El 2022 comenzó con fuerza. Y más en nuestro patio, cuando la inefable Netflix nos señala que una de las diez favoritas en su plataforma para los dominicanos en Don’t Look up (traducida al español latinoamericano como No miren arriba) y que CNN le dedica un artículo de opinión de Holly Thomas el mismísimo 30 de diciembre del 2022. Disponible en el  enlace siguiente: https://cnnespanol.cnn.com/2021/12/30/opinion-dont-look-up-error-crucial-trax/

Meryl Streep representa a la presidenta Janie Orlean en "Don’t Look Up".

La intención, de la película como del artículo, es “mofarse temprano del posible candidato no-demócrata por un partido trumpiano” (porque va de todas maneras) y que no les permite esconder el refajo con sus colores partisanos. Y Holly Thomas rememorando que el 8 de enero de 2017, la súper nominada y oscarizada varias veces, la idolatrada Meryl Streep de ¡Mamma Mia!, en la entrega de los Premios Globo de Oro, pronunció estas palabras: «(pertenezco a) los segmentos más vilipendiados de la sociedad estadounidense en este momento", pero que si los echaban, el público no tendría "nada que ver más que el fútbol y las artes marciales mixtas, que no son artes».

En buen lenguaje entre palomos capitaleños, le “mentó la madre” al encarar el distanciamiento con el manipulador de los medios en que se erigió el entonces recién juramentado presidente de la Unión Americana. Parece que la respuesta de Meryl y compartes tardó hasta ahora para encararle al ex y temido futuro candidato, su agenda oculta de minusvalía ética al menospreciar el peligro del “cambio climático” (en la película, el cometa amenazante con impactar la Tierra) y preferir aliarse a los aprovechados de “buscar tesoros” sin importar el peligro ni los riesgos.

Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence interpretan a científicos con un mensaje importante en la película "Don’t Look Up".

Leonardo Di Caprio y su alumna doctoral, descubren –en la Michigan State University (¡por fin que salimos de cliché de quedarnos en el Ivy League!) – un cometa mata-planetas y se enfrentan al juego de la política trasera, de callejones y mentideros, que pospone el enfrentamiento de un tema de vida o muerte… planetaria con la razón que sea. Hasta aquí la película, pero continuamos con la política…

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Holly Thomas aterriza en la reflexión del rol de los científicos y la ciencia en el embrollo de la baja y la alta política, recurriendo al rol de un científico de moda, el Dr. Anthony Fauci. El prestigioso epidemiólogo tuvo que enfrentar los “fake news” emitidos por el mismísimo presidente Trump. Con un récord de apartidismo, la mayor acusación fue endilgarle la etiqueta de demócrata y así relativizar su mensaje como una falacia del “enemigo”.

Leonardo Di Caprio caracteriza este rol, tratando de imponer la verdad, a pesar de la estolidez humana. Una característica que se ha acentuado por la polarización en los extremos ideológicos en los que la realidad actual se parece a la “imaginada” por los guionistas. Hacer el paralelo con el “cambio climático” es solo un paso… que lo dio Trump cuando se desafilió del Acuerdo de París allá en su… ¿lejano período de gobierno?

Don’t Look Up tuvo un estreno limitado en cines el 10 de diciembre de 2021, antes de lanzarse en el servicio de streaming de Netflix el 24 de diciembre de 2021. Recibió reseñas mixtas de los críticos, no obstante, fue nombrada una de las diez mejores películas de 2021 por el National Board of Review y el American Film Institute. Recibió cuatro nominaciones en los 79ª edición de los premios Globo de Oro, incluida mejor película-Comedia o musical, y seis en la 27ª edición de los Critics' Choice Awards, incluida mejor película.

Unos resultados como para sospechar de la influencia anti-trumpiana de la industria, o, tal vez, de Meryl. Como para añorar a la era McCarthiana en Hollywood de los años cincuenta.

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Tal vez la prisa lleva a simplificar los significados complejos. El libretista-director Adam McKay llega a poner en boca del Dr. Minsky, encarnado por Leonardo di Caprio, la afirmación de que las matemáticas dicen la verdad, que los hechos dicen la verdad. El Dr. Minsky apela a una epistemología, gnoseología  o teoría del conocimiento muy “demodé” porque en el siglo XXI apelar a una causalidad tan “rústica” dice mucho de su mediocridad como astrónomo con un doctorado y profesor de una prestigiosa universidad. La realidad es un producto del régimen caótico provocado por el «Big Bang» postulado por el sacerdote-físico-astrónomo Georges Le Maître, de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, en los inicios del siglo XX y base de la teoría cosmológica moderna (Que algún gringo quiso atribuírselo a Edwin Hubble). Vamos, dejémoslo aquí, porque al fin y al cabo, la película es una sátira y no resiste más disección crítica de mi parte. Honor a la simplicidad y más cuando nos hace reír.