"Todo es mente, el universo es mental". (del Kybalion y sus 7 principios básicos.)

¿Podríamos pensar sin la mente? ¿De dónde nos llegan los pensamientos?
¿Estamos conscientes de quien es el que piensa? ¿Quién razona? Los estudios realizados en diversas universidades a través del mundo, "coinciden" en localizar en "alguna parte" del cerebro el origen de los pensamientos.

Hemos denominado la mente, como el lugar donde se almacenan los pensamientos, las memorias y, a la vez, donde se originan "esas cosas abstractas y creativas" llamadas sueños.

Sin embargo, nos sigue intrigando esa fábrica precisa y voluminosa que sostiene todo ese entramado de imágenes llamado cerebro. Con todos los instrumentos y demás "bechunches" electrónicos que hemos creado a día de hoy, no deja de sorprendernos que una masa "gelatinosa" haga las veces de emisor y receptor de transmisiones solo dadas a equipos metálicos…

Dios existe en las mentes de muchos porque no encontramos ninguna explicación razonable al milagro que compone al ser humano y demás criaturas de la tierra. ¿Cuál es el soplo de vida? ¿El cable que nos conecta y nos las da?

Un montón de grasa y músculos no parecen ser una fórmula apropiada para nuestra capacidad de "razonar" las cosas. Unos ojos capaces de visualizar todo nuestro entorno, un olfato para recabar olores, oídos para percibir sonidos y una lengua para degustar sabores.

Todo un conjunto de receptores que van directo al cerebro, el cual procesa e identifica, poniendo en funcionamiento a la mente quién a la vez asimila y discierne que, como y cuando…

Se habla de la mente consciente, la mente inconsciente y la mente "subconsciente". De las tres, quizás la más interesante y desconocida a la vez, es la última, la subconsciente. Esta es la que nos permite "escaparnos" ante el misterio de la mente y el origen de sus pensamientos.

El subconsciente es lo más abstracto de lo abstracto, o sea, un lienzo en blanco total, o negro si lo prefiere. A él le echamos la culpa de todos nuestros desatinos y pensamientos suicidas o amorosos. Este carga lo inexplicable de lo que nos sucede como lo inexplicable de la mente y sus infinitas ramificaciones.

Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la mente lo es todo, tal y como dice esa afirmación del kybalion surgida hace miles de años. Sin la mente, usted no existe. Somos el producto de lo que pensamos. La mente es inmortal e inmaterial…

Aquí tenemos que abundar un poquito en eso último. Si la mente prevalece a la muerte y continua "pensando" ¿Nuestro cuerpo es solo un "vehículo" para que la mente se pueda manifestar? Y cabe otra pregunta ¿Es la mente un parásito que se apodera de un cuerpo o materia? Y también se me ocurre otra más ¿Sería la mente capaz de ocupar otras formas no humanas?

Está dura la cosa, ya que aun sabiendo que los demás seres vivos del planeta constan de cerebro, ¿no los consideramos "ávidos" para pensar…? Quizás andarán sus mentes en otras dimensiones paralelas? ¡¡Se dice que la sanguijuela consta de 32 cerebros!! Todos los insectos, incluso, tienen cerebro.

Sabiendo esto podemos "pensar" que, ¿Somos los únicos dotados de mente? ¿O qué la mente está "supeditada" a pensar "de cierta manera" cuando eres esto o lo otro?…

Quizás estamos obligados a pensar como pensamos por nuestra condición humana y esto no signifique que somos "más" avanzados que una cucaracha que tiene dos cerebros, por lo que podría tener "dos mentes"Caramba! Tremendo lío tener dos pensamientos cruzados, ni me quiero imaginar a la pobre sanguijuela…

Lo cierto es que no sabemos nada, seguimos en el limbo en cuanto al misterio de la mente y lo que la sostiene o le da vida. Si todo es mente como afirma el principio hermético. ¿De qué manera estamos integrados a una pared? Cuál es la afiliación que tenemos con el universo?

Como habrán notado, son más las preguntas que las respuestas. Se dice que la mente puede sanarnos y destruirnos y en eso estoy de acuerdo. Mi mente me ha llevado a lugares extraordinarios de difícil explicación ilustrativa. Me ha sanado de dolencias y ha estado a punto de matarme por no saber manejar el estrés.

La fe es quizás el socio más poderoso con que cuenta la mente, solo que no nos sentimos "capaces" de usarla, ya que "ver la magia" nos haría dudar de nuestra composición humana, una composición que se va "descomponiendo" día a día y, sin embargo, nos aferramos a ella olvidándonos que en realidad somos más mente que otra cosa.

Me puedo imaginar la vida como una gran rueda giratoria o noria de feria, esa atracción mecánica, qué sentados nos levanta y nos lleva en círculos pausados. Así se monta la mente a nuestro cuerpo, somos esa estrella girando y dando tumbos que nos sobresalta y da escalofríos.

Al final, se detiene la rueda y nos invitan a salirnos y si insistimos en continuar, terminan sacándonos a patadas. Nos quedamos con un "sinsabor" de sí nos gustó vivir o no. Algunos volverán a tomar la rueda, otros preferirán llevar su mente a otras experiencias sin olvidar jamás que basta un solo cerebro para llenarse la vida de complicaciones. ¡Salud! Mínimo Lamentero