Después de la II Guerra Mundial, en 1947, en los Estados Unidos se fomentó la construcción de viviendas prefabricadas, para resolver el tema habitacional relacionado con el proceso de reactivación de la economía americana y el regreso de un gran número de veteranos de guerra.

Muchos de los proyectos de la misma época, formaban una especia de movimiento, que buscaba dotar de viviendas de rápida construcción -y precios accesibles- al mercado postguerra. De todos estos proyectos sin duda las Casas Lustron de Carl Strandlund, fueron de las que tuvieron mayor y mejor nivel de comercialización .

Las casas estaban compuestas por más de 3.000 piezas que se podían montar en unos 15 días. Con una estructura de marcos de acero, los muros y techo de paneles de acero esmaltados de porcelana, se fijaban entre sí mediante juntas plásticas para impedir el paso del  aire o la lluvia.

Las casas Lustron estaban bien aisladas para su tiempo, pero desde el punto de vista de los estándares actuales, este aislamiento resultaría insuficiente ya que estaba compuesto por un tipo de aislamiento (insowall)de fibras naturales dentro de los propios paneles de cerramiento. Las casas Lustron contaban originalmente con un sistema de calefacción híbrido que combinaba el aire caliente como fuente de calor y la distribución por un sistema radiante….¡Una maravilla para su tiempo!… Este sistema se componía de tres partes: un horno a gas,  suspendido en el techo de la sala de máquinas, la cámara de sobrepresión situada en el espacio entre las cerchas de techo y el techo y un ventilador para  provocar el movimiento del aire desde el horno y a través de las cámaras de distribución.  El principio de funcionamiento del sistema original se basaba en el aire caliente que se hacía circular continuamente con un ventilador centrífugo a través de una estrecha cámara de sobrepresión, o lo que es lo mismo, un sistema de conductos estrecho situado entre el techo y las vigas del techo.  El aire era calentado a 140º F (60ºC) por un horno de aceite o gas que producía 75.000 Btu por hora para una temperatura media de 105 ºF (40ºC) en el techo. Un ventilador movía el aire caliente desde el horno en dos conductos de suministro en la cámara de sobrepresión, donde se calentaban los paneles de techo de metal/porcelana esmaltados.

Esto hacía que el calor se irradiara hacia abajo desde el techo a la casa. Al mismo tiempo se extendía el calor por entre los tabiques y paredes  evitando la formación de condensaciones y proporcionando un calor uniforme.  

 Dado que el tema nos gusta….seguiremos sobre lo mismo cada tanto. Hasta la próxima