Tener que vivir fuera de su país, de forma sorpresiva, sin preparación para hacerlo, con lo mínimo que pueda llevar, mujeres acompañando niños, hembras y varones, sin saber dónde irán a parar. Sin rumbo, ni dirección, es algo doloroso, y lo están viviendo ahora mismo miles de familias en Ucrania, por causa de la invasión de Rusia. Es algo que no se veía desde la última guerra mundial.

Se está produciendo la desintegración de las familias ucranianas, por muerte de sus miembros, especialmente padres de familias, o desplazamiento, éxodo y refugio.

Sufre todo el pueblo ucraniano, por la pérdida de los eslabones fundamentales, lo que está llevando a la división familiar, con el temor de perder a sus seres queridos, sus familiares.

La mayoría de los hombres ucranianos tienen prohibido salir del país, los que están comprendidos entre los 18 a los 60 años de edad.

Los puestos fronterizos, con Rusia, sirven como una barrera agobiante que divide a las familias mientras las mujeres y los niños salen del territorio ucraniano.

Por redes sociales se han hecho virales varios videos donde se pueden ver las grandes consecuencias de la guerra, la separación de familias por huir de los bombardeos, la separación familiar. Por el conflicto que se vive en Ucrania.

Hemos visto en la televisión cómo padres que se despiden de sus pequeños hijos, para que puedan salir de la zona de guerra y salvar sus vidas infantiles, entre ellas   la  de una menor  que  entrega una carta, lo cual hace que su padre rompa a llorar, y otros cuadros dramáticos, de separación de familias, huyendo despavoridos.

Esta crisis de refugiados, en términos de escalada, no tiene precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.

El número total de personas que han huido de Ucrania, desde el inicio de la invasión rusa, ha superado ya los tres millones. Mientras, la situación sanitaria en el país es preocupante.

Desde el inicio del conflicto, han muerto decenas de niños en el país y unos 1,5 millones de niños forman parte ya del éxodo de Ucrania, a un ritmo de casi un niño por cada segundo, desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.

La invasión de Rusia a Ucrania es reprochable, como son todas las guerras, especialmente las invasiones de territorios.

En todas las catástrofes los menores son siempre los más vulnerables, pero en esta invasión de Rusia a Ucrania, esta situación tiene una situación triste, desgarradora, cuando se dividen las familias, sin conocer el futuro de los que se quedan, tampoco los que se van fuera de su país. Y sólo pueden decir; 'No sé si los volveré a ver'

¿Qué pasará por las mentes de los niños que a cada rato están escuchando los aviones y  disparos? Quizás no comprendan lo que es una guerra, pero la están viviendo, y eso se grabará en sus mentes por toda la vida. Familias que tienen que convivir con la amenaza de las bombas y el sonido de las alarmas antiaérea.

En esta separación familiar hay que intentar hacer algo para salvar a los niños, que no merecen todo esto. Las partes de familias ucranianas que están saliendo de su país, especialmente mujeres y niños, están encontrando protección de refugios de países vecinos, y otros países europeos, donde la solidaridad se ha mantenido a un elevado nivel, en especial las organizaciones No Gubernamentales (ONG), especializadas en esta materia, y la voluntad de muchos gobiernos europeos. Pero nada es comparable con la separación familiar.

Es evidente que los habitantes que están viviendo en primera persona las consecuencias de un conflicto armado son los más afectados. La guerra se convierte en un desastre que impide el funcionamiento normal de un sistema o comunidad, causando muertes, éxodos y separación de familias.

La separación de las familias ucranianas es una derrota para los sistemas políticos, que ven esta situación con impotencia, que destruye al ser humano, a los principios, valores y ética del humanismo.

Los 7,5 millones de niños y niñas de Ucrania tienen necesidades humanitarias que se intensifican e incrementan cada hora. Aunque hay más de 2 millones que han buscado refugio en otros países, protegidos por sus madres.

Hay niños y niñas muertos, heridos, y miles huyen, buscan refugio en otros países, profundamente traumatizados por la devastadora violencia que los rodea. Las familias buscan desesperadamente seguridad y protección

Las despedidas familiares en Ucrania son largos caminos, con un futuro incierto, de si volverán a reunir la familia. Lo que eran familias unidas, hoy corren los riesgos de ser viudas, huérfanos y civiles asesinados.

Es triste saber que los rusos están secuestrando niños de Ucrania para llevarlos a Rusia. ¿Qué puede pensar un padre ucraniano, combatiente, sabiendo que su hijo ha sido llevado al país que los ha invadido?

Como padre de familia, con hijos y nietos, maldigo a todos los que han preparado esta invasión de Rusia a Ucrania, que han dividido sus familias.

Es asombroso conocer chicas jóvenes, de 18 años, están ahí con ametralladoras, improvisadas, pero defienden su país, y su familia. Rusia pelea con un ejército. Ucrania pelea con la gente.