1.- Desde siempre, al pueblo dominicano  lo han puesto a vivir de lo aparente, de lo que parece y no es, y haga de lo que se imagina, como su propia realidad.

2.- Lo supuesto, falso y engañoso, se lo han presentado a la gente buena de aquí, como lo auténtico, veraz y cierto. Le han enrollado el cerebro de mentiras, puras boberías.

3.- Con el fin de que la mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos acepten como suya la democracia representativa, les han hecho creer que ella es la ideal, para ricos y pobres.

4.- La democracia en la Grecia antigua, que se pone como el modelo de esa forma de gobierno, no beneficiaba por igual a esclavos y esclavistas, porque solamente estos últimos tenían derecho a participar en las grandes decisiones que determinaban el curso de la sociedad.

5.- En nuestro país, al igual que en Grecia, la democracia representativa está diseñada para favorecer a los muy ricos e influyentes, a los acaudalados, no a los necesitados.

6.- Para hacerle creer a los pobres de aquí que la democracia es la misma para los que lo tienen todo, y para los que carecen de lo indispensable para vivir, a los marginados los ponen a sufragar para legitimar el orden establecido de los dueños del poder.

7.- En una sociedad como la dominicana, caracterizada por la desigualdad, no puede haber una democracia verdadera. Solo allí, donde existe igualdad de oportunidades para todas y todos, es posible la democracia.

8.- Siguiendo con el embuste como norma, para mantener tranquilos a los oprimidos, se les dice que la mucha riqueza en nuestro país se traduce en bienestar colectivo, lo que no es más que una vulgar mentira, porque mientras más riqueza acumula la minoría nacional  dominicana, más crece el número de pobres.

9.- Por seguir la línea que les trazan los de arriba sobre trampas, artimañas y estratagemas políticas, la generalidad de las dominicanas y los dominicanos permanecen al margen del progreso social.

10.- Porque a los grupos dominantes les ha dado resultado trampear, el ardid se ha convertido en algo cultural, aceptado por quienes con argucia  afectan a los de abajo.

11.- Falsa democracia, engañosa igualdad, bienestar colectivo simulado e ilusionado Estado de derecho, son de las tantas ideas y conceptos que les han vendido al pueblo para que con gusto acepte su desgracia.

12.- La gran mayoría de nuestro pueblo permanece con la ilusoria creencia de que el regocijo de unos cuantos connacionales, se extiende al estado de desdicha, desventura e infortunio de los que aquí son los más, los que mal viven.

13.- La falta de lealtad a sus convicciones y prédicas, de parte de algunos que han renegado a sus ideales, ha hecho posible que los marginados sociales dominicanos estén bajo la influencia ideológica de sus adversarios y acepten sus mentiras.

14.- Por más que hagan simulación presentando al régimen económico basado en la desigualdad, como bondadoso, y la democracia representativa, despiadada como caritativa, la falsedad no prosperará ante la verdad.

15.- Engañar con la democracia representativa ha permitido que nuestros conciudadanos sean burlados, embromados, defraudados, marraneados y de cualquier forma meterles gato por liebre para que acepten su desgracia.