La mayoría conservadora de la Corte Suprema de Estados Unidos en una serie de dictámenes emitidos en cuestión de dos días invalidó el perdón de la deuda estudiantil prometido por el presidente Biden a los estudiantes universitarios de escasos recursos. En segundo lugar, esta misma corte falló a favor de una compañía de diseño de redes en la internet opuesta a ofrecer sus servicios a parejas del mismo sexo, lesionando así las aspiraciones de la población identificada como LGBTQ; mientras un tercer veredicto, dio por terminada la política de discriminación positiva en el proceso de admisión en las universidades de Harvard y de Carolina del Norte. Dichas sentencias, casi simultáneas, apuntan hacia un viraje radical en amplias esferas críticas de la vida social y política del país.
El veredicto relacionado con la acción afirmativa llamada también discriminación positiva, pone fin a décadas de acomodo para ciudadanos de origen Afro estadounidenses e hispanos quienes contaban con un cierto número de asientos que les permitían ingresar a estos centros universitarios de gran prestigio teniendo en cuenta las desventajas histórico-estructurales que como grupos étnicos han sufrido.
El pasado jueves, 29 de junio en una votación de 6-3 los togados de la denominada super mayoría conservadora decidieron poner fin a unos de los pilares de la lucha por los derechos civiles de los años 60s; la acción afirmativa. En una penosa defensa ante lo indefensible, el juez afroamericano Clarence Thomas, de la bancada conservadora de la Suprema, justificó su decisión alegando un impresentable argumento “A pesar de que dolorosamente estoy consciente de los estragos sociales y económicos que le han ocurrido a mi raza y a todos los que sufren discriminación; yo sostengo la esperanza de que este país habrá de cumplir con sus principios claramente enunciados en la declaración de independencia de los Estados Unidos de que todos los hombres son creados iguales, son ciudadanos iguales, y como tal deben ser tratados ante la ley” tal declaración rebasa los linderos de lo asqueante.
Con esta sentencia, en lo adelante los aspirantes de cualquier raza habrá de ser tratados como si estos en términos reales disfrutaran de igualdad de oportunidades no obstante el histórico peso de la discriminación estructural que acompañan desde su nacimiento hasta la muerte al ciudadano en Norteamérica frente a quienes tanto por raza como extracción social provienen de sectores privilegiados. En lo tocante al caso 303 Creative V Elenis; el mismo fue llevado a la corte por la organización Alliance Defending Freedoom (Alianza en Defensa de la Libertad en español) entidad clasificada como un grupo extremista cristiano. Los argumentos legales utilizados se fundamentaron en evidencia a todas luces cuestionable. Pero el tiro de gracia fue dado por el veredicto de este pasado viernes mismo que invalidara el plan trazado por la administración Biden de condonar parte de la deuda estudiantil a por lo menos 40 millones de estudiantes quienes contaban con dicho alivio.
La celeridad de estos veredictos muestra la disponibilidad de los jueces de la mayoría conservadora en violentar medio siglo de precedentes legales ya establecidos, estampando su impronta en esferas de la vida nacional estadounidenses en donde un consenso ya se había logrado en lo tocante a ciertos temas. Mismos que se unen al dictamen del pasado 24 de junio del 2022 en donde la misma supermayoría conservadora abrogo el precedente legal de Roe v Wade sobre el aborto que también había gozado de precedente legal por unos 50 años en la nación. De ahí que nos encontremos en una histórica involución en materia de derechos humanos en EE. UU. desde la pasada administración Trump. No obstante, en la actualidad, el derecho al aborto es apoyado por un 61% de los norteamericanos. El perdón parcial a la deuda estudiantil goza de un 62% de aprobación. La decisión de abrogar la acción afirmativa fue emitida aun cuando un 63% de la población apoya la continuación de dicha política, un 71% opina que los matrimonios del mismo sexo deben reconocerse por ley y otorgárseles los mismos derechos a las parejas tradicionales.
Varios expertos en materia constitucional ya se han pronunciado en contra indicando que en la actualidad, la Suprema Corte se ha independizado tanto del sentir de la opinión publica y sus deseos y el mismo sentir del espíritu mismo de la constitución que hoy la democracia estadounidense se ve sitiada al tiempo que su prestigio y la confianza de la población en la misma se han visto lesionadas últimamente por los múltiples escándalos que han implicado a los mismos jueces conservadores (Clarence Thomas, Samuel Alito y Neil Gorsuch) en actos reñidos con la ética como el aceptar vacaciones pagas por años, suntuosos regalos e interacciones con multimillonarios e intereses corporativos y empresariales que han levantado mucha suspicacia en toda la nación.
La actual embestida en contra de los derechos dada por la Suprema Corte indica que ya no habrá ningún miramiento hacia la formulación de más anti-políticas por la bancada republicana, ahora más envalentonada con los triunfos recientes. De hecho, el gobernador de Florida y también aspirante al solio presidencial Ron DeSantis ha puesto en vigor unas 200 leyes muchas de las cuales muchas bordean lo absurdo, pero que de manera expresa se dirigen a invalidar y desmontar derechos y conquistas de los trabajadores y la población inmigrante. Ya en junio por ejemplo el gobernador de Texas Greg Abbott se dio el lujo de firmar una ley que derogaba el derecho de los trabajadores de la construcción al derecho al descanso corto de 15 minutos para inclusive tomar agua, siendo obligados a trabajar en el sol abrazador en donde varios trabajadores ya han muerto por el calor extremo en sus puestos de trabajo.
Lo que hoy advertimos en Norteamérica, su obstinada deriva hacia el militarismo, el armamentismo, el fundamentalismo religioso, la intolerancia de la desigualdad, criminalización de la pobreza, la misoginia, racismo estructural y el supremacismo blanco que día tras día se expande a lo largo y ancho de la nación; ojalá genere un repudio generalizado que se exprese en las próximas elecciones presidenciales en donde se detenga el inexorable avance de esta embestida conservadora en el país.