Los comentarios y estímulos del distinguido lector Eduardo De La Rocha me llevaron a continuar mis investigaciones sobre la delicada realidad que rodea la reconstrucción del mando de las Fuerzas Armadas haitianas. Avanzamos lentamente para que el lector alejado pueda captar las dificultades. El martes 27 de marzo de 2018, el presidente Jovenel Moïse y el primer ministro, Dr. Jack Guy Lafontant, presentaron e instalaron oficialmente a los miembros del estado mayor de las Fuerzas Armadas de Haití en el palacio nacional.
La 2ª oficina del estado mayor o G2 es el departamento responsable del análisis de inteligencia. El término “segunda oficina” se utiliza comúnmente para referirse al servicio de inteligencia del Ejército. Como parte del trabajo del estado mayor, el intendente o G4 apoya a su comandante en la planificación y toma de decisiones sobre el abastecimiento de tropas y en todos los asuntos relacionados con las finanzas del Ejército.
Antes de la llegada al poder del Dr. François Duvalier (22 octubre 1957 – 21 abril 1971) y de todos los acontecimientos que afectaron a las Fuerzas Armadas, conviene recordar las prácticas políticas que se iniciaron bajo la presidencia de Sténio Vincent (18 noviembre 1930 – 15 de mayo 1941) con el objetivo de politizar el Ejército y debilitar el mando militar.
«El comandante Durcé Armand (11 de enero 1895- 3 de junio 1966) era protegido por el presidente Vincent y muy admirado por los oficiales del palacio por su munificencia y sus grandes dotes militares. Démosthène Calixte (6 agosto 1897 – 7 diciembre 1970), líder surgido de las filas, contaba con fieles seguidores entre los oficiales que le admiraban por su inteligencia, rectitud e integridad. Los jóvenes oficiales se identificaban tanto más fácilmente con el coronel cuanto que se sentían particularmente frustrados por la autoridad acumulada por el todopoderoso mayor Armand, jefe de la casa presidencial y del cuartel Dessalines. Démosthène Calixte estaba en el Cuartel General sin armas; Durcé Armand tenía muchas armas.
La rivalidad entre los dos jefes militares llegó a su punto culminante tras la masacre de haitianos en la frontera dominicana (octubre 1937); en aquel momento se respiraba un ambiente de crisis entre los jóvenes oficiales de la Guardia Haitiana que, no menos humillados por la provocación dominicana que por la falta de reacción de las autoridades civiles haitianas, querían instaurar una dictadura militar en el país. El plan de los conspiradores consistía en liquidar al mayor Armand, derrocar al presidente Vincent y sustituirlo por el coronel Calixte» (Charles Dupuy, El Caso Calixte).
Siempre es útil recordar al lector lejano que en aquella época las rivalidades entre negros y mulatos también estaban presentes en el Ejército…
El gobierno de Jean-Claude Duvalier (1971-1986) logró modernizar considerablemente las relaciones en el mando de las Fuerzas Armadas de Haití. Hubo constancia en la capacitación y una clara evolución positiva. En plena Guerra Fría, Haití contaba con la presencia de oficiales becarios desde West Point hasta Taiwán.
Desde el 27 de marzo de 2018, el coronel Derby Guerrier, G2/G4, ha resucitado las dos oficinas con espíritu de superación y un enfoque modernizador para hacer frente a los retos del siglo XXI. El trabajo es laborioso, porque el coronel Guerrier tuvo que empezar con las manos y los archivos vacíos…