A inicios del 2000 tuve la oportunidad de visitar una pequeña y remota isla llamada Alto Velo,  el viaje inicial era a un islote llamado los Frailes a unos 17 km al oeste de la isla Beata, pero como ya conocía este destino  junto a buenos amigos, Plinio Pina. Liliana Pinzón, Martín Brito y su esposa Nylenis.  Plinio, uno de los más avispados en buceo siempre hablaba de la posibilidad de ir a la isla de Alto Velo, resulta que en un viaje nada que ver con buceo conocí un *grupo que desde Cabo Rojo se disponía a realizar un viaje de buceo cerca de la isla. Me invitaron e incluso prestaron los aditamentos ya que no andaba con mi equipo.

El trayecto un poco incómodo, en una yola con un solo motor tardó unas dos horas en llegar a los Frailes (Un islote que se encuentra a 17.5 km al oeste del extremo norte de la Isla Beata), les había comentado de los tiburones gata que habíamos avistado anteriormente pero luego de la primera inmersión al no cumplir las expectativas decidieron salir a la isla Alto Velo, no recuerdo de quien fue la idea.

Llegamos a la isla en unos 45 minutos, varios americanos y un alemán nos sumergimos creo del lado noroeste de Alto Velo, donde sentíamos la crudeza de las corrientes que se estancaban por un lado pero a distancia la visibilidad permitía ver el flujo del canal entre la Isla Beata y Alto Velo.

Por lo regular, luego de una inmersión la norma es descansar en la orilla o en el mismo bote, mientras, el cuerpo va eliminando el nitrógeno acumulado de forma natural. Pero al subir la línea hacia el bote, este  bailoteaba fuertemente por el oleaje por lo que el capitán decidió zarpar de inmediato y  hacer un giro hacia el sureste  en vez de una línea casi franca hacia el suroeste y/o  hacia Cabo Rojo.

En el breve trayecto no tardó mucho en que alguien llamase a Juan y nuestro capitán informarnos de que no lo lograríamos y se tenía que tomar la decisión de anclar en un cayo  que ya habíamos cruzado so pena de perder la yola o arribar hasta la Beata  y esperar que Neptuno se calme. Nos dirigimos a la Beata para resguardarnos allí a sabiendas de que la ruta a tomar seria menos arriesgada y el mar de madrugada estaría más tranquilo.

En la noche el capitán nos habló del pueblito de pescadores que podíamos llegar a pie y contactar el cuartel de la Marina pero los amigos extranjeros tenían sus dudas, así que pernoctamos donde mismo quedamos  y de madrugada emprendimos el viaje de regreso no sin antes poder apreciar el pequeño pueblo casi fantasma y algo que no pudimos apreciar bien a lo que el capitán refería como una antigua cárcel de la Dictadura. Llegamos a Cabo rojo pero me reservo la bienvenida pues esa misma noche se perdieron unos pescadores que nunca regresaron y el lio casi armado por que no se había notificado la salida al mar, por tanto no nos irían a buscar, al menos esa noche. Solo recuerdo un divorcio de una pareja de buzos de los Angeles, California, creo que preso el  yolero y alguien que llegó para cobrarnos la entrada al parque.

De esto, no creo que le contase a muchos pero si traté de indagar de la dichosa cárcel que para mí era una leyenda urbana. Luego ya con Yahoo! y Google en sus buenas, encontré información de biólogos, arqueólogos y botánicos que   habían estudiado la isla y en algún posteo mencionaron los restos de la cárcel y un gran aljibe en la costa norte de la isla.

Olvidé el tema por muchos años pero siempre con las ganas de regresar no en tema buceo pero si fotográfico y escudriñador. En el 2016 alguien me comentó de una viaje de senderismo a la Playa de Trudillé que siempre pensé se podría llegar en vehículos y de ahí cruzar a la Beata, pero el viaje no era en vehículos sino 12 o 13 km de recorrido a pie hasta la costa, por asuntos de trabajo no pude realizar el viaje, no sin antes investigar quien iría próximamente y me recomendaron una persona que medio conocía de redes y de vista y tenía mis reservas  ya que mucho han confundido al público en general al hacerse llamar eco turistas que en su mayoría son tours operadores metidos al nicho de experiencia ambiental pero su huella ecológica en cada viaje deja mucho que desear.

No fue así con Loretta, a quien conocí y me robó un pedacito de corazón luego de anotarme para este viaje a mi amada y salvadora isla Beata, conocer un grupo espectacular que en memoria de mi extinto padre y su colega Antonio Zaglur los llamo los 500 de Loretta.

Hoy se mantienen los restos y el recuerdo abominable de esta cárcel que funcionó a finales de la dictadura y durante el régimen de Balaguer donde fueron llevaron muchos presos de la guerra del 65.

En este viaje pude constatar la existencia de las ruinas de la funesta cárcel de la dictadura que fue una entre varias cárceles clandestinas que el régimen tenia para esconder las torturas y asesinatos de los organismos internacionales y del pueblo. No muy lejos de esta se encuentra una pared triangular de cemento vaciado en la que se aprecian impactos de balas de alto calibre y muy probable haya servido entre otras cosas de paredón de fusilamiento, pues es conocida ya la historia de que los cuerpos nunca fueron enterrados sino que servían de alimento de tiburones por lo que la presencia de estos era enorme, hoy día es difícil avistar uno.  Según lo contado el capitán que nos llevó a Alto Velo de esta cárcel pocos salían vivos y muchos salían pero para trasladarlos a otras cárceles. La cárcel, aunque no se sepa exactamente su fecha de construcción (por los mismos presos) que eran los llamados desafectos al régimen, sirvió de antro de torturas durante los últimos años de la dictadura y durante la transición de la revolución del 65 a los funestos 12 años de balaguerismo, ya que allí se llevaron preso a muchos de los perseguidos por haber formado parte de la gesta constitucionalista que hoy día muchos quieren borrar con artilugios técnicos y desinformación.

