Todo el día tú alma acaricia mi sueño,

despierta mi voz para darle presencia.

La igualdad de tú alma es inconmensurable,

desde siempre tú voz es predica temprana.

 

Más hoy,

todo ha sido negado,

silenciado tú voz,

silencio  tú sueños,

adoquinado tú vientre para ausentar la vida,

negación de los primeros días,

cuando caminábamos juntos,

cuando construimos vidas.

 

Participación temprana era nuestro idilio,

construyendo patria alborotada de  golondrinas silvestre,

que desafían tú pelo,

desafiando el arco iris de tú más bellos sueños.

 

 

 

Por eso hoy he vuelto,

desde la igualdad de tú manos tempranas,

es que tú solo presencia acompaña mi vida,

recompensa mi alma por la patria pérdida.

 

Espero ese día sin melancolía,

sin discursos de plazas,

sin argumentación pérdidas,

sin noches de romería,

que desafían el día.

 

Espacios  celestes,

que recibieron tú luz,

porque tú incendia el Sol,

y sobre el Sol la vida.

 

Es que solo en este espacio tan pequeño,

dejo en ti el embrión de vida,

es que cuando te beso el tricolor de tus ojos,

renueva la esperanza de la mujer pérdida,

y puedo igualar tú alma con el latir de la mía.