Todo el teatro moderno del siglo XX se lleva a cabo mediante una reflexión que partió del movimiento corporal y vocal del actor y sus categorías de montaje textual y escénico; el caso de los grandes directores, maestros y actores de la primera y segunda mitad del siglo XX, busca de forma recesiva en los orígenes mismos del teatro, la psicología dinámica de la expresión teatral y sobre todo en etapas de formación de la la dramaturgia del movimiento que genera el espectáculo contemporáneo. (Ver, en tal sentido, el puntual estudio de Leyson Orlando Ponce Flores: Hacia una dramaturgia del movimiento, Ed. Texto, Col. Canícula, Caracas, s.a.).

La psicología del movimiento escénico es la misma psicología del cuerpo orientada a estímulos, creaciones, respuestas, situaciones, atracciones, unidades, objetivos y súper-objetivos. Tanto el actor, como el dramaturgista director, el coreógrafo y otros entrenadores espectaculares van construyendo la denominada dramaturgia del movimiento pensada desde la actuación y los movimientos de rotación o traslación del espectáculo. Se trata de desplazamientos intencionales y físicos activados a partir de actos percepto-sensibles a partir de una visión dinámica y vivencial.

Este proceso traduce lo que son las bases del teatro y la teatralidad; lo que quiere decir que existe, en el caso del actor, una psicología del cuerpo y de la voz, pero también un campo de intencionalidad y fuerza de la actuación que conduce a la creación de un universo teatral.

El proceso puede ser presentado a través de los siguientes elementos y fases de trabajo corporales:

Actor-Dinámica de un motivo generador-Actuación o comunicación teatral-Apoyo de base-Respuesta de Base-Actitud interna-Mirada individual-Mirada de conjunto-Unidades-Objetivos-Orientación psicológica, de la voz-Orientación psicológica del cuerpo en movimiento = Suma de objetivos y súper-objetivos.

Este proceso básico revela sus mecanismos perceptivos y sensoriales, toda vez que, el punto de partida de un espectáculo teatral sirve de base a todos los niveles de creación del espectáculo de síntesis teatral. Según Ponce Flores

“Dalcroze elaboró una dramaturgia del cuerpo, donde el movimiento tenía su justificación en la partitura y debía provenir necesariamente de éste, para abrir el sentimiento que era el espíritu que era el espíritu revelador de la sustancia del ser, en cuyo caso éste no tendría sentido por su sola representación”. (Op. cit. p.10)

En tal caso, existe una relación caracterial, corpocéntrica, logográfica y logocéntrica, que corresponde a un nivel de desarrollo corpoteatral materializable en los modos de expresión de toda la dramaturgia del movimiento; esta última surge de un trabajo dirigido a recatar intencionalidades espectaculares que encontramos en las propias obras del teatro de Beckett, el teatro de primer Ionesco, el teatro de Brecht, toda la obra de Peter Weiss, la dramaturgia del Teatro Político de Piscator, el Teatro Existencialista rebelde y metafísico de Albert Camus y el Teatro Existencialista de Jean-Paul Sartre, llamado también “Teatro de Situaciones”.

La travesía de una dramaturgia del movimiento y del cuerpo se concibe también, por etapas de comprensión e interpretación de la teatralidad; lo que implica que todo movimiento es la propia significación del teatro constituido por teatremas, gestemas y corporemas.

La dramaturgia de teatro se constituye mediante una escritura propia del espectáculo teatral, donde un autor escribe un texto, para ser representado. Dicho texto es denominado texto espectacular y posee valores escénicos desde que es escrito y, aún más, cuando es representado. (Ver, Marco de Marinis (1992), Anne Ubersfeld (1987), Peter Brook (1968, 1971, 2001, 2019).

En el teatro contemporáneo el concepto de dramaturgo de es variado. Existen varias dramaturgias en el teatro actual:

  • Dramaturgia del autor o aquella que se pronuncia y se reconoce en la práctica del autor.
  • Dramaturgia del director o aquella que se concibe desde la práctica del director.
  • Dramaturgia del público o aquella que se produce desde la actitud del espectador.
  • Dramaturgia del escenógrafo aquella que se escribe y practica desde el espacio escénico o teatral.

Estas dramaturgias funcionan en la especificidad de cada técnica interpretativa y comprensiva del teatro y la danza. Todo texto dramatúrgico y dancístico tiene una base espectacular, por cuanto ambos, el teatral y el dancístico representan acciones, vivencias y universos de sentido espectaculares.

El dramaturgo escénico realiza el espectáculo teatral en base a un guion textual o guion dialógico y didascálico=instructivo. De esta manera el diálogo y la acotación generan lo espectacular en la visión escénica. (Vid. Anne Ubersfeld, 1993, pp. 174-184).

La dramaturgia escénica ligada a la dramaturgia del movimiento es un campo artístico e “investigacional”,  donde la experiencia teatral se hace visible y productiva en el escenario o en el espacio dramático de manera artística y significativa. Algunos dramaturgos escénicos contemporáneos han adaptado y reescrito textos denominados literarios o históricos, produciendo un texto espectacular o una puesta en escena. Ejemplo: C. Stanislavski, B. Brecht, G. Strehler. J. Grotowski, J. Sajna, Tadeusz Kantor, Carmelo Bene,  Julian Beck,  Darío Fo, Enrique Buenaventura, entre otros.