El título no es mío. Viene del intrépido joven José Laluz, quien en el programa matutino El Sol de la Mañana expuso las razones por las cuales el presidente Luis Abinader ganaría en primera vuelta. Y las resumió en cuatro variables.
Razones que las hago mías. Sólo las detallo dándole carne.
En primer lugar, ya Luis Abinader no es un simple candidato que busca por primera vez ganar unas elecciones. Por el contrario, es un candidato y presidente con experiencia de Estado. Así es. Luis Abinader empujado por la ola anticorrupción, contra la impunidad y la transparencia del año 2019 concretizada en la Marcha Verde que se manifestó en las calles de Santo Domingo y otras ciudades del país, hizo suya todas esas demandas de millares de dominicanos y logro alcanzar la victoria con más del 50 por ciento de los votos. Pero además, pudo en los primeros meses de su mandato enfrentar con decisión y maestría las terribles consecuencias de la Pandemia ,y más luego confrontado con los rigores de la inflación causada por el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania sorteó este flagelo con los menores costos políticos posibles. O sea, ante la alternativa de cruzarse de brazos ante el vendaval que le venía encima al gobierno y dejar a la intemperie a los sectores vulnerables, no vaciló en subsidiar los precios de los combustibles y los fertilizantes, además de otras medidas para disminuir los precios de muchos artículos importados.
Naturalmente, en esos menesteres recibió el apoyo de la mayoría de la sociedad. Y en esos años terribles, el joven gobernante fue adquiriendo, pues, experiencia de Estado y manejo del poder. Ya antes había tomado una decisión histórica: su promesa de campaña de luchar contra la corrupción y la impunidad la hizo realidad nombrando una Procuradura General de la República independiente que al calor de los años demostró su reciedumbre moral y su apego a la Ley correspondiendo a los anhelos de justicia de la sociedad contra los corruptos y desfalcadores de los bienes públicos.
La segunda variable es la evidencia de que Luis Abinader navega con una economía estable. Ciertamente, a pesar de los contratiempos antes mencionados se constata que los índices macroeconómicos le favorecen. Examinémoslos uno por uno y saquemos conclusiones. Número uno, las reservas internacionales sobrepasan los 15,000 millones de dólares, o sea, equivalentes a un 12 por ciento del PIB y a 6 meses de importaciones. Número dos, gozamos de una Balanza comercial manejable, expresada en alrededor de un 5 por ciento del PIB que es el déficit en la cuenta de la Balanza de Pagos. Número tres, la economía exhibe un PIB que el per capita, es el sexto más alto de América Latina. Número cuatro, el tipo de cambio se ha mantenido estable en un 55 y 56 pesos por un dólar y respaldado por el monto de las reservas mencionadas más arriba. Numero cinco, la inflación se ha reducido a un 4.0, con un 1 por ciento mas o menos interanual, es decir, situándose dentro del rango META del Banco Central. Y número seis, a la la fecha ,la tasa de interés ha descendido en O.25 puntos hasta los 7.75 por ciento anual conforme a los datos suministrados por el Banco Central .
La tercera variable favorable para Luis Abinader es la unidad interna en el partido de gobierno, el PRM. Nunca ,desde los tiempos en que el liderazgo de Peña Gómez dominaba hegemónicamente al PRD, el sector liberal había logrado tal cohesión interna. Las primarias recién celebradas así lo demuestran . Estas, resultaron un completo éxito: más de un 33 por ciento de los electores inscritos en el Padrón cerrado ejercieron su derecho al voto y apoyaron masivamente al presidente en sus pretensiones de reelegirse. Los otros oponentes alcanzaron un 8 por ciento de los votos y al final del escrutinio apoyaron los resultados comprometiéndose a incorporarse a la campaña lo cual selló la unidad interna. Quedan las candidaturas menores a síndicos, diputados y senadores, las cuales ,en su gran mayoría, serán manejadas por encuestas o reservadas y que partiendo de las experiencias todo indica que serán manejadas correctamente para evitar fisuras.
La cuarta variable es lo opuesto a la anterior. O sea, la división de la oposición. Estamos en presencia de una oposición dispersa o dividida en dos grupos (PLD+FP) más una colita (PRD), cuyos intereses se entrecruzan siendo su meta principal impedir que Luis Abinader gane en primera vuelta. Pero, entre los dos candidatos opositores hay una feroz competencia por quedar en un hipotético segundo lugar y las zancadillas entre ellos están al por mayor y al detalle ,para no hablar en las candidaturas a síndicos ,diputados y senadores. La alianza concertada entre los grupos opositores (Rescate RD) no parece hasta ahora tener perspectiva lo que es reflejada por las últimas encuestas que expresan una intención de voto favorable a Luis Abinader para ganar en primera vuelta.
Se rumora que un grupo de peledeístas de la alta dirección, ante la inminencia de una victoria de Luis Abinader en primera vuelta, están cocinando desplazar a su candidato Abel Martínez y convencer a Danilo Medina que apoye a Leonel Fernández bajo la supuesta promesa de que los miembros de su familia a los que se les conoce serios expedientes de corrupción serían absueltos si Leonel triunfara electoralmente. ¿Verdad o especulación? A saber.
Las variables anteriormente expuestas solo podrían venirse abajo por acontecimientos ajenos a lo que evidencia la coyuntura actual. Los imponderables. Fenómenos sociales al interior o al exterior de tal magnitud que modifiquen la coyuntura .
Pero, hasta ahora, oteando al horizonte, no vemos ninguna pista que nos haga cambiar de opinión sobre las cuatro variables de José Laluz.
Así de sencilla es la cosa.