Al llegar diciembre, muchos cristianos comienzan a celebrar la navidad. Para ellos, celebrar la navidad y apartar un día del año para recordar el nacimiento del Salvador es algo muy bueno. Sin embargo, además de la opinión del hombre, todavía existe una única opinión: La Palabra de Dios, La Biblia. Un auténtico cristiano debe preocuparse, no por lo que diga o haya establecido el hombre, sino por lo que diga Dios. “Así ha dicho el Señor” es el juicio más elevado para todo.
¿Existe algún mandamiento en la Biblia para que recordemos el nacimiento del Señor? Qué pena que la mayoría de los cristianos hemos olvidado hacernos esta pregunta. De acuerdo a la Biblia, el Señor únicamente nos ordenó que recordáramos Su muerte en Su cena. Él no nos ordenó que celebráramos la navidad o la pascua. Una persona que cree firmemente en la Biblia estará de acuerdo con que lo que Dios no ha ordenado es tan significativo como lo que Él ha ordenado. Muchos dirán: “Dios no nos prohíbe celebrar la navidad”. Pero, ¿ha ordenado Dios que la celebremos? La norma de nuestro andar no es si Dios ha prohibido algo o no, sino lo que Dios haya o no haya ordenado. No sólo nos debemos de restringir de aquello que Dios ha prohibido, sino que no debemos hacer aquello que Dios no ha ordenado.
Nuestro sabio Señor sabe que tal remembranza de este día es inútil. Esta es la razón por lo que no podemos encontrar en la Biblia la fecha del mes y día en los que Cristo nació. Al escribir la Biblia, el Espíritu Santo intencionalmente omitió esta fecha. Esto muestra la intención del Señor en cuanto a este asunto. Dado que la Biblia no dice nada, nadie puede decir de manera definitiva cuándo nació el Señor Jesús. Sin embargo, podemos afirmar definitivamente que el 25 de diciembre no es la fecha del nacimiento de Cristo. Lucas 2:8 nos dice que cuando nació el Señor, los pastores vigilaban las ovejas. De acuerdo a la costumbre y los hábitos de ese tiempo, cuando llegaba octubre, los pastores ya no vigilaban al rebaño por las noches. No hubiera podido haber pastores en el desierto al final de diciembre. Incluso, si el Señor Jesús hubiera nacido a la mitad del invierno en diciembre, ¿cómo es que María, que había estado embarazada por diez meses, pudo haber viajado de Nazaret a Belén? Las palabras de nuestro Señor dicen, “Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en el Sábado” (Mt. 24:30).
Ya que el nacimiento del Señor no fue el 25 de diciembre, ¿de dónde viene la navidad? ¿Quién estableció la fecha del 25 de diciembre? Tres días antes de esta fecha es el solsticio de invierno, el cual es el día más corto del año. Después del 25, los días comienzan a ser más largos. Los idólatras en todas partes del mundo tomaban este día como el nacimiento del dios del Sol. En ese entonces en Roma, las festividades se llevaban a cabo en los grandes teatros para celebrar esta fecha. Esta fue la manera en que la iglesia en aquel tiempo adoptó, como tradición, la fiesta de los idólatras. ¡Cuán claro es que la navidad fue inventada por el hombre! Al ser una invención del hombre, ¿Por qué tenemos que celebrarla? Dios no ha ordenado que los hombres recuerden el nacimiento de Su hijo. Ya que Él no nos ha ordenado hacerlo, ¿Por qué debemos recordarlo? Todos los fieles hijos de Dios deben saber cómo contestar esta pregunta.