Traigo a colación esta frase que sirve de título a este trabajo para valorar como altamente positivo el cumplimiento de la ordenanza que dispuso el suministro de alimentos a los estudiantes de PREPARA.
De las más variadas acepciones que tiene la frase “unas van de cal y otras van de arena”, me quedaré con la versión de que “las de cal” son las buenas y “las de arena son las malas”, porque ha sido la constante que ha normado la gestión en la educación pública durante la gestión del presidente-candidato, Luis Abinader.
Y le asigno “las de cal” al actual ministro Ángel Hernández, porque hay que ser justo y destacar y valorar como altamente positivo el cumplimiento de la ordenanza que dispuso el pasado mes de abril el suministro de alimentos a los estudiantes de la Modalidad de Educación de Personas Jóvenes y Adultas, conocido como PREPARA.
Y es que, desde hace muchos años, desde mi curul, y luego sin tener la investidura de representante de la provincia Bahoruco, había abrazado, como “la voz que clama en el desierto”, y casi en solitario, la conquista que vi materializada el pasado sábado.
A esta gran conquista se añade la reivindicación del gobierno pasado que exoneró del pago de 800 pesos anuales que, en cuyo reclamo fui persistente, ya que el pago de ese importe era una violación a la Constitución de la República, que establece que la educación pública pre-universitaria es gratuita y de calidad.
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que el suministro de los alimentos y la exoneración del pago trae consigo la estabilidad del programa, porque había que ver a tantos jóvenes, los sábados y otros los domingos, deambulando por los alrededores de los centros educativos tratando de “ligar” un almuerzo y que, por falta de recursos, muchos a esa hora tenían que abandonar la docencia.
Hechos que hablan en educación
Desde mi curul, y sin estar representando a mis comprovincianos, en la Cámara de Diputados me he mantenido impulsando iniciativas dirigidas a la comunidad educativa, al deporte y a la recreación sana, en mi demarcación del Sur Profundo, sostenido como pivote en la Fundación Padrino de las Escuelas de Bahoruco.
Esa entrega con pasión me ha merecido el honor de que una buena parte de la población me colocara los sobrenombres de “el diputado que apoya la educación” y “el padrino de la educación”, lo que traduce un reconocimiento a los aportes que hemos venido haciendo al sector educativo desde hace más de 20 años.
Emprendiendo las más diversas y novedosas iniciativas que se han materializado en aportes al estudiantado pre-universitario, y en el nivel superior, a los docentes, a los padres, madres, tutores y amigos de la educación.
Enumerar las iniciativas que hemos emprendido conllevaría llenar varias cuartillas, como decimos los periodistas, pero me voy a permitir citar algunas, sin que eso signifique desdeñar la importancia y trascendencia de las que no haga referencia, por lo que debo comenzar destacando la extensión de la Escuela Vocacional de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y el programa “Inglés de Inmersión”, del que han egresado más de 600 jóvenes.
Encuentro Provincial de Familia ampliamente valorado como una novedad por los técnicos del Ministerio de Educación, quienes al ver esa amplia representación de las asociaciones de padres, madres y tutores de toda la provincia dijeron que se llevarían esa experiencia ante las altas instancias de la cartera educativa a los fines de sea replicada en todo el país.
Varias entregas del programa “Bebé, piénsalo bien”, talleres sobre “cómo detectar la violencia infantil en la familia y en la escuela”, aprendizajes de las matemáticas, y como usar el periódico como material didáctico, encuentros Provinciales con Bachillerees, giras recreativas y culturales, todos los años, para estudiantes y docentes, y habilitación docente y cursos básicos de inglés para niños y niñas.
Por mi iniciativa se construyó, hace más de diez años, un liceo en Santa Bárbara de Batey 6, se entregaron varios minibuses para el transporte estudiantil para el nivel pre-universitario y superior, equipamiento y entrega de alimentos a las casas de estudiantes universitarios en Santo Domingo y Barahona, apoyo económicos y becas para estudios en el exterior, entrega de uniformes, utilería deportiva y patrocinio de torneos deportivos, copatrocinio del Primer Torneo de Fútbol, con la participación de 14 equipos de diferentes comunidades.