Muchas de las aves migratorias están asociadas a lagos, lagunas, ciénagas, estuarios (donde se juntan aguas dulces de los ríos y del mar); y marismas, aquellas tierras inundadas por la marea alta.
Las aves de los humedales, en gran parte, dependen de los cuerpos de aguas de poca profundidad, que no excedan los 6 metros, como son los humedales, ecosistemas que permiten a la energía solar penetrar hasta el fondo, lo que facilita la fotosíntesis de especies que sirven de alimentos a las aves en dichos espacios.
Las aves, todas, necesitan de los humedales y las que nos visitan no son la excepción, ya que su preservación va a depender de los diversos cuerpos de aguas a donde llegan para reponer su energía; y los humanos los necesitamos porque también son parte de la economía sostenible.; por eso hay que insistir en que son patrimonios naturales vitales para la vida, así como las aves migratorias los visitan y/o viven en ellos.,
Las aves son diferentes a los humanos, ya que estos migran y no regresan o lo hacen ocasionalmente; ellas van y vienen porque es parte de su vida, millones mueren en sus viajes; además, a esta pérdida se le agrega la fragmentación de los ecosistemas a los cuales están asociadas en los lugares que visitan.
Roger T. Perterson (1908-1996), eminente ornitólogo norteamericano en su clásico libro Las Aves (1968), habla del enigma de las migraciones de las aves como el mayor peligro que tienen, porque es un ir y venir lleno de adversidades tanto naturales como las creadas por los humanos.
Afortunadamente, a partir del 2002 República Dominicana se adhirió a la Convención Ramsar, que establece el manejo racional de todos los humedales, registrándose en 20 años 6 humedales de importancia internacional para las aves o sitios Ramsar, el primero fue el Lago Enriquillo, al cual nos referimos en la entrega anterior; y nueve años después se registra en la lista Ramsar la Laguna de Cabral o Rincón; posteriormente, Manglares del Bajo Yuna; luego Humedales del Parque Nacional Jaragua; y, recientemente (2022), los Humedales de Montecristi y La Línea Noroeste, junto al Refugio de Vida Silvestre Laguna Redonda y Limón, en el este del país.
Con estos sitios de importancia Internacional, el país, como parte signataria, es miembro comprometido con la vida de los humedales, y con el manejo sostenible de estos, incluyendo los que no están en la lista de la Convención Ramsar.
La Laguna de Cabral o Rincón
Este humedal, localizado entre las provincias Barahona e Independencia, es un tesoro de la patria que, lamentablemente, ha ido perdiendo vida, con alrededor de 28 km² de agua y 56.03 aproximados como área natural protegida, en la categoría de manejo Refugio de Vida Silvestre (Ley 202-04); y 4,600 hectáreas (46 km²) como Sitio Ramsar.
En las últimas décadas ha llamado la atención por las diversas situaciones críticas en que se ha visto y se ve su cuerpo de agua, el cual se ha contaminado y reducido, aunque ahora está ”lena”; según los registros del Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI) de la estación de Peñón, Barahona (Carbonell, et al. 2007: 24), se ha visto con precipitaciones de 191.1 mm en el año 1984.
Esta laguna tiene como fuente de agua, además de los diversos manantiales y arroyos de su cuenca, los aportes del río Yaque del Sur, a través de dos canales y cuyo aporte en agua, en marzo del 1967 fue 4.89 m³/s promedio y 34.29 en octubre del mismo año (Carbonell, et al. 2007: 27). Sin embargo, su espejo de agua fue de 31.23 km², el tercero más grande que ha tenido en 9 mediciones durante ocho años, solo superado en 1989 y 1999.
Para el 1999, la laguna tenía un espejo de agua de 40.51 km², según el INDRHI [i]. Recordando que los 3 meses finales de 1998 fueron de mucha lluvia, debido al paso del huracán Georges por el Caribe en septiembre de ese año.
¿Qué ha pasado que la laguna se ha convertido en algunas ocasiones casi en el polvo?
Es conocido que la Laguna Cabral o Rincón vive una dinámica de procesos cíclicos de inundaciones producto de los fenómenos atmosféricos que afecta la región del Caribe; pero esos momentos críticos se han agravado más por las acciones humanas relacionadas con la economía de los cultivos de la caña y los agrícolas, predominando los sistemas de riego por inundaciones.
En los sistemas de riego por inundaciones se desperdician miles de metros cúbicos de agua que pudieran estar captándose en la laguna y esta cumplir con su función ambiental para bien de la economía de la región, incluyendo la misma irrigación, el turismo y la regulación climática de la zona con características propias de bosque seco, como claramente lo expone la bióloga y científica Yolanda de León, en la publicación digital del periódico Diario Libre, del 21 de julio del, 2020 | 02 :00 p. m., que define a dicha laguna en agonía y razones les sobran.
La Laguna Cabral o Rincón, además de ser Refugio de Vida Silvestre (Ley 202-04), está en la lista de Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICAS), y Humedal de Importancia Internacional No. 1936 de la Lista Ramsar. Además, es un patrimonio de la Nación, es decir, vital para la salud de la Patria.
[i] Carbonell, M., D. Browne, R. Lorenzo, E. Vásquez y G. Wang. 2007. Iniciativa para el Manejo del Refugio de Vida Silvestre Laguna Cabral o Rincón, República Dominicana. Ducks Unlimited, Inc., Memphis, TN, EE.UU