El pasado viernes 26 de abril del año en curso, asistí a través de una invitación a una presentación de la Escuela Nacional de Danza Endanza. Por primera vez en 11 años se me hace una convocatoria de este tipo, cosa que agradezco de la presente gestión. La sala Manuel Rueda también abre sus puertas para acoger este evento para lo cual fue concebida inicialmente, y así, las escuelas de Bellas Artes puedan desarrollar sus disciplinas.
Muestra Didáctica sobre el Ballet Coppelia, fue el título de la función. La expectativa de un evento así es de tipo educativo para el público presente. El público constituido mayormente por padres y familiares de los alumnos, se suelen hacer con el fin de educar y apreciar la danza desde el conocimiento técnico, artístico e histórico, desde el mismo seno de la institución y la guía de maestros especialistas.
Para sorpresa nuestra, el evento se desarrolló muy opuesto a la intención divulgada como propuesta, si la de la didáctica o la del espectáculo puro y simple, además no contó tampoco con esplendor y lucidez. La justificación de la muestra era mostrar como la escuela desarrolla la materia Repertorio Clásico Tradicional, llevarlo a escena y recrearlo con toda la escuela y sus diferentes niveles. La idea como ejercicio didáctico que tanta falta hace es buena, y más si tenemos como condición la sala de teatro como herramienta para que los futuros bailarines puedan representar cualquier obra clásica. Nuestra Endanza, la institución estatal para la enseñanza de la danza más importante del país nos sorprendió con lo que pudimos percibir esa noche. El lamentable nivel académico desde sus grados primarios hasta los últimos, en una puesta en escena que no debió presentarse a un público abierto.
La Escuela Nacional de Danza en el año 2004 se sometió a un intenso trabajo de reestructuración curricular así como de adecuación de los programas de clases , el ordenamiento y ampliación de la planta física, la elaboración del reglamento institucional con vigencia de 5 años para su revisión y enriquecimiento según sus avances metodológicos académicos, igualmente la incorporación de varones a la institución en igual condición que las niñas, los pases de nivel y la permanencia del estudiante en la escuela, entre otras iniciativas que se impulsaron en ese momento y que tuvieron como resultado, un sin numero de profesionales con niveles competitivos tanto en el país como internacionalmente.
Hoy podemos evidenciar con esta puesta en escena, lo que pasa con muchas de nuestras instituciones públicas, y es la falta de continuidad de las gestiones y el respeto de los reglamentos y estatutos para el avance y lineamientos establecidos que son de naturaleza estatal. El perfil de lo que es la principal escuela del país es menos que nada, no representa lo que un día fue y nos simboliza. La presencia de 14 profesores especialistas de esa área clásica no cumplió con el cometido, y que, por demás, sabemos que ese deterioro viene desde hace años. ¿Qué están haciendo nuestros docentes?, ¿Qué está haciendo la coordinación de la escuela?, ¿Qué está haciendo la dirección de esta?, ¿Qué está haciendo el Sinfae?
La muestra resultó un intento de montaje llamado Suite, que no dejó de ser un velada con bailes sueltos sin una ilación o hilo conductor que diera pie con el argumento de la obra, el ballet Coppelia, nunca se entendió esa noche. Pasaron bailes tras bailes sin ejecuciones cuidadas, desde el mismo principio hasta el final del evento. Los pobres estudiante hicieron ejecuciones como pudieron, puesto que no estaban a la altura de sus destrezas y conocimientos, es decir, faltos de técnica y presencia escénica, movimientos errático de brazos, cabezas, iniciación y terminaciones de pasos sin definición, que además que, resultaron complicados para el nivel alcanzados por los mismos.
Sabemos que en los niveles medios este tipo de ballets son de rigor aprenderlos y ejecutarlos en cualquier conservatorios de danzas como parte de su formación profesional, y para el pase de nivel y graduación. El título que ofrezca una institución especializada en ballet clásico en este caso Endanza convierte en un bailarín profesional con capacidades para incorporarse a cualquier compañía de danza y vivir de su arte.
Podemos hacer muchas preguntas al respecto, como las siguientes… ¿Qué ha pasado con la escuela en los últimos 10 años?, ¿Por qué el deterioro de esta institución… sí ha aumentado su plantilla de maestros?, ¿Por qué no son capaces de dar continuidad a lo que ya estaba establecido como exitoso?, ¿es que acaso la acción de supervisión y revisión se ha descontinuado en la institución?
El estado gasta un gran presupuesto en plantilla nominal, de director, coordinadores, profesores, y demás empleados, como conserjes, vestuaristas, entre otros, para un resultado calamitoso. Como doliente de este arte que, por demás, ha costado años convertirlo en público, es de obligación cuidar y conservar, porque su pasado reciente fue una institución de primera línea. No aceptamos que la primera institución docente del país esté en esas condiciones, y que futuro deparamos al Ballet Clásico Dominicano y demás grupos profesionales del país.
El ballet clásico en la República Dominicana siempre ha sido el área mas importante y el que primero se desarrolló en el país desde su aparición en 1940. Posteriormente en 1983 la creación del Ballet Clásico Nacional y luego en 1990 Endanza, acompañadas después de las escuela del interior del país, que es mejor en esta oportunidad, no hablar de ellas.
Hoy no podemos hablar de falta de recursos, ni de infraestructuras, que también añadimos se encuentran en franco estado de deterioro, de la misma forma, tampoco de faltos de salarios, ni de referentes del pasado, estamos frente a negligencias en la gestión de años que lamentablemente pasan factura en actividades como la que pudimos apreciar esa noche. Los alumnos todos, son las reales victimas que no pueden darse cuenta de como va la deriva de su aprendizaje y retrasa todo intento de profesionalización en el futuro. La carta de presentación de un bailarín capacitado no es un título solamente, sino sus destrezas ante audiciones de selección, dónde demostrará sus destrezas y nivel en cualquier parte del mundo.
Intervención, diagnóstico, reconocimiento, deben acatarse, además de los urgentes correctivos para que esta institución no sucumba después de tantas luchas generacionales por tener espacios como este, para el cultivo, desarrollo y el goce de este arte, que engrandece nuestro país y que merecemos todos los dominicanos.
La danza es el lenguaje oculto del alma. Martha Graham