¿Quién no ha soñado con viajar a un destino desconocido tan solo por haberlo visto en una película, novela o serie televisiva? Yo soñaba con conocer Escocia, imaginaba caminar por las calles empedradas de Edimburgo, mientras disfrutaba del sonido de las gaitas y aprendía sobre la historia de Escocia en el siglo XVII y  sobre el levantamiento de los Jacobitas. Los que vieron OUTLANDER lo entenderán, y es que esta serie televisiva, incentiva a muchos a conocer este enigmático país.

La industria del cine ha tenido siempre un gran impacto en  el turismo de todas partes del mundo, un fenómeno que es conocido ya como “turismo cinematográfico”. A lo largo de los años muchas películas y series populares han contribuido a situar en el mapa turístico lugares que anteriormente eran poco conocidos o que no eran considerados como destinos de primer orden.

Filmar una película en un destino turístico, contribuye de muchas maneras en dar a conocer el destino, porque aumenta la visibilidad del lugar, brinda al público en general una amplia variedad de paisajes, ciudades y regiones, que probablemente nunca habrían considerado visitar. Para la filmación de las películas se suele seleccionar escenarios icónicos, los que se vuelven atractivos para los turistas y generan un aumento en el interés por esos destinos.

La trilogía del Señor de los Anillos y El Hobbit, hizo que los paisajes de Nueva Zelanda fueran conocidos a nivel mundial, atrayendo a millones de turistas que querían  explorar los paisajes épicos donde se filmaron las películas. La serie Juego de Tronos (Game Of Thrones), posicionó a Dubrovnik, en Croacia, como “desembarco del rey”, lo que atrajo a miles de turistas, creando tours específicos relacionados con la serie.

Los destinos populares en películas y series han ideado el desarrollo de rutas turísticas temáticas. Estos tours permiten que los fanáticos de las películas y series experimenten de primera mano los lugares en los que se rodaron escenas icónicas. La  filmación de películas y series no sólo promueve los atractivos de los destinos, sino que también fomenta el desarrollo económico local.

Los fanáticos de la saga de Harry Potter, pueden visitar en la ciudad de Londres la excursión que los lleva a visitar la estación King Cross para ver la famosa plataforma 9¾, o viajar a Escocia para ver el Viaducto de Glenfinnan. De igual manera, los paisajes desérticos de Túnez sirvieron como el planeta Tattoine en las películas de Star Wars, lo que ha llevado a la creación de rutas turísticas dedicadas a los fans de la saga.

En la película Slum Dog Millionaire ayudaron a mostrar la riqueza cultural y el espíritu vibrante de la ciudad de Mumbai, en la India, atrayendo a turistas interesados en explorar no sólo los sitios famosos, sino también su dinámica social.

Los gobiernos han empezado a ver el cine como una herramienta del marketing estratégico. Se invierten recursos en atraer a grandes producciones cinematográficas, para que utilicen ciertos lugares como escenarios. A su vez, estas producciones ponen en el radar estas locaciones, generando interés y beneficiando a la industria turística local.

Otros destinos que se han posicionado gracias a la industria del cine han sido: Islandia, usada en varias películas como Interstellar y Game Of Thrones, y ahora es un destino popular para los aventureros. La ciudad de Petra, en Jordania, es famosa por su aparición en Indiana Jones y la Última Cruzada. En Tailandia, La Playa (The Beach), protagonizada por Leonardo DiCaprio, atrajo a muchos turistas a sus playas.

En República Dominicana, en los últimos años, se han filmado numerosas producciones cinematográficas internacionales y locales, lo que ha tenido un impacto significativo en la promoción del destino. La belleza natural de nuestras playas, montañas, ríos y paisajes tropicales, nos ha convertido en un destino atractivo para la industria del cine.

Por tan sólo mencionar algunas, recordamos que Pirates of The Caribbean utilizó varias locaciones en distintas zonas del país donde se filmaron escenas de playas y paisajes marítimos. Esta película atrajo la atención sobre la isla como un destino de aventura y exploración histórica.

The Lost City (La Ciudad Perdida), filmada en el 2022, con protagonistas como Sandra Bullock, Channing Tatum y Daniel Radcliffe, fue filmada en Samaná y mostró la exuberante vegetación tropical y las playas paradisíacas de la región, ya famosa por su belleza natural, la cual fue destacada a nivel internacional posicionándose como un destino exótico y aventurero.

XXX: El regreso de Xander Cage, protagonizada por Vin Diesel, fue rodada parcialmente en el país, especialmente en Santo Domingo y en las playas de la región este. En esta, las escenas de deportes extremos y acción en playas dominicanas, atrajeron al público joven y amante del cine que vio en el país un lugar emocionante para explorar.  Fast and  Furious 9 (Rápidos y Furiosos 9), rodada en el 2021, algunas escenas fueron filmadas en Santo Domingo lo que permitió destacar la arquitectura colonial y el ambiente urbano de la capital.

El cine ha ayudado a posicionar a República Dominicana como un destino turístico variado, capaz de ofrecer tanto paisajes naturales y exóticos, como ciudades con importante valor histórico y cultural. Las películas han mostrado la diversidad del país, desde sus playas paradisíacas hasta sus montañas, bosques tropicales y calles coloniales.

La industria cinematográfica en el país ha crecido significativamente en los últimos años gracias a la Ley de cine No. 108-10, más conocida como la Ley de Fomento a la Actividad Cinematográfica, la cual ha generado un marco legal y económico para fomentar el crecimiento y profesionalización del cine en el país debido, sobre todo, a los incentivos fiscales y a la creación de infraestructuras de filmación como Pinewood Studios, que ha traído producciones internacionales y, en consecuencia, ha favorecido a la promoción turística del destino. Esta ley ha transformado a República Dominicana en un centro emergente para la producción cinematográfica internacional.

La ley ofrece incentivos fiscales, tanto a productores nacionales como extranjeros, para que filmen sus películas en el país, lo que ha sido clave para atraer producciones internacionales de gran presupuesto. Además de atraer producciones extranjeras, la Ley de Cine ha impulsado el crecimiento de la producción local. Antes de 2010, el cine dominicano era limitado en cuanto a la cantidad de producciones y la calidad técnica. Desde la implementación de la ley, ha habido un aumento significativo en la producción de películas dominicanas, con una mayor variedad de géneros, temas y narrativas que abordan tanto la realidad dominicana como historias más universales.

En el año 2022, se registró un récord de 125 producciones cinematográficas en el país, entre locales e internacionales, un gran salto en comparación con los años anteriores a la ley. Ahora que se presenta una posible reforma fiscal, antes de intentar una modificación o eliminación de la ley de cine vigente, sería recomendable valorar los múltiples beneficios colaterales que la misma ofrece a la industria turística del país.