Con todo el despliegue de militares para el control fronterizo. Con todos los gastos en personal y en camionas para mantener los inhumanos apresamientos, 1,500 diarios y 10,000 a la semana, para mantener las violatorias deportaciones sin el debido proceso.
Con todos los carnets incautados de la mencionada regularización, sin renovar, de nacionales haitianos mantenido en la irregularidad, que gastaron millones de pesos creyendo en el proceso de regularización iniciado en el período de gobierno de Danilo Medina y el PLD.
Con todo lo que supone el mantener una batería de periodistas bocinas apoyando medidas politiqueras de un presidente nacionalizado, que ni siquiera por haber estado en las mismas condiciones de los irregulares de hoy, y ni siquiera por decir que fue educado en un colegio católico, se compadece, ni aparece en su horizonte el mínimo sentido de humanidad.
Conociendo que las expulsiones masivas e indiscriminadas de irregulares haitianos comenzaron en el gobierno del Dictador Trujillo Molina, hace 90 años, 1934, y esa alternativa no ha resuelto la situación de irregularidad de los nacionales haitianos en nuestro país, República Dominicana.
Tanto la élite de la sociedad dominicana, como la élite de la sociedad haitiana conocen muy bien que mantener unas relaciones binacionales apoyadas en la irregularidad, solamente les beneficia a ellos porque pueden hacer y deshacer a su antojo, lo que sea…, y mantenerse beneficiándose en grande.
Veamos a quiénes benefician el desorden institucional mantenido por la élite haitiana creando bandas armadas de indigentes dándoles armas para que les protejan…, y veamos a quién beneficia el relajo que mantienen las autoridades dominicanas, de por vida, usando las expulsiones masivas e indiscriminadas de haitianos irregulares para controlar la invasión pacífica y salvar la soberanía nacional…
¿Hasta cuándo creerán las élites de la sociedad dominicana y de la sociedad haitiana que los nacionales les estamos creyendo?
El día que los pueblos de allá y de acá se desborden, por la jartura de violaciones a sus derechos, no habrá muro inteligente que detenga ese tsunami humano; porque, aunque no queremos reconocer, tenemos las mismas raíces étnicas: el negro, el pinto y el jabao, el moreno, el indio claro y el indio oscuro…, y somos mayoría. Aunque los blanquitos y dominicanos prestado, extranjeros nacionalizados, se nieguen a regularizar los nacionales haitianos irregulares. La isla es de todos, no de un grupito, de una élite blanca a macujones.
“El pasmo con tiempo tiene cura…”
Ya está bueno de meter miedo con la invasión pacífica de haitianos y la defensa de la soberanía nacional. Quienes violan nuestra soberanía es la explotación minera a cielo abierto y con cianuro, son los blancos de Canadá, que hacen aquí en RD, lo que no le permiten hacer en su país. Éstos sí violan nuestra soberanía porque destruyen el área geográfica, violan nuestras leyes y matan las personas, los animales y todo tipo de vida., eso se llama genocidio, ecocidio. Matar a sangre fría. ¿Y las autoridades? Bien, gracias.
Esas muertes de nuestros nacionales, de nuestros animales y de nuestros bosques contaminados por la explotación minera es lo que se quiere tapar con expulsiones masivas e indiscriminadas de haitianos irregulares, que apenas tienen fuerzas para sobrevivir y dejarse utilizar como mano de obra barata.
Lo que se esconde en la Reforma Constitucional y no se quiere que se discuta públicamente, también cae bajo el manto de las expulsiones masivas e indiscriminadas…
El descontento nacional creciente de la población por el alto costo de la vida…, también se puede distraer con la bulla y violaciones de las expulsiones masivas e indiscriminadas.
Cuando se propone algo serio para solucionar el problema de la irregularidad de los nacionales haitianos, como el proceso de regularización, no se le da seguimiento…, se prefiere incentivar del odio y rechazo nacionalista. Fijémonos bien, ¿cuáles son las medidas positivas, que incentivan el respeto a los derechos humanos y a la legalidad en nuestras relaciones binacionales?