I: Una explicación de conveniencia del sistema

El interés de la inclusión de las mujeres en los procesos electorales con miras a que sean incluidas se inscribe, tendría su principal motivo -y hago un juicio de valor inducido por la lógica-, en la necesidad imperiosa del sistema político y la democracia de aumentar la motivación de la mujer a involucrarse activamente en la participación política.

A mi juicio, resulta ser una salida maestra del sistema patriarcal ya que ese género se había convertido en algo más de la mitad del padrón electoral y resultaba, además de lógico, saludable para salvaguardar el sistema de partidos y la propia democracia -y la hegemonía del varón-, que ya famélica y amenazada por la gran desafección que acusaba el sistema de partidos -con los machos a la cabeza-, pues presagiaba la crónica de una muerte anunciada de dicho sistema y una confrontación de los nervios del poder, macho-hembra -que aunque silente, no andaba lejos-.

Es de ahí que la lógica política y del arte de la guerra aconsejaría que era inminente que a la casi dueña del guante y la pelota habría que meterla al juego. Imagínese, 51.10% y creciendo de participación electoral, más el 60% en las universidades, nadie podría aguantar esa bomba de tiempo de la revolución de las mujeres y si no, se le hace posible, empoderarse de igual a igual con el hombre, según la fuerza de la dialéctica y el paulatino empuje de la mujer, se podría hablar de que este género-forzado, porque la época pare un corazón, que no le quedara otro remedio o vía, de impulsar, por separado, y crear su fuerza electoral-de categoría  avasallante. Y en efecto, formará sus propias organizaciones feministas y desplazará a los hombres en el poder y en la representación.  Yo diría no total, pero la paridad forzosa. ¿Me pase?! No, esa es la realidad!

II: Algunas consideraciones a favor de la cuota de género.

 

Actualmente, el Pleno de la Junta Central Electoral, encabezado por su presidente, Román Jáquez Liranzo, está proponiendo la Paridad. ¡Hagámosle caso, esto no es ni suplica ni relajo, es una necesidad del sistema político y la democracia.  Aunque no vamos a dedicar tiempo a las razones de la Junta Central, que a veces se confunde que con ideal de envidia provocada porque en la región la paridad está reconocida por; Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela. No, jamás de los jamás. Es porque la Paridad es una vacuna a la agonizante democracia. Pura y simple.

III: Algunos criterios sobre relegación de la cuota femenina

Jáquez Liranzo, Román, en Temas Electorales, Vol. I, página 330, Capitulo 11, sostiene que el propósito es concientizar que la paridad, desde su óptica, no se limita a garantizar un porcentaje a favor de la participación de la mujer, sino, más bien, que se desprenda una política estatal estructural que promueva la participación y garantice la integración paritaria de la mujer como la mitad de la sociedad en los órganos de representación popular (Ver su criterio en su libro).

– Del Seminario Internacional: Una década de Cuotas Femeninas en América Latina. Balance y Perspectiva para la Participación Política de la Mujer, 13 al 15 de octubre del 2008, aunque reconocen que desde los años 97,s, hasta el momento se ha avanzado mucho respecto a la representación de la mujer en los estamentos de tomas de decisiones políticas. Y dentro de sus temas, estuvo la Paridad, cuya esencia del tema sentenció ¨ crear los mecanismos y una cultura favorable a la participación política de las mujeres, y la necesidad de pasar de un poder concentrado en las elites y/o cúpulas hacia formas de ejercicio del poder más horizontales, democráticas e inclusivas. (P. 12 Ob.Cit.).

