Todavía tengo en la memoria la participación de los ciudadanos dominicanos residentes en Arroyo Hondo, hace tres décadas, cuando participaban en los medios de comunicación para expresar las dificultades que enfrentaban para llegar desde el centro de la ciudad a sus respectivos hogares. Estaban llegando a sus casas unos cinco o siete minutos más tarde de lo acostumbrado.
Para esa época, las Avenidas Winston Churchill, Abraham Lincoln, Máximo Gómez y la 27 de Febrero no tenían tapones. Sin embargo, ellos advertían que se tomaban unos pocos minutos más de lo que era “normal”.
Matemáticamente hablando, la ruta se realizaba desde los lugares céntricos de la ciudad hasta Arroyo Hondo en unos veinte o veinticinco minutos, promedio, en condiciones normales.
Esa era una realidad que tenía incipientes indicadores para iniciar un proceso de observación para un estudio estadístico que permitiera desarrollar políticas públicas a través de un proyecto de gran dimensión, visto a futuro, de una realidad previsible sobre el tránsito en la República Dominicana.
Ahora caminamos hacia el tranque del tránsito. Se trata de un problema de física elemental. Las calles son finitas y no crecen; sin embargo, el volumen de vehículos aumenta cada minuto, cada hora.
A falta de un sistema de tránsito científicamente diseñado y ejecutado, los ciudadanos se ven obligados a adquirir un medio de transporte personal.
Ahora cobra más pertinencia la propuesta de Hamlet Hermann sobre el tránsito en la República Dominicana.
Al cierre de este trabajo, se produjo un total tranque del tránsito en la Avenida Máximo Gómez, como si se cumpliera la premonición del título del presente trabajo, antes de que se publicara, pues lo había escrito dos días antes.
Un caso insólito, ocurrido la noche del jueves. Desde la calle Santiago, esquina Máximo Gómez, donde se encuentra el edificio del Ministerio de Educación, a la calle Juan Sánchez Ramírez, exactamente a una cuadra, mi esposa permaneció una hora para recorrer solamente menos de cien metros.
No hay dudas de que se ha iniciado un proceso de tranque vehicular en el transporte en las ciudades, en el cual se están cumpliendo las leyes de la física.
Sabemos que el presente Gobierno y los anteriores han realizado importantes aportes para solucionar el grave problema del transporte, aunque las instituciones responsables deben ir a las raíces de este problema que afecta a todos los dominicanos e impacta negativamente sobre el desarrollo del país, pues los costos de las actividades aumentan a causa de la situación del tránsito terrestre. Debemos agregar, además,  que afecta también la salud de los ciudadanos.