Solo aquel que se ha quedado alguna vez en su casa por uno o varios días sin poder asistir a la universidad por no tener el dinero del pasaje para transportarse a la academia sabe del dolor que provoca la carencia de recursos económicos y la exclusión social cuando uno tiene que enfrentarse a esa batalla para superarse alcanzando una carrera universitaria.

Tengo el inmenso privilegio y la dicha de haber sido el incumbente de la Dirección General de Bienestar Estudiantil de la UASD durante tres años (1999-2002), y ver allí a miles de estudiantes llenos de voluntad y de sueños para obtener un título universitario. Los he visto huérfanos y solo contando con la UASD y la esperanza. Contar con esas dos cosas es ya, de por sí, una fortuna, si se tiene claro el horizonte.

El papel de nivelación social de la UASD es inmenso como la historia que la cubre de gloria. Por esa razón siempre repito, quizás hasta el cansancio, que la nación dominicana no podrá pensarse jamás sin la presencia solidaria de la UASD. Si hipotéticamente, sacáramos a los egresados de la UASD, de todas las carreras o profesiones, de las instituciones públicas y privadas, el país se paralizaría automáticamente.

El gobierno dominicano, que encabeza Luis Abinader, está desarrollando un amplio proyecto de apoyo asistencial a través del Ministerio de la Juventud para facilitar la promoción social y humana de los jóvenes de escasos recursos económicos, a nivel universitario. Uno de los programas de ese gran proyecto, de carácter social, es dotar de transporte universitario gratuito a todos los estudiantes de los municipios del país.

En un acto público celebrado en el Palacio Nacional, con la presencia del primer mandatario de la nación, se formalizó la entrega de autobuses y, en la primera etapa del programa, a cincuenta asociaciones de estudiantes universitarios. Esta es una cantidad significativa y representativa de la totalidad de los municipios -que son 158- y representa el 32% de los mismos. Sin embargo, el programa cubrirá a futuro el 100% de las 31 provincias y todos sus municipios. En esta primera etapa de "La Ruta de la Juventud", se impactará a más de 56,000 jóvenes universitarios.

El pasado viernes 24 de los corrientes, el Ministerio de la Juventud completó exitosamente la entrega de ese importante medio de transporte asignado a las directivas correspondientes de las asociaciones de estudiantes universitarios. Es necesario destacar que las comunidades de dichos municipios apoyan y asumen como propias a sus organizaciones estudiantiles. Este modelo permite la sostenibilidad en el tiempo de esos proyectos comunitarios, como el transporte estudiantil.

El apoyo social a los estudiantes universitarios de bajos ingresos económicos, en sentido general, no es solo una forma de inclusión social, sino que es una apuesta a un proceso de nivelación sociológica que permite la transformación económica, política social y cultural del núcleo familiar e impacta en la familia extendida y en el propio desarrollo local y regional.

Esta iniciativa del gobierno va más allá del simple proteccionismo y asistencialismo, y su impacto produce una necesaria transformación para el desarrollo de nuestro país, a través de la educación universitaria.