Paredon
Paredón. Estructura con impactos de fusil alto calibre

Resulta que la isla contiene tanta historia que en un solo viaje no fue ni es posible conocer a fondo todo lo que allí existió ni lo que existe y aún permanece, aunque  las memorias han quedado plasmadas o pasadas de una generación a otra.

Se sabe con certeza que fue un asentamiento Taino  y muestra de esto son los restos de conchas de lambí que cubren parte del Litoral oeste como un enorme cementerio. Igual los restos de cerámica, huella indiscutible de su presencia. Con la llegada del innombrable pasó a ser un centro de acopio para las rutas marinas del sur y con el tiempo sirvió para los mismos propósitos pero de piratas europeos que azotaban las rutas del imperio Español y tenían como base principal la isla Tortuga en Haití. También se sabe con certeza que el gran libertador Simón Bolívar estuvo durante 8 días en la isla Beata, en el 1816. Allí recaló en su travesía marítima con motivo de los preparativos para su hazaña de contribuir a la independencia de cinco países (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia). Provenía de Haití. Y a finales del siglo XIX se entregó la isla por concesión para la explotación de salinas.

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Restos de conchas pre colombinas.

En la isla además de la cárcel, nos topamos con un paisaje encantador,  para algunos, desolador, ya que no tiene ríos ni playas prístinas que aunque  vírgenes y hermosas no son como las que han vendido al mundo como referencia. Alrededor de la isla encontramos *mucho diente de perros y el baño se limita a unos pozos cerca de los restos de la cárcel y dentro de una cueva en la que el agua es salobre pero refrescante,  en una visita conocimos los restos de asentamientos indígenas, un cementerio pre-colombino de conchas de Lambies, restos de la base de operaciones norteamericana que allí fungió, en la que se encuentra el enorme aljibe recolector de aguas, la tubería que cruza la isla y llega hasta el pueblito de pescadores, la planta de energía y las bombas de agua que no están funcionando.

Conocimos las Lagunas con muchas especies de aves  acuáticas residentes y migratorias, Igual avistamos chivos y puercos cimarrones, en otro viaje tuvimos el honor de conocer el lagarto más pequeño de las américas, endémico de nuestra isla  (Anolis altavelensis, Sphaerodactylus ariasae). Este de las manos de Marcos Bobadilla y el guía que nos llevó al lugar de encuentro. Ya que nosotros los simples mortales nunca lo hubiésemos encontrado dado lo pequeño y escurridizo.

Flamencos_Laguna_Beata
Flamencos en la laguna

En la isla predomina el bosque seco con alto endemismo, destacándose la canelilla (Pimenta haitensis, planta aromáticas y medicinales y de distribución casi restringida al Parque) y la palma guanito o macaco (Coccothrinax ekmanii). En algunos de los cayos de la Laguna de Isla Beata crecen espectaculares cactus con grandes bromelias epífitas. La especies de plantas más comunes son: uva de playa (Coccoloba uvifera), caoba (Swietenia mahagoni), guayacán, (Guaicum oficinalis), y roble (Catalpa longissima). En sus ecosistemas marinos se encuentran las zonas más extensas y mejor conservadas de praderas de hierbas marinas de la región, las cuales sirven a su vez de soporte a especies animales amenazadas y/o de valor pesquero, como el lambí (Strombus gigas) y la langosta espinosa (Panulirus argus). Incluye numerosas especies de alto valor económico, de valor pesquero, así como especies en peligro crítico (según la Lista Roja de la UICN). Pero ya estos datos son fáciles de encontrar en las redes aunque faltan muchos estudios para documentar lo existente y lo perdido a través del tiempo.

Lagarto_Beata_
Anolis altavelensis, Sphaerodactylus ariasae

¿Dónde se encuentra la isla Beata?

La isla está separada del cabo Beata (en la Hispaniola) por el canal de la Beata en el extremo suroeste de la República Dominicana; este canal tiene, por su parte más ancha, unos 7 km en el este y 8 km por su parte oeste. Con unos 27 km² Se trata de una llanura *karstificada, cubierta por un bosque seco, sin red hidrográfica.   Se llega por vía aérea o marítima, la marítima de varios puntos entre los que están Cabo Rojo y desde Playa Trudillé no sin antes caminar un sendero de alrededor de 12 km a pie.

Panorama_carcel_Beata_via_Lactea
Vista nocturna panorámica  de los restos de la cárcel con la vía láctea al fondo

*El relieve kárstico se debe a la erosión del agua en las piedras calizas.

*Diente de perros se refiere al terreno costero compuesto por  mineral sedimentario que se forma por precipitación química, y por depósito de caparazones carbonatados de organismos marítimos (cuencas marinas y continentales), de difícil tránsito por lo afilado de sus bordes.

Continua……………………………………..