Imagine un mundo en el que cualquier persona, sin importar sus habilidades tecnológicas, pueda crear su propia aplicación de software. No es ciencia ficción, es la realidad de hoy, gracias al avance de las herramientas de desarrollo conocidas como low-code/no-code, que están desafiando las barreras tradicionales en el campo del desarrollo de software.
Estas herramientas permiten a los usuarios no técnicos crear aplicaciones de software sin necesidad de codificar. Esta modalidad puede mitigar la escasez de recursos destinados al talento de desarrollo de sistemas en las empresas.
Desarrollo sin código
El low-code (LC) se refiere a un enfoque de desarrollo de software que permite a los usuarios crear aplicaciones con un mínimo conocimiento de codificación o programación, mientras que el no-code (NC) permite a los usuarios crear aplicaciones sin ningún conocimiento de codificación o programación. A lo largo del texto, me referiré a ellos conjuntamente como LC/NC.
Las plataformas de low-code suelen proporcionar una interfaz visual con componentes de arrastrar y soltar que permiten a los usuarios crear aplicaciones mediante el ensamblaje de bloques de código pre-construidos.
Este enfoque puede reducir significativamente el tiempo y los recursos necesarios para desarrollar aplicaciones de software, lo que lo convierte en una opción atractiva para las empresas que buscan agilizar sus procesos de desarrollo.
Las plataformas no-code permiten a los usuarios crear aplicaciones mediante el ensamblaje de bloques de código pre-construidos, de forma similar a las low-code. Las aplicaciones no-code son adecuadas para su uso por empresarios no técnicos, a veces conocidos como "desarrolladores ciudadanos", individuos que crean aplicaciones usando tecnología de LC/NC sin tener una formación formal en programación. En este caso, puede ser necesario algún nivel de participación de TI cuando las aplicaciones sin código se conectan con sistemas críticos o empresariales.
Tendencia del poco código en las empresas
Según Chris Wanstrath, ex CEO del repositorio de código Github, "el futuro de la codificación no es codificar en absoluto". Las aplicaciones low-code/no-code (LC/NC) están ganando popularidad, ya que proporcionan un ajuste cercano a los requisitos de los negocios, se pueden implementar rápidamente y, por lo general, cuestan mucho menos que los sistemas desarrollados internamente.
Las aplicaciones LC/NC proporcionan a los usuarios la capacidad de desarrollar sus propios sistemas de manera rápida y sin necesidad de contar con desarrolladores profesionales, al tener la opción de diseñar y configurar sus sistemas individuales o grupales con interfaces intuitivas.
Para Chris Johannessen, director de transformación digital de la firma Axis Group, "las organizaciones de TI necesitan mantener cierto control sobre el desarrollo del sistema, incluida la selección de las herramientas de LC/NC que apoyará la empresa".
En una publicación realizada por Harvard Business Review, se indica que, hasta ahora, el software LC/NC requiere algún nivel de participación de TI cuando interactúa con sistemas de misión crítica o de toda la empresa. La supervisión de LC/NC puede controlar el fenómeno de la "IT en la sombra", pero existen desafíos de gestión. Por ello, se debe alentar a los gerentes de departamento a facilitar el desarrollo de LC/NC y a que se informen sobre cómo funciona la tecnología.
Adopción del software sin código
Al permitir que los usuarios no técnicos creen aplicaciones de software sin codificación, estas herramientas pueden paliar la escasez de recursos destinados al talento de desarrollo de sistemas. En el informe global "Estado del Low-Code 2021″ de la firma Mendix, se muestra que, en 2021, el 33 por ciento de los encuestados indicaron que su organización está utilizando LC para el modelado y la visualización de datos. Otros casos de uso para el LC entre los encuestados son la seguridad de los datos, la automatización de los procesos de trabajo y el desarrollo de aplicaciones de comercio electrónico.
Los programas LC/NC se pueden utilizar para interactuar con el software de productividad de oficina, análisis, desarrollo de sitios web y móviles y la automatización del marketing (herramientas como Retool, Zapier, Airtable y Necksaver).
