1- Un poco de historia:

La inflación no es un acontecer du nueva rúbrica, por el contrario, nos ha azotado desde el mismo origen de la humanidad, cuando iniciaron los eventos de sociedades emergentes, descritos por Thomas Hobbes y Jean Jacques Rousseau, en sus reflexiones expresadas el Leviatán y el Contrato Social.

Con el devenir del tiempo, la inflación, se convirtió en un absceso social, provocado por el hombre, que ha consternado a las civilizaciones desde la Antigua Roma.

Para poder pagar sus extravagantes gastos, el emperador romano Nerón, del primer siglo, devaluó la moneda romana, el Denario. ¿Cómo lo hizo? Reemplazando la plata, que era valiosa, con cobre, que no lo era.

Desagraciadamente ese fue solo el principio, ya que los gobiernos corruptos de Roma degradaron las monedas de forma regular. En el siglo IV, el precio del trigo era dos millones de veces más alto que a mediados del siglo II. En el siglo V, Roma estaba acabada, ¨invadida¨ no por los bárbaros, sino por la inflación.

Según transcurrían los aconteceres de los estados, formados o en formación, la inflación iba entronizándose en el tejido social de estos.

En el siglo XVI, el rey inglés Enrique VIII hizo esencialmente lo mismo con las monedas de Inglaterra para pagar sus guerras, divorcios y libertinajes.

En lo que se conoció como la Gran Degradación, los precios de los alimentos se dispararon y la plebe empezó a reclamar sus derechos al punto de que Enrique dejó que su hija, la reina Isabel I, limpiara las cosas mediante la emisión de nuevas monedas de alta calidad, preparando el escenario para el surgimiento de Inglaterra como una gran potencia.

El panorama, a este lado del mundo, también tuvo sus sobresaltos ¨inflacionarios¨ cuando el Congreso Continental de la Revolución Norteamericana trató de salir de sus problemas de dinero mediante la impresión de éste, pagando a los soldados con papel moneda. La primera moneda estadounidense, el Dólar Continental, estaba tan sobreimpresa que se convirtió en ¨Papel Confeti¨ cómo asi le llamaban. De hi que, Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro, salvó el día vinculando el dólar estadounidense con el oro.

En otros escenarios, en la década de 1920, la impresión desenfrenada de dinero por parte de la República de Weimar en Alemania condujo a la hiperinflación, al colapso económico y, en última instancia, al ascenso de Adolf Hitler. Argentina, alguna vez el país más próspero de América del Sur, nunca se ha recuperado realmente de su salvaje impresión de dinero en la década de 1950.

Zimbabue, ahora una de las naciones más pobres y corruptas de África, es tristemente célebre por su billete de cien billones de dólares. También tenemos denominaciones monetarias ridículamente altas en Venezuela, Kenia, etc.

MORALEJA: Busque la fuente del colapso de una sociedad y, por lo general, encontrará la palabra INFLACIÓN.

 

2- ¿Qué es exactamente la inflación?

Hay dos tipos: La no monetaria y la monetaria.

Cuando un huracán azota el Golfo de México, interrumpiendo la producción de combustible, el precio de la gasolina sube. Esta es la inflación no monetaria: el aumento de los precios debido a algún evento externo. Con el tiempo, el mercado se recupera y los precios se normalizan. Actualmente esta pasando algo similar debido a los conflictos bélicos, escasez de mano de obra y el dislocamiento del transporte marítimo.

La inflación monetaria es algo completamente diferente. Es la distorsión de los precios que se produce cuando el dinero pierde valor. Es esa sensación de que algo no está bien. ¿Por qué mi factura semanal de comestibles, que solía ser de RD$1000, ahora es de casi RD$3000? Muy sencillo:

Porque tu dinero está perdiendo valor. No es que los plátanos de repente se hayan vuelto más valiosos. Es que tu dinero se ha vuelto menos valioso.

Esto puede suceder rápidamente, como hemos visto desde 2021, o lentamente con el tiempo. Por ejemplo, en los estados Unidos, en 1970, una lata de Coca-Cola costaba diez centavos; un Big Mac 65 centavos. Cincuenta años después, un Big Mac cuesta cinco dólares, y tendrías suerte si consigues un refresco de una máquina expendedora por dos dólares. Obviamente, estos productos no han cambiado. Es el dólar el que vale mucho menos.

Esta devaluación en cámara lenta del dólar, como referente a varias canastas de monedas, es la razón por la que los jóvenes de hoy apenas pueden pagar el alquiler cuando, hace años, sus padres, que ganaban mucho menos dólares, podían comprar una casa. Sus dólares valían mucho más.

Toda esta debacle se inicia con Richard Nixon, no por el tollo de Watergate, sino porque saco a esta moneda de referencia, del patrón oro en 1971, que Alexander Hamilton había establecido dos siglos antes. Esto permitió al gobierno federal imprimir dólares más o menos a su antojo.

Si el dólar estadounidense se hubiera mantenido conectado al patrón oro, se estima que la economía actual sería al menos un 50 % más grande de lo que es. En un universo sin inflación, podrías comprar esa casa de la década del 70, y poder disfrutar de una canasta básica alimenticia a un 115% menos!!!!

Sin pecar de irónico, les pregunto: ¿A qué está vinculado el valor del dólar ahora, si no es al oro? Nada más que la : la Fé de que el dinero que tienes hoy valdrá lo mismo mañana, el próximo año y el año siguiente.

Pero cada vez es más difícil mantener esa fe a medida que los gobiernos imprimen o emiten billones de dólares para pagar sus escandalosos gastos. (Los inorgánicos de Joaquín Balaguer).

3-Es de suma importancia recalcar lo siguiente:

El efecto más devastador de la inflación es su impacto en la confianza social. El dinero, después de todo, se inventó para permitir el comercio entre los individuos y entidades anónimas o priorizadas, proporcionando una unidad de valor acordada mutuamente. Es un facilitador de la confianza. Sin esa confianza, el comercio, las relaciones sociales y la vida tal como la conocemos finalmente se desmoronan.

En resumen, sea monetaria o no, la inflación será siempre la manzana de la discordia en las economías regidas por el mercado de capitales y por gobiernos muy permisivos en el gasto público. Además, en el caso de nuestro país, que funciona como una economía muy abierta, la inflación no monetaria es eminentemente importada, agravando el costo de la canasta básica de los bienes de consumo y de producción. Por otro lado, la inflación monetaria todavía nos esta golpeando, ya que ¨el dinero que está en la calle¨ es enorme, producto de las flexibilidades macroeconómicas de los años 2020 y 2021. En otras palabras, en nuestro país se dan los dos tipos de inflación, casi al unísono. Esto afectará considerablemente las posibilidades de opciones para mantener el gasto social y a la vez disminuir el sacrificio fiscal, provocado por las circunstancias actuales de querer evitar un estallido social. De ahí que hemos vuelto al ¨algoritmo social¨ de PAGAS O PEGAS.