– En Análisis del Sistema Electoral Dominicano y Representación Políticas de las Mujeres, Republica Dominicana, agosto 2010, en el Prólogo de ese Seminario, nos ofrece el criterio de que las propias feministas abogan por que se establezca la diferenciación de géneros para la participación de la mujer en los procesos políticos. Agregan que ¨la baja representación no es un problema técnico, sino es un problema político e ideológico. Pero, la fuente citando a Sartori, establece que este cientista político y electoral, acuña que ¨ni las instituciones ni las constituciones pueden hacer milagros, muy a pesar de la estructura legal. –Y a esta máxima, quiero prestarle mucha atención, ya que a mi juicio, implica, como dice la canción de los Guaraguaos, que no basta rezar… que hacen falta muchas cosas… para conseguir la paz, o sea, que el problema de la realidad de cuota es de carácter social, psicológico y cultural, y no importa que las recete una ley.

– En el prólogo de, Mas mujeres, más democracia, en lo atinente a los propósitos del abordaje del tema, se plantea se trató de conocer la justicia electoral durante el 2016, sujetado al principio de apoyar la capacidad de respuesta hacia la igualdad de género (…), y facilitar el acceso de las mujeres a oportunidades y habilidades para ejercer sus derechos políticos y participar en la toma de decisiones. (mayo 2018, pag.4)

IV: Panorama legislativo

Obviando el discurrir histórico de la cuota de género-que ha sido una conquista importante. Dado que de un 25% que dispuso la  ley 275-97, en su artículo 68, ya en 22 años- y poquito lo encuentro- según artículo 53 de la ley 33-18, la cuota está en un rango, 40% mínimo, ni más de un 60%. Siendo el 40% el porcentaje mínimo que los partidos deben garantizar para la inscripción de sus candidatos.  Entonces, el propuesto por la Junta Central Electoral es de 50-50, hombre y mujeres en las  boletas electorales (naturalmente, en los cargos plurinominales, o sea, alcaldía y diputaciones)

V: Algunos datos estadísticos: (Mujer, comportamiento electoral y participación política)

Tabla 1: Padrón y votos elecciones municipales 2020 (Cuota 40-60%)

Votantes Total Votaron % Emitidos % votantes
Mujeres 3,828,786 7,487,040 1,736,538 45.35 3,679,081 50.10
Hombres 3,658,254 1,729,816 47,29 49.90

Padrón y votos elecciones Presidenciales y Congresuales 2020

Votantes Total Votaron % Emitidos % votantes
Mujeres 3,850,393 7,529,932 1,958,452 50.86 4,163,305 50.39
Hombres 3,679,539 1,928,097 52,40 49.61

Elaboración propia con datos JCE

Se aprecia que las mujeres estando en mayoría en lo municipal, sus curules o puestos electivos no se corresponden con las cuotas (Y lo vamos a ver a seguidas), como paradoja de pertenencia, votaron con mayor entusiasmo en el nivel presidencial que en el municipal. Se aprecia, un 45.35 en lo municipal y un 50.86% en lo presidencial. Pero el municipal, los hombre votaron un 47.29 y las mujeres un 45.35. O sea, paradójicamente, votaron más por el nivel presidencial y congresual que por la municipal que fue su banco de representación, aunque tercerones, pero su nicho electoral donde llevaban más candidatas. Cuestión que huele a fenómeno, pero, real.

Tabla 2. Nivel Municipal 2020 (Comportamiento de la mujer, 2020-2016: una muestra.

Cargo M % H % Candidatura Dif. H y Mujer  

 

Más hombres

Alcalde(sa) 19 12 158 88 158 139
Director (a) 22 9 213 9.13 235 191
Regidor (a) 352 30 812 70 1,164 460
Vocal 202 30 533 70 735 331
T. General 595 26 1,697 74 2,292 1,102
Municipales 2016
Subdirectora 213 91 22 9 235 191 Mas Mujer
Regidora (a) 446 38 635 55 1,164 189 Mas hombres

En la tabla anterior, para tener una línea de comparación, me permito mostrar estadísticamente el resultado de las elecciones 2020, entendiendo que para el 2016 la cuota era 33% y para el 2020, la cuota es 40-60 (Tope mínimo y tope máximo). El % es 26 para dicho año 2020. Como se aprecia, el nivel municipal, ha salvado la cuota de género, aunque por debajo de lo establecido.

