En la vida de los pueblos originarios el vuelo de los pájaros fue trascendental. Belleza y saber se conjugan en expresiones ornitomorfas en el arte rupestre de nuestra isla que muestran la importancia que les dieron los antiguos habitantes a las aves de nuestros humedales, como podemos ver en el sistema de cuevas El Monumento Natural Reserva Antropológica Cuevas de Borbón o El Pomier, San Cristóbal, entre otros lugares de similar importancia.

 

Desde que el ser humano pasó de capturar a las aves, como fuentes de proteínas, a observarlas con propósitos especulativos, interrogando sobre su vuelo, entrenándose entre la estética y filosofía, se despertó en él el deseo de querer ser como ellas: poder volar.

Ave Zancuda ( Himantopus mexicanus), conocida como Monjita Americana, Viudita o Viuda, entre otros nombres. Cotinilla. Foto PT

Las aves resumen más de 150 años de Historia Natural. Tory Peterson (Nueva York 1908- Connecticut 1995), en su obra Las Aves (1968), describe que los huesos, los pulmones y las plumas (las remeras) compendian el mundo fantástico de su vuelo, ya que pueden viajar miles de kilómetros para invernar, alimentarse o aparearse.

 

El Parque Nacional Jaragua, localizado en la provincia de Pedernales, tiene 1,534 km² y unos 329.9 km² registrados como humedales de importancia internacional para la conservación de las aves o Sitio Ramsar, asentado con el número 2,210 en la lista Ramsar en el mundo, incluye laguna de Oviedo, Canal Beata, Bucán de Base y Pedernales, Cabo Rojo-Bahía de las Águilas. (https://rsis.ramsar.org/es/ris/2210)

 

Es el cuarto humedal declarado en la República Dominicana como parte de los compromisos de la Convención Ramsar (1971), de la cual República Dominicana es parte firmante para la conservación y manejo racional de los humedales de importancia internacional, tanto para las aves como para la humanidad. También forma parte de la comunidad internacional como un Área Importante para la Conservación de Aves (AICA).

 

De este parque se puede escribir mucho y consultar una relativamente voluminosa e importante literatura sobre él, tanto en la red como en bibliotecas especializadas, pero en esta entrega solo nos referiremos exclusivamente a las  aves, aunque  debemos subrayar algo importantísimo sobre esta área natural protegida,  como también se podría decir de otras áreas naturales protegidas de la isla, y es que son de las más ricas de la zona; decimos esto porque El Caribe insular, con aproximadamente 4 millones de km², es uno de los lugares más rico biológicamente del planeta; una riqueza repartida entre unos 30 países y ocupaciones de los antiguos imperios que se diputaron en los últimos cinco siglos la “frontera imperial” como fue, y sigue siendo, el Caribe.

 

De las Antillas mayores y menores, Cuba, con 130 km²; Dominicana-Haití, con 76,122 km²; Jamaica, con 10, 991 y Puerto Rico, con 9,104 km² aproximados, son los que ocupan la mayor cantidad de terreno insular; ocupando Dominicana un lugar importante en la biodiversidad caribeña.

 

Humedales de Jaragua, según establece la ficha Ramsar, está conformado por tres sub-sitios: Laguna de Oviedo, Bucán de Base – Canal Beata y Pedernales Bucanye-Cabo Rojo-Bahía de las Águilas; y cuenta con diferentes tipos de humedales marino-costeros que incluyen lagunas permanentes y temporales, vastos manglares, extensas praderas de pastos marinos y arrecifes de coral. El sitio tiene una gran biodiversidad y mantiene especies amenazadas o en peligro… (https://rsis.ramsar.org/es/ris/2210)

 

Las Aves en los humedales de Jaragua

El autor cruzando pantanos para llegar al centro de protección en el humedal de Cotinilla. Cortesía Víctor Ruíz.

El borrador sobre El Plan Manejo del Parque Nacional Jaragua 2015-2020, reporta 179 especies de aves, con 67 especies residentes, 19 endémicas, 64 especies migratorias, donde se incluyen reportes del representativo Grupo Jaragua, la Sociedad Ornitológica de La Hispaniola y el Ministerio de Ambiente.

 

Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), 6 especies son vulnerables: la Cotorra (Amazona ventralis), el Perico (Psittacara chloropterus), la Paloma Ceniza (Patagioenas inornata), Paloma Coronita (Patagioenas leucocephala), Yaguaza (Dendrocygna arbórea) y una, el Playerito (Charadrius melodus), en la categoría Cerca de la Amenaza(NT), las demás restantes figuran en la categoría de Menor Riesgo (LC).

 

Pero para la Lista Roja de Animales Silvestres Amenazados en la República Dominicana del Ministerio de Medio Ambiente (2011), el Parque tenía 6 especies en peligro de extinción, entre las aves están la Yaguasa (Dendrocygna arborea), el Perico (Psittacara chloropterus), la Cotorra (Amazona ventralis), el Torico (Siphonorhis brewsteri), el Cuervo (Corvus leucognaphalus) y el Cao (Corvus palmarum).

 

Según el informe del Ministerio de Medio Ambiente (2020:9-37), La Biodiversidad en la República Dominicana, citando fuentes especializadas, se han reportado 22 especies amenazadas, 2 están en peligro crítico, 8 en peligro y 12 son vulnerables.  Afortunadamente, este informe habla sobre la anidación de flamencos en las áreas de los humedales de Bucán de Base (https://bvearmb.do/handle/123456789/269), algo significativo para una especie emblemática del arco antillano y zonas circuncaribe.

El informe señala que las especies migratorias más notables en la República Dominicana son las aves de los humedales que vienen de Estados Unidos  y Canadá y, en especial, a los humedales de Jaragua, porque en este pueden reponer sus energías durante el invierno, como son el charrán rosado (Sterna dougallii) y el charrán ártico (Sterna paradisaea). Unas 47 especies de aves migratorias pasan anualmente por el Parque Nacional Jaragua, según dicho informe (Ibidem. Pág. 10 – 20).

Los emblemáticos flamencos, afortunadamente estan reproduciendo en los Humedales de Jaragua. Cortesía GAE

Es oportuno terminar esta entrega con los señalamientos del Grupo Jaragua que, como parte de la sociedad civil junto a otras organizaciones nacionales e internacionales, ha estado en una batalla permanente en defensa del Parque Nacional Jaragua y de los sitios importantes para la conservación de las aves y consciente  de que: “Su defensa y salvación garantizan la perpetuación del patrimonio natural y cultural de la isla, que es la base de la sostenibilidad ecológica, económica, social y cultural. Es la garantía de la vida de las personas que habitan la isla”.

 

Dicha afirmación, 18 años después, emerge como una verdad insoslayable, que debemos asumir con responsabilidad, porque ¡los humedales de Jaragua, también son la Patria!