Según Gartner, los ingresos del mercado global de plataformas de low-code fueron valorados en casi 22,5 mil millones de dólares estadounidenses en 2022 y se prevé que alcancen aproximadamente 32 mil millones de dólares estadounidenses en 2024. Se espera que el mercado crezca con una tasa de crecimiento anual del 26,1 por ciento durante este período.
Las organizaciones ya ven los beneficios de usar estas plataformas, ya que casi el 60 por ciento de ellas indicaron –según Mendix– que el uso de código bajo aumenta los ingresos y ayuda a reemplazar los sistemas heredados (legacy).
Otros beneficios incluyen las capacidades de monitoreo de estas plataformas, así como su accesibilidad y velocidad multiplataforma en comparación con el desarrollo tradicional.
Dados estos beneficios y la amplia variedad de casos de uso para estas plataformas, las tecnologías de desarrollo de bajo código están aumentando tanto en popularidad como en adopción.
Esto se ilustra por el hecho de que se prevé que el mercado global de desarrollo de bajo código crezca un 23 por ciento en 2021, y es poco probable que este crecimiento se ralentice en los próximos años, según datos confirmados por el Reporte de Tecnología de la firma Tabuga.
El reto de la tendencia sin código
Sin lugar a duda, la creciente popularidad de las herramientas de desarrollo de low-code/no-code (LC/NC) permiten a los usuarios diseñar e implementar sus propios sistemas de forma rápida y rentable. La barrera de entrada para mercados como el nuestro es la necesidad de cierto nivel de participación en TI para algunos procesos de la empresa.
Los programas LC/NC generalmente funcionan en plataformas en la nube, lo cual genera otra barrera, la impositiva. La administración tributaria en la República Dominicana visualiza al software en la nube como un servicio, clasificando automáticamente al low-code/no-code como un servicio gravable, es decir, una remesa o compra al exterior.
La versatilidad que proporciona el low-code/no-code para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) es que les ahorra la inversión en personal especializado para procesos que actualmente pueden ser simplificados. La perspectiva de que el software "con su fuente" es lo único que está exento de gravamen, lo vemos como una medida que genera una exclusión para el tejido económico más grande del sector empresarial.
Entendemos que se deben homologar los gravámenes del software en el país, debido a que son parte esencial del motor de desarrollo de la tecnología a nivel nacional. Con el avance de las nuevas tendencias, nos queda claro que el concepto de territorialidad en términos de inteligencia artificial y otras tecnologías que operan en la nube pueden ser inaccesibles para quienes más lo necesitan para crecer.
Cambiar el paradigma de las exenciones es crítico, ya que debemos pasar del hardware al software, dado que la economía de la tecnología es descentralizada. Los usuarios ya no utilizan código, sino interfaces visuales. La interpretación tributaria debe actualizarse para reflejar el dinamismo de este siglo.
A medida que nos adentramos en un futuro cada vez más digital, las plataformas de desarrollo de low-code/no-code se presentan como aliados poderosos. Posibilitan la democratización del desarrollo de software, habilitando a personas de todas las disciplinas para transformar sus ideas en aplicaciones funcionales, y todo ello sin necesidad de una formación técnica exhaustiva.
La agilidad y la eficiencia son dos de los beneficios más destacados que estos sistemas aportan, al minimizar la dependencia del código manual, se acortan drásticamente los ciclos de desarrollo, permitiendo una rápida implementación de soluciones y una adaptación dinámica a las cambiantes necesidades de las empresas.
Fomentar la tendencia a nivel local
La adopción de las tecnologías de low-code/no-code en la República Dominicana puede impulsar la innovación dentro de las organizaciones. Al desmantelar las barreras técnicas, se libera el potencial creativo de todos los miembros de una empresa, promoviendo un espíritu de colaboración y experimentación que puede dar lugar a soluciones disruptivas y competitivas.
Al permitir un mayor acceso y participación en el desarrollo de software, estas herramientas no solo están cambiando la forma en que creamos tecnología, sino también incrementando el valor de las nuevas empresas en el país. En este contexto, surge una interrogante: ¿perseveraremos la tradición de complicar el camino de los innovadores locales?
Es evidente que ha llegado el momento para un cambio, es hora de aligerar la carga, potenciando estas herramientas como motor de innovación y democratización en el desarrollo de software.