Terminé de leer Las noches de la peste de Orhan Pamuk, una novela de ficción histórica que mezcla leyendas y literatura para entregarnos una narración bastante completa de como el pueblo de Minguere enfrento la peste de 1901. Minguere es una especie de Macondo localizado al este del mar Mediterráneo en tierras del Imperio otomano. Nos narra como el imperio estaba en decadencia y los minguerenses aprovecharon la peste para empezar un proceso político que los llevaría a la independencia.

 

Hoy estamos en época de decadencia de otro imperio y esta novela nos sirve para ver cómo se resolvieron las cosas en otros tiempos. En aquella época, los europeos sacaron la mejor partida recogiendo las tierras que se desprendían del imperio otomano, hoy todavía no sabemos cómo se hará el reparto producto de la decadencia del imperio estadounidense, pero sí parece que el naciente imperio chino busca agarrar lo que pueda mientras que sus aliados, Rusia, la India, etc. cogen lo que pueden o lo que les dejan.

 

No debemos olvidar que el derrumbe del imperio estadounidense no está a la vuelta de la esquina y en su trayectoria de decadencia podría causar mucho dolor a toda la humanidad, por lo cual, todos debemos luchar para que estos daños se reduzcan al mínimo. La novela de Pamuk nos ayuda para reflexionar sobre nuestro tiempo cuando, aparentemente, estamos a punto de salir de la más grande pandemia – Covid 19 – que la humanidad haya enfrentado.

 

Lo que se puede sacar en limpio de esta lectura es que el período de decadencia de un imperio es la largo y durante ese tiempo ocurren cosas horrorosas. En la época de decadencia del Imperio otomano más de un millón de armenios perdieron la vida. Hoy presenciamos como, Estados Unidos, otro imperio en decadencia, mete a toda una región en guerra para asegurarse del control de un mundo que se le escapa de las manos.

 

Estados Unidos tiene un poder militar inmenso, sin parangón en la historia de la humanidad, pero ya no es competitivo en el ámbito económico y esto le resta potencia. Se aprovecha de Ucrania, un país atrapado entre Rusia y la OTAN, para hacer sus fechorías, diciendo que defiende la democracia, pero los hechos revelan la pobreza de sus argumentos: ponen en el gobierno de Ucrania a un cómico, un pelele, que manejan a su antojo, para no solo convertir a los europeos en vasallos sino también controlar a Rusia e impedir la expansión del naciente imperio chino.

 

La novela de Pamuk, un escritor turco ganador del premio nobel de literatura en 2006, nos hace reflexionar sobre nuestro tiempo. El proceso de independencia de Minguere fue, en cierta manera, una combinación de tragedia – las muertes de los meringuenses por la incapacidad de los nuevos líderes para controlar la peste – y la creación de una nueva nación en medio de la debilidad del imperio otomano y las apetencias de los ingleses, francés e italianos por controlar la nueva nación de Minguere.

 

La reciente celebración de la independencia de Ucrania se da en medio del uso de hospitales y escuelas como escudo de protección para las fuerzas armadas protegerse de los ataques aéreos rusos. Esta es una verdadera tragedia. Si leen Las noches de la peste, verán como los nuevos líderes de la independencia de Minguere hacían malabares para impedir que los peregrinos musulmanes no pudieran regresar de su peregrinaje a la Meca. No les dejaban regresar a la isla para impedir la difusión de la peste y los dejaban morir en el mar.

 

Hoy el cómico-presidente de Ucrania también usa métodos macabros para logar sus objetivos. Las tragedias parecen ser recurrentes en la historia cuando dirigentes sin escrúpulos buscan promover intereses oscuros. Orhan Pamuk nos entrega otra gran novela que nos divierte y nos hace reflexionar sobre el acontecer de nuestro tiempo. Emelio Betances (visite www.emeliob.medium.com si desea leer relatos y análisis de nuestro tiempo)