Nacimos incultos, pues recién nacido podíamos ver una figura borrosa de la persona que nos admiraba, que nos sonreía, y la respuesta a esta sonrisa era tal vez una sonrisita debido a un pequeño reflejo. Esto es lo que suponemos. Pero si sabemos que un recién nacido tiene reflejo normal en su desarrollo: ponerle un obstáculo y subirá el piecito…Poco a poco fuimos despertando a la vida, gracias a las personas que nos rodeaban y que nos enseñaban a ser cultos. Pues sí, la primera cultura es despertar hacia el mundo. De allí dependerá cuánto despertaremos.
Es muy simple, ver una hoja moverse es fabuloso para un infante, la sensación de la brisa, el ruido del mar, las canciones de cuna, el despertar de los cinco sentidos. Todos no vamos a despertar iguales, algunos más lentos, otros más rápidos, siendo niños con la misma capacidad de aprendizaje, pero no siempre con el mismo desarrollo. Necesitamos una chispa que nos inicie y seguiremos aprendiendo.
La cultura comienza en la familia, en la educación a través de la enseñanza que recibimos de nuestros padres. Por lo tanto, será muy diversificada y no siempre adecuada. Podrá ser internacional, religiosa, rural, machista… Ejemplo, la costumbre nefasta de las armas. Algunos padres están aficionados con las armas, y les enseñan a sus hijos pequeños a utilizarlas, y no asimilarán que las armas son solamente para defenderse o protegerse. Ellos copian a sus padres, y serán violentos si sus padres lo son, con consecuencias imprevisibles.
Cada país tiene su propia idiosincrasia, su tradición, su folklore y los gobiernos tienen la inmensa tarea de desarrollar su población, a través de las escuelas, universidades, comunicación, y programas de superación. Se mide el nivel de nuestra cultura, comparando con los resultados de otros países, para ver si el nuestro tiene un nivel adecuado o insuficiente.
Puede haber muchos centros culturales, muchos museos, muchos teatros, pero ante todo se necesita el elemento humano, el elemento que desea superarse y que visita estos centros, no por obligación, sino por placer. Como ejemplo flagrante es la feria del libro. Si el deseo de la persona es ir a la feria para comer barato, no hemos logrado el objetivo de la feria que tanto trabajo y esmero le han costado a los organizadores y a los libreros.
La cultura se fomenta, se fortalece, se extiende, no es estática. No es solamente a través de los libros, que se supera uno intelectualmente. Se logra, cuando hay estímulo, cuando se asimila lo que se le enseña.
Hay muchas clases de culturas. Un agricultor puede ser casi analfabeto, pero si, tener un amplio conocimiento especializado, como cultivar el tabaco, como sembrar plátanos, yucas, papas, como convertir la agricultura en una agricultura productiva. Un agricultor se supera más que otro, siendo los dos con el mismo terreno, pues sencillamente, uno asimila la ayuda que les trae en los campos los programas radiales, los talleres sobre las técnicas agrícolas y el otro se quedó improductivo y aislado.
Lo importante en una cultura es aportar a las personas las herramientas necesarias para educarlas. Un chofer es civilizado si asimila las reglas y los deberes del conductor. Tocar la bocina solamente para alertar sobre un peligro inminente, no violar la luz roja del semáforo y dejar pasar los peatones en los cruces peatonales. Hay que educar un país a no botar la basura en una cañada, reciclarla, proteger el medio ambiente, no desperdiciar el agua que tanto escasea. Lamentablemente, hay que establecer sanciones para hacer respetar las leyes, las reglas. Por ejemplo, en Estados Unidos, nadie bota un papel en la calle, porque viene una multa muy fuerte. El dominicano allá aprende, y si no lo sabe, los otros se lo dicen.
Hay una materia en el colegio llamada “cultura general”, es la que permite a una persona especializarse en la rama que más le gusta, ya que así logra trazar su porvenir, ser útil a la sociedad para luego transmitir su sabiduría a otros. Cuando se llega a un grado de excelencia, es un erudito, una persona sumamente culta. Puede ser en su profesión, como por ejemplo un eminente médico, un científico, o un intelectual, escritor, filósofo, con un deseo constante de actualizar sus conocimientos.
Estos son varios conceptos de la cultura. La cultura para mí es la educación de los pueblos, transmitir esta educación y los pueblos transformarse en personas educadas, cultas, aceptables en la sociedad. El “yoismo”, pasar delante de los otros, pisotear el derecho del otro, es una persona inculta, que no ha asimilado lo que es vivir en sociedad. No ha asimilado el concepto de la humildad, de la sensibilidad humana que es la esencia fundamental de la cultura.