A mediados del siglo XX la empresa Dell decidió mover sus operaciones a otro país fuera de Estados Unidos. Un sondeo inicial indicó que procedería moverse a Costa Rica, pero un posterior análisis detallado, insitu mostró que la falta de activo humano se convertiría en un factor limitador que impediría fabricar computadoras eficiente y competitivamente en ese país centroamericano. Para resolver el problema Costa Rica modificó su sistema educativo en todos los niveles: primario, técnico, secundario y universitario. Sin ser pesimistas, algo similar podría ocurrir en República Dominicana cuando estuviéramos en la fase previa al inicio de la fabricación de microchips. Ante esa situación me ocupé en lugar de simplemente preocuparme para identificar recursos humanos dominicanos ligados a la Mecatrónica que es una disciplina que podría ser clave para hacer realidad el decreto 324-24 que declara como prioridad Nacional que el país se convierta en un destino atractivo y competitivo para captar inversiones para la producción de microchips, por ello dedico este artículo a mencionar profesionales dominicanos ligados a la Mecatrónica, tal como se describe a continuación.
Recientemente vi una interesante entrevista del ingeniero Irving Cedeño, quien fue coordinador de la carrera de Ingeniería Mecatrónica en INTEC, quien se graduó de ingeniero mecánico en dicha institución y cursó una maestría de esa carrera en Puerto Rico en el CAAM de Mayagüez. Cedeño ha sido docente de Ingeniería Mecatrónica por más de dos décadas en INTEC aparte de qué también ha tenido experiencia en ese campo en reconocidas industrias dominicanas. Asimismo vale mencionar al ingeniero José Manuel Vólquez graduado en Ingeniería Mecatrónica en el Tecnológico de Monterrey y que también laboró por más de tres años en la fábrica de microchips “National Instruments”que está ubicada en ciudad Juárez, México en la frontera con Estados Unidos. También resulta pertinente mencionar a Rosa Elena Espinal quien, al igual que Vólquez, se graduó en el Tecnológico de Monterrey como Ingeniera Mecatrónica. Tanto Espinal como Vólquez recibieron becas parciales de colegiatura de parte del propio Tecnológico de Monterrey y, además, la asociación “EXATEC Dominicana” colaboró económicamente con ambos para cubrir parte de sus gastos de vivienda, alimentación y Libros.
Cómo es natural, todo lo aquí reseñado es un simple esbozo de los recursos humanos que podrían colaborar en la producción dominicana de microchips. Datos adicionales complementarios podrían ser suministrados a nuestra dirección electrónica para que no sean excluidos profesionales meritorios que deberían ser tomados en cuenta por los “Caza talentos” que reclutarán el personal que será empleado por las fábricas dominicanas para la producción de microchips. Esta labor de identificación de recursos humanos meritorios la hago como un servicio al país, sin ningún tipo de interés pecuniario y que es un aporte que se suma a las decenas de años que dediqué a la enseñanza universitaria en nuestro país en la UCMM en dónde tuve el honor de ser de los creadores de la escuela de Ingeniería Industrial, la primera en su tipo en el país. Antes de concluir, debo resaltar el hecho de que la carrera de Ingeniería Mecatrónica está siendo impartida en nuestro país desde hace muchos años tanto en INTEC como en la PUCMM.