Probablemente, habrán escuchado decir a alguien: “eso es lógico” para referirse a una determinada afirmación. Usualmente, lo que la persona ha querido decir es que dicha afirmación es verdadera, porque muchas personas creen que los atributos de lógico y verdadero son sinónimos.
Antes de establecer la distinción, tenemos que distinguir entre las proposiciones y los razonamientos. Las primeras constituyen una interrelación entre términos que tienen un valor de verdad. Así: “El libro de ciencias está sobre la mesa” es una proposición porque consta de términos que están interrelacionados (libro, ciencias, mesa) y podemos predicar si lo afirmado es verdadero o falso.
Por su parte, los razonamientos son un conjunto de proposiciones interrelacionadas. De ellos decimos si son correctos o incorrectos. Por ejemplo, si la conclusión se deriva correctamente de la proposición que sirve de base, o premisa, decimos que es un razonamiento correcto aunque las afirmaciones que la constituyan sean falsas. Ejemplo: “Si todas las médicas son profesoras y Maritza es médica, entonces Maritza es profesora”.
Observen que la conclusión: “Maritza es profesora” se deriva lógicamente de las premisas: “si todas las médicas son profesoras”; y “Maritza es médica”. El razonamiento es correcto, “lógico”. Sin embargo, la primera proposición que sirve de base es falsa.
De la misma manera, puede ocurrir lo contrario, razonamientos incorrectos basados en proposiciones verdaderas. Por ejemplo: “Se está produciendo un calentamiento global que amenaza con dañar el ecosistema del planeta Tierra”, se lo escuché a un influencer que tiene millones de seguidores”.
En el ejemplo anterior, la proposición que afirma la existencia del calentamiento global es verdadera. Sin embargo, el razonamiento es incorrecto porque la conclusión no debe derivarse de lo que diga una celebridad por popular que sea, sino de la evidencia científica a favor de la afirmación.
Distinguir los razonamientos correctos de los razonamientos incorrectos es el objeto de una disciplina filosófica denominada lógica. El pasado 14 de enero se celebró el “Día Mundial de la lógica”, fecha conmemorativa creada por la UNESCO y el Consejo Internacional de Filosofía y Ciencias Humanas, a iniciativa de Brasil, con el propósito de concientizar sobre la importancia de la disciplina para el desarrollo del conocimiento.
La fecha fue escogida por coincidir con el aniversario del nacimiento de dos de los más grandes lógicos de la historia, Kurt Gödel (1906-1978) y Alfred Tarski (1901-1983).
Si bien el entrenamiento lógico no libra de incurrir en errores de razonamiento, intrínsecos a nuestra condición humana, sí es cierto que dicho entrenamiento nos permite desarrollar hábitos de pensamiento correcto, así como adiestrarnos en una actitud de mayor alerta ante los patrones de razonamiento incorrecto que se encuentran en los discursos y en muchos contenidos que nutren hoy a las redes sociales. Solo este último aspecto, justifica la promoción y el estudio de la lógica, como lo recuerda su celebración.