El compañero Paliza tenía razón.

En su mensaje a los dominicanos después de la barrida del Domingo cuando dijo que “el PRM se había consolidado como el principal partido de la Republica Dominicana”, demostrado con el voto de los ciudadanos que la marca (PRM) , o sea , la estructura,  primaba sobre las candidaturas . Las victorias arrolladoras en el Distrito Nacional, Santo domingo Este, Santiago, San Francisco de Macorís, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, es un fiel ejemplo de que el voto partidario jugó un papel decisivo en la victoria de los candidatos, independientemente de las simpatías de estos.

Los datos son elocuentes. De 31 municipios, el PRM triunfó en 27, es decir, un 83%.

Según la JCE el total de votantes fue de 3,872,54; es decir, un 48.1%, pero 4,282,60 no votaron, o sea, una abstención de 51,9%

Pero el PRM tomó una sabia decisión. Llevar masivamente a su gente a votar por lo cual de los tres que votaron en el país, 2, por lo menos, eran partidarios del PRM y sus aliados. Se impone, pues, una pregunta tonta. ¿Por qué la Alianza Rescate RD no llevó a su gente a votar? Los partidos que conforman esa alianza deben responder a esa interrogante. Pero, les doy una pista: no creo que fue por falta de dinero.  La Fuerza del Pueblo aseguró ayer que las elecciones municipales fueron un proceso totalmente “viciado y corrompido”, lo cual contrasta con la versión de los observadores de la OEA y de Participación Ciudadana en sus conclusiones sobre el proceso electoral.

Un ejemplo: San Francisco de Macorís. Las encuestas le daban al amigo Siquió una baja estimación de su trabajo (lo cual no era totalmente cierto), sin embargo, el candidato Alex Diaz ganó ampliamente sin problemas porque el partido amparó su candidatura. El caso de Dio Astacio en Santo Domingo Este es otro ejemplo. En pocos meses obtuvo un triunfo arrollador.

No valieron, pues, los esfuerzos de la oposición Rescate RD de denunciar machaconamente los altos precios de los artículos de primera necesidad, la inseguridad ciudadana, el supuesto mal manejo de esos males por parte del gobierno. En realidad, lo que en el fondo yacía en la sociedad era que la gente no quería volver al pasado, no quería mirar para atrás, demostrando que con la ignorancia del pueblo no se puede jugar. La tesis de la oposición era que ningún gobierno de América Latina se mantendría en el poder ante la crisis económica se derrumbó. Los hechos de las elecciones municipales demostraron lo contrario pronosticando, además, lo que pasará en mayo próximo.

De pasada, queda demostrado, una vez más, la tesis sociológica de la relación entre economía y política. O sea, la relación lineal es en “última instancia”, es decir,  no es obligatoria  sino que otros factores juegan su papel , influyendo en los resultados electorales ( como es el caso en la sociedad dominicana donde la conciencia social ( los 18 años de gobierno peledeista, la división del PLD, la lucha popular contra la corrupción y la impunidad , el desempeño del presidente Abinader, entre otros factores ideológicos) primaron sobre los elementos económicos.

Participación Ciudadana detalló elementos perturbadores que siguieron influyendo en las elecciones, (compra de votos, aglomeraciones en los recintos electorales, la utilización de celulares, denuncias de ciudadanos, poca vigilancia de los fiscales electorales, etc.) aunque la entidad observadora concluyó afirmando que esos hechos no jugaron un papel decisivo en los resultados. El informe final de los observadores de la OEA fue contundente: fueron elecciones ejemplares, un orgullo para la democracia de América Latina.

En cuanto al PRD, no debe pavonearse en sus laureles. Ser generosos y humildes con sus adversarios frente a su victoria y ser solidario frente a sus aliados. En efecto, los partidos “chiquitos” le aportaron al proceso el 8% en Moca, en San Cristóbal, un 8%, en San Pedro de Macorís, un 9%, en San Juan de la Maguana un 8%, en San Francisco, un 8%, en el Distrito Nacional, un 6%, en La Romana, un 7%., en Santiago, un 10.18%, entre otros municipios.  Al partido les espera otra jornada. Las elecciones presidenciales y congresuales, donde el papel de la marca de nuevo debe jugar su papel. No nos perdamos.

Naturalmente, la oposición pataleará afirmando que la “utilización de los recursos del poder influyó en los resultados. ¿Hasta qué punto eso es cierto? El sistema de partidos en República Dominicana tiene un problema. Los jefes de las formaciones a pesar de los tropiezos no renuncian a su “liderazgo”. Quizás, lo aconsejable es que copien de las democracias europeas que cuando los partidos pierden en las contiendas electorales los jefes de esos partidos ponen sus cargos a disposición de las bases para renovar sus direcciones y prepararse para nuevas coyunturas. Pero, eso es mucho pedir para los lideres dominicanos.

Así de simple es la cosa.