Uno de los más importantes personajes médicos de la época fué el Dr. Ramón Emeterio Betances, quien además de médico fue uno de los participantes en la Restauración Dominicana y en el Grito de Lares en Puerto Rico. El Dr. Betances nació en Cabo Rojo , Puerto Rico en 1827, hijo de un dominicano y una puertorriqueña. Estuvo por primera vez en Santo Domingo en el 1860, pero se fué a Puerto Rico tras la anexión. Vuelve a nuestro país en el 1867, luego de haber sido expulsado de Puerto Rico. Entre 1867 y 1869, realizo numerosas intervenciones quirúrgicas en Santo Domingo. Fue expulsado de nuestro país en 1869 por el Presidente Baez, y se fue a Paris, allí conoció al General Gregorio Luperón, y regresa de nuevo al país en 1875, esta vez a Puerto Plata, donde realizó una gran obra, ofreciendo consultas y operando a todos los que requerían sus servicios. El ayuntamiento de Puerto Plata le rindió diversos homenajes, por sus cualidades y dedicación al servicio publico. Se decía que tan pronto se supo de la calidad y disposición del Dr. Betances, venían a verle todos los enfermos y ciegos de los alrededores. El periódico El Porvenir del 1875 decía que la llegada de Betances a Puerto Plata “había sido una providencia para sus habitantes”. Los puertoplateños le llamaban “médico santo” y los puertorriqueños “padre de los pobres y los negros”. Escribió diversas obras, entre las que se destaca la biografía que realizó del Arzobispo Meriño. Fue además responsable de comprar en Francia la estatua de Cristobal Colón que esta colocada en el parque del mismo nombre en la ciudad de Santo Domingo. Este hombre extraordinario, quien fuera no solamente oftalmólogo, sino filántropo, escritor, humanista y prócer murió en Paris el 16 de septiembre del 1898.
Otro médico que dedicó parte de su quehacer al ejercicio de la oftalmología, lo fue el Dr. Juan Justo Osorio, quien ejerció en Santiago, Montecristi, La Habana y finalmente en San Francisco de Macorís. Considerado un personaje de numerosas anécdotas y de intensa vida, fue un tanto nómada y no tenemos mucha información sobre su actividad profesional. También ejerció la Oftalmología en San Pedro de Macorís, pero ya más cerca del 1900, el Dr. Monagas.
En los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, las clases de Medicina se daban en el Instituto Profesional, y ya hacia el 1914, se reabre la Universidad. En el Instituto Profesional impartió oftalmología el Dr. Lyon, pero quien organiza la cátedra de oftalmología en la Universidad de Santo Domingo, fue el Dr. Wenceslao Medrano. El Dr. Medrano nació en Bani y se graduó de médico en el 1910. Realizó estudios de postgrado en New York, y fue profesor de oftalmología por muchos años. La oftalmología se enseñaba en el quinto año de medicina. El Dr. Medrano tras su regreso al país en 1919, se estableció en la Vega, donde ejerció por varios años, hasta que en 1930, el recién juramentado Presidente Trujillo, le pide que venga a Santo Domingo, donde inaugura un Hospital de Pobres, que funcionaba en horas de la noche.
Al igual que otras especialidades médicas que se iniciaban en el siglo XIX la oftalmología dominicana estuvo marcada por los llamados Médicos de París. Nuestros profesionales de la medicina recibían el titulo de Licenciados en Medicina y Cirugía y luego viajaban a París para conseguir su doctorado y realizaban estudios centrados en las diversas especialidades. En nuestro país no fue hasta la década de 1960 que se iniciaron las especialidades médicas.