VI: Enfoque sociológico y lógico:

Un alumno en la materia de sociología electoral y comportamiento que imparto, dijo que es un reguero de excusas (…) de las mujeres que ellas teniendo un40-60%, no llegaban alcanzar, en algunos casos, ni como completar las cuotas en las boletas electorales de sus partidos.  Mi alumno perdió de vista, según mi juicio de que el problema que las mujeres se queden rezagadas no es 100% que haya discriminación, que ellas no se fajan, que ese 40% sobran números respecto a su voluntad. Según mi humilde razonamiento, el asunto no es tan simple ni tajantemente así. La baja presencia de las mujeres en curules no es medalaganariamente ni que los hombres y el sistema las discrimina simplemente. Detrás de una candidata, sobre todo, hay una mujer y sus características como ser humano es muy diferente a la de los hombres. A parte de la falta de interés, cabe agregar, falta de oportunidad de la vida misma. Desde su rol irrenunciable de madres, sobretodo. De sus características hormonales, socialización, etc. Veamos:

Desde la óptica sociológica, tenemos elementos tales como:

– Aspectos tangibles y somáticos:

  1. Sociedad Patriarcal (Herencia de nuestros ancestros)
  2. Hombres libres y sin tabúes
  3. Competencia desleal desde las ópticas hormonales y psíquicas
  4. Recursos/logísticas, otros. 

– Aspectos Psicológicos:

  1. Maternidad irrenunciable. ¡Que se pierdan todos, menos mis hijos!
  2. Embarazos y la Luna. La primera genera unos trastornos hormonales que el olor de ayer es el ratón muerto de hoy.
  3. Amamantamientos. No hay olimpo que se cambie por este rol. Y más, tal es así, que el síndrome de mamá gallina no se cambia por ningún premio, cargo, promesa o elevación a su culto y
  4. El valor de la lealtad familiar de la mujer está por encima de todo. Esta es capaz de renunciar a todo si un familiar compite con ella. La mujer es un espécimen muy sui generis.

 

En Manual de Psicología Jurídica, de la autoría de Emilio Mira y López que analiza las actitudes y las predisposiciones de los individuos, quien se auxilia de los factores de los que depende la reacción personal en momento dado, que son; heredados, mixtos y adquiridos. Por lo tanto, una mujer y un hombre en estos tres aspectos son diametralmente diferentes. Finalmente, lo que queremos significar es que la mujer es un ente social y humano, pero con características diferentes a los hombres. En tal sentido la cancha de la mujer para terciar en puestos de elección con hombres, es la equivocada y la más inequitativa. Nunca, pero nunca, se ha visto que en materia de competencia, y la deportiva es nuestro mejor ejemplo, las luchas libres, los campos y pistas, el boxeo, etcétera la mujer se bate en la misma categoría que las de los hombres. En política se pone a competir de manera de lucha imposible de profunda inequidad. Por lo tanto, la paridad, como se ha visto en otros países, aún no ha resuelto la representatividad ni el alcance de escaños para las mujeres. En efecto, a mi juicio se puede poner un 100% la boleta de mujeres, y los hombres y las propias mujeres, mejor prefieren que se hunda la ¨democracia¨, los hombres por resabios y resistencia y las mujeres porque su naturaleza, aunque participe en procesos políticos, su conexión biológicas y psicosociológica es ser mujer ante todo. Por lo tanto, si se quiere la paridad, habría que liberar a la mujer de luchar contra hombres, deberá pensarse en una fórmula que las mujeres en las asambleas electorales, las boletas se subdividan en, Masculina y Femenina, y el cuerpo electoral deberá votar 50-50, de lo contrario de nada vale que se inscriban mujeres a competir contra hombres, solamente para completar una cuota. La realidad política y electoral es otra. El macho alfa siempre saldrá a dar codazos. Esa es su naturaleza.