Templaris es una de esas empresas privadas que ofrecen un servicio excelente del que solo se conocen las malas noticias de casos extremos. Tal vez lo mismo pasaba con la noble misión de la orden de caballeros que pudo inspirar su nombre. Uno que otro exceso de seguro ocurrió en las labores de proteger a los peregrinos cristianos, pero su reputación de consagrados protectores de las vidas de quienes hacían la ruta a lugares sagrados fue importante en decir sí a una travesía con riesgos mortales.
Si el nombre de la compañía le está recordando hoy los folletos o guías virtuales del tour que tomó a crédito para ir a Tierra Santa o el Camino de Santiago, no tenga temor ni pierda la fe. Las damas le contactan para buscar una solución factible a ese discernimiento que le llevó a tomar la decisión de ir a orar ahora y pagar después. Su misión es lograr un acuerdo en que pueda salvar su historial crediticio y ponerlo en sintonía con lo que las Sagradas Escrituras recomiendan para tratar con los acreedores.
En Eclesiástico 29 se motiva al que tiene exceso de liquidez o bienes en un momento a prestar sin intereses al que necesita fondos para una emergencia directamente o a través de un garante. Eran los tiempos de Ley de Usura donde era prohibido exigir cualquier monto por encima del capital prestado. Lo que sigue es una joya sobre el cambio de formas entre el trámite y la amortización más las consecuencias del pago irregular o parcial:
"2. Presta a tu prójimo si lo necesita; por tu parte, págale a tu prójimo en el plazo acordado. 3.Manten tu palabra, sé leal con tu prójimo, y en cualquier momento tendrás lo que necesitas. 4.Muchos consideran el préstamo que se les hace como un regalo, así ponen en apuros a los que los ayudaron. 5.Mientras no hayan recibido, besarán las manos del prójimo, se harán los humildes pensando en lo que él tiene; pero en el momento de la devolución le piden una prórroga, o le pagan con palabras hirientes, o se quejan de la mala situación. 6.Aunque puedan reembolsarle, el acreedor tendrá suerte si recupera la mitad. En caso contrario, se habrán apoderado de su dinero y no habrá ganado más que un enemigo; éste le pagará con maldiciones e insultos, con desprecios en vez de agradecimientos. 7.Mucha gente se niega a prestar, no por maldad sino por miedo a que los despojen sin motivo. 15.No te olvides del favor que te hizo tu aval; se arriesgó por ti."
En Templaris, como en la mayoría de las compañías de cobro, encontrará damas y caballeros interesados en lograr el acuerdo más amistoso y razonable para contratos de préstamos donde fue contraparte de buena fe con expectativas razonables de ingresos futuros para hacer frente a la obligación. Si el escenario no fue el esperado en sus manos está sacar tiempo para explicar su caso al acreedor original. Los bancos están más interesados en una programación de flujos de caja que se cumplen que en dejarlo a pie o sin techo propio. Su negocio no es ejecutar garantías.
Algunos bancos son más pacientes que otros a la hora de mandar casos a oficinas externas para tercerizar el cobro o desprenderse del contrato con una venta. En este último caso las compañías de cobro compran a descuento su préstamo y lo llaman para una transacción debe aprovechar. La dama templaria le hará una oferta de saldo que hace sentido financiero para la empresa y tiene un rango aprobado para negociar su caso. Hágase de cuenta que está ante su confesor contando sus posibilidades reales y saldrá con un acuerdo con el mismo origen del buen discernimiento habla el padre Emiliano Tardif.