternativa, desde el punto de vista de inversión y del medio ambiente, para el mundo.
En el presente artículo me concentro en analizar como se van produciendo las fuentes de energías renovables, desde el punto de vista de la inversión y sus resultados para la República Dominicana.
De las fuentes de energía alternativa la que más ha avanzado en término de producción es energía a partir de la actividad fotovoltaica (energía solar). Actualmente hay 17 proyectos de energía renovable en construcción que buscan generar 885 megavatios, de los cuales 836 megavatios son de energía fotovoltaica y 49 energía eólica; es bueno aclarar que la energía eólica tiene sus complejidades, tales como el alto costo de instalación y las caracterizas que exige en términos del movimiento de los vientos, en la Republica Dominicana las zonas que se han identificado como factibles para producir este tipo de energía son Pedernales, Puerto Plata, Monte Cristi y Samaná.
En todos los parques eólicos que se ha realizado en la República Dominicana: Los Cocos I y II, y Larimar I y II, con una inversión de US400 millones, para un equivalente de generación de 175 mega watts( MW), se estima que se pueden ahorrar 900,000 barriles de petróleo al año, si esto lo calculamos a razón de 70 dólares el barril, estamos hablando de un ahorro de 63 millones de dólares al año.
Para el año 2022 se aprobaron, por parte de la Comisión Nacional de Energía, 14 proyectos para la producción de energía fotovoltaica y 1 para energía térmica.
Considerando los proyectos de energía solar o fotovoltaica, para una generación de 836 MW, estaríamos hablando entonces de un ahorro de alrededor de 4,300,000 MW, que al precio de US$70 el barril, se traduciría en aproximadamente US$301 millones, que sumando los ahorros de la generación eólica, serian US$364 millones de ahorro anual.
Estos ahorros, sin contar con los proyectos que a nivel residencial se están desarrollando en el país, pues en la medida que disminuye el costo de instalación para el funcionamiento de la energía solar o fotovoltaica, en esa medida va creciendo exponencialmente la demanda por estas fuentes de energía, lo que puede significar que en pocos años el ahorro por el uso de estas energías de fuentes alternativas superará los US$1,000 millones de dólares anuales, que se traduce tanto en un ahorro para el país desde el punto de vista de divisas y a las vez un ahorro para las familias que tengan la oportunidad de instalar estas soluciones energéticas.
¿Pero cuál es la debilidad que existe y que se convierte en una amenaza?, para lograr los ahorros señalados anteriormente, lo representa el problema de la transmisión de la energía excedente de la producción renovable y no renovable, que producen las instalaciones tanto empresariales como en los hogares; pues a nivel de las líneas de transmisión en el país existen aún muchas falencias y lo que hace que en ese proceso de transmisión se pierde una importante cantidad de energía.
Ante esta situación en las líneas de transmisión, es necesario que las autoridades responsables de la distribución y comercialización de energía en el país, llámese: Ministerio de Energía y Mina, Comisión Nacional de Energía, EGE-Haina, Las EDES, afinen planes estratégicos a fin de que la gran inversión que se está realizando en energías renovables tanto por el Estado, las Empresas Privadas y las familias dominicanas, puedan producir los resultados eficaces para enfrentar el déficit de electricidad existente en el país y se puedan lograr los ahorros prometidos.