La guerra entre Estados Unidos y Rusia a través de Ucrania es muy peligrosa. No se sabe cómo terminará. En verdad, siempre se sabe cómo comienza una guerra, pero nunca como termina. Por el momento, los grandes beneficiarios de esta guerra son los productores de armas y los bancos que canalizan el dinero. Ucrania pone los cuerpos y un grupito de ucranios, encabezados por el cómico-presidente, sacan jugosos beneficios.
Mientras tanto, como se puede observar, se pone la paz mundial en peligro y, más que eso, se pone la especie humana en riesgo pues puede darse una guerra nuclear si se amenaza, como se está haciendo, la existencia misma de Rusia. Esta sería una catástrofe. Por otro lado, el otro beneficiario de esta guerra puede ser China. Rusia cada vez está más cerca de China, la cual pronto tendrá el dominio en la economía rusa. Si sale bien de esta guerra, Rusia se convertirá en un apéndice de China en términos económicos.
Cuando uno piensa en esta guerra y cómo podría influir en las próximas elecciones (2024) es algo muy especulativo. Primeramente, en cuanto a la política exterior de Estados Unidos, las diferencias entre los dos partidos dominantes son verdaderamente imaginarias. En segundo lugar, habría que ver en qué medida Estados Unidos podrá seguir teniendo el control absoluto de la OTAN. No está claro hasta cuándo los pueblos de Europa seguirán aceptando que su nivel de vida se desplome sin tener algo tangible a cambio. En este momento, lo que se observa es que se amenaza no solo el nivel de vida de los europeos, sino que se pone en riesgo su existencia misma si hubiera guerra nuclear. En tercer lugar, un análisis de la guerra y las próximas elecciones en Estados Unidos debe tomar en cuenta el estado de la sociedad estadounidense.
En Estados Unidos se percibe mucho deterioro social que se expresa en las continuas balaceras donde cada día muere gente inocente. Asimismo, se observa una política migratoria muy desordenada que afecta las ciudades donde gobiernan demócratas. Por ejemplo, los estados de Tejas y la Florida mandan migrantes que atrapan a ciudades donde gobiernan demócratas, y esto crea muchos problemas. El manejo de la migración podría tener, quizá, efectos mayores que la guerra en Ucrania. Claro, siempre y cuando esta no se desborde y amenace la seguridad de Rusia.
El manejo de la inflación será otro elemento que podría afectar el resultado de las elecciones en 2024, pero pienso que es demasiado temprano para poder especular sobre ese tema. Por ahora, apenas se empieza a definir quién será el candidato republicano porque ya se sabe que Joseph Biden será el candidato demócrata. Por el momento, el gobernador de la Florida, Ronald Desantis, ha declarado su intención de presentar su candidatura para las elecciones preliminares del Partido Republicano.
Desantis es un político muy conservador tanto en el aspecto cultural como económico. Es una especie de Donald Trump, solo que tiene experiencia como político y conoce bien el sistema. Esto lo haría, quizá, más peligroso que Trump. La verdad que no se puede distinguir muy bien cual será más conservador, racista, antinmigrante, anti diversidad cultural, anti política de género, etc. Al igual que Trump es una barbaridad. Sin embargo, por lo que veo en la prensa, Trump tiene 53 por ciento de simpatías entre los republicanos y Desantis solo tiene como 20 por ciento. Ahora van surgiendo otros candidatos dentro de los republicanos, pero ninguno se acerca a Trump. De modo que los estadounidenses tendrán que escoger, quizá, entre Trump y Biden otra vez.
Finalmente, lo que se puede sacar en limpio de la situación de la guerra en Ucrania y las próximas elecciones en Estados Unidos es que los procesos políticos tanto en Estados Unidos como en Europa se vuelven cada vez más conservadores y las democracias liberales de Europa occidental y Estados Unidos dejan de ser liberales y se convierten en regímenes autoritarios que, paso a paso, van sepultado la democracia liberal y esto es verdaderamente trágico para esas sociedades y podría tener consecuencias funestas para el resto del mundo. Es paradójico, pero en estos tiempos nos vemos en la necesidad de defender la democracia liberal porque la alternativa sería catastrófica.