Debido a lo escrito anteriormente y, antes de concluir, un primer párrafo a modo de prólogo a la sombra del de san Juan:

Hasta el sol tiene manchas”; léase bien, mucha más luz que sombras. Conviene hacer memoria de la máxima martiana, pues en el transcurso de lo escrito, así como en la subsiguiente conclusión, solo descifro las manchas metafóricas del círculo social y de la cuadratura política -características del mundo dominicano- y nada de su luz. Expuesto el relato a la descalificación facilitona del cliché de lo negativo y lúgubre de dicho mundo, desde el quirófano pedagógico al que se va para subsanar deficiencias reales y de comprensión, es de hallar el camino mediante el cual la razón humana termina descubriendo aquello de que “todo es gracia sobre gracia”. Expresado de manera popular, `no hay mal que por bien no venga´.

La cuadratura queda cifrada en esto: formalmente arrastramos y reproducimos una democracia desigual e inequitativa, en y para sí misma. En el régimen republicano dominicano, el Poder Judicial no está en el primer plano que le pertenece. Todos somos iguales -sin excepción- bajo la ley. Eso es lo que garantiza exclusivamente ese poder del Estado para sí mismo.

No obstante, “la gran apuesta” por la democracia dominicana sigue en veremos. Idolatramos, no solo el becerro de oro y sus destellos de esplendor, sino al ejecutivo o jefe, de forma tradicional; y, solo en la formalidad del papel y de la retórica electoral, quizás, por el posible tráfico de influencias tras bambalina, al Legislativo, en tanto que representante del poder soberano del pueblo.

¿Consecuencia, de tal estado de cosas? El desorden institucional de la sociedad dominicana, como efecto inmediato de quienes permiten, a diario y en todos los ámbitos de convivencia, que se reproduzcan ciudadanos -indistintamente encopetados o harapientos- que creen y actúan al margen de todo ordenamiento legal. Engreídos en sí mismos, como si estuvieran por encima del orden constitucional y legal de la República Dominicana, y exentos de cualquier rendimiento de cuentas y régimen de consecuencias: desde el moral, hasta el de los ámbitos familiares, grupales y legales.

Los susodichos responsables de tal desorden, independientemente de la autoridad y función pública que ostenten, son los que pervierten las instituciones y sus procesos normativos, como si la cosa pública moderna estuviera por siempre, a expensas del próximo acontecimiento generador de olvido o merecedor del histórico `borrón y cuenta nueva´.

Entre tanto, -siempre y cuando dejemos a un lado el juicio de la historia universal, por no mencionar en aquí y ahora al divino-, sin el único imperio del Poder Judicial, sobre todos y todo, por encima de la constitución y de las leyes de la desvirtuada república se perpetúan la complicidad y el régimen de no consecuencia que originan tantos ciudadanos y asociaciones de ellos.  Estos, sean pocos o muchos, pero todos de facto gracias a la concentración de poder indebido que acaparan, se reproducen con ansias de perpetuación, usurpando posiciones y gozando de `las delicias del poder´ y de los amarres de influencias.

Sin embargo, dado que la ley es la “racionalidad objetiva” de toda sociedad de raigambre burguesa, procede reconocer el orden institucional como necesario y suficiente para rebasar la histórica costra escéptica de la conciencia nacional dominicana; y, solo así, restaurar el debido ordenamiento de las instituciones sociales y estatales -como status quo– bajo el solo imperio racional que se le otorga a la justicia, de conformidad constitucional con la ley y su régimen universal de consecuencias.

Tarea fácil de enunciar, mas no de realizar. A falta de suficiente disciplina y formación personal, adquiridos por medio de patrones de comportamientos familiares, grupales, laborales, tecnológicos, científicos, empresariales, éticos y cívicos, de incidencia general para la ciudadanía y sus servidores públicos y privados, en una sociedad civilizada, se requiere del verbo encendido del estadista -hombre de Estado que mira al doblar de la esquina política, desde la perspectiva del bien común de la nación y no del interés particular y, tampoco, solo el de los suyos- dispuesto a servir la patria como se merece. Eso así, en aras del bienestar y del desarrollo sostenible de una sociedad que ha de devenir -sin prejuicios hacia nadie- reconocedora de la libertad que se gana y usufructúa por medo de la obediencia objetiva, esto es, aunada y consentida con la diversidad de todos los demás.

Ahora bien, a dos pasos del cielo, o a dos de las puertas del infierno, está la decisión del ser que se cree y quiere ser libre. Los amantes de la sabiduría lo saben, `no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista´. Desde el instante en que en suelo dominicano surjan pedagogos y estadistas tan íntegros y entregados a la causa de una “nación libre y soberana”, -como quien en los albores de la patria la ideó independiente de toda fuerza, y, no obstante ese fuera el motivo por el cual fuera desterrado por los suyos de la república que él concibió-, ese día comenzaremos a romper con tantas amarras del pasado. En vez de Munditos y Gobernantes y Funcionarios que permitan y quieran justificar los carguitos, en pose de maestros del círculo dominicano, tomará cuerpo institucional por aquello de que “mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones”.

Ese mismo día se comprenderá en esta tierra que la libertad es un proceso al que –‘hic et nunc´- se deviene paulatinamente en una nación de seres humanos libres. Libres, es decir, por `está-ahí´ con razón y reconocerlo (y, por ello mismo, librados de tanto dejar hacer y dejar pasar, sin ton ni son). Libres, al tomar decisiones por sí mismos y con conocimiento de causas (independientes de yugos, prejuicios o ignorancias que se lo impidan). Libres, por necesidad, cuantas veces asumen y se ciñe a sus responsabilidades durante el transcurso de su vida, cumpliendo obligaciones civilizadoras de derecho y de convivencia (no dejados ni abandonados al medalaganario interés individual de quien o quienes fueren). Y, libres, por fin, al usufructuar los logros de su labor, en libertad (desembarazados de dicha experiencia).

Así, pues, desprovistos del criterio sin límites del `costo político´ de las decisiones que haya que tomar, al igual que del solo consejo maquiavélico de la conveniencia de mantenerse en el poder a toda costa, el aglomerado poblacional dominicano, constituido como nación en función de su condición y organización, estará en posición de “abandonar viejas ideas”. Y, al mismo tiempo, de romper con su voluntario y tradicional `a/isla/miento´ y enrumbarse a ser parte beneficiaria y contribuyente de la historia universal del género humano.

La garrocha está tan alta, circunstancialmente en el año 2024 d.C., como nos la dejan quienes saltan más en las pruebas de Pisa y sus secuelas. “La gran transformación” de la tecnología, por medio de su “creación destructiva”, incluso nos desafía hoy, a nosotros, al igual que a cualquier pedagogo y estadista de este mundo, con la “eticidad” propia a la artificialidad de la inteligencia -en una nueva era de la civilización humana.

Pero, en relación con la cuestión con la que inició este ensayo, a propósito de si la cuadratura del círculo es superable para los herederos del ADN cultural dominicano, la respuesta es más que evidente. Sí. Está a tiro de piedra, en cuanto germinen pedagogos y estadistas dispuestos a eliminar la cuadratura dominicana y cedan el paso a una república libre y soberana en el concierto de las naciones. En ese estado de cosas, esperamos reconocer y cantar, a coro y plenos de agradecimiento, alegría y amor que, por absurdo o increíble que esto parezca ser, todos y sin distingos -léase bien: no solo algunos seres humanos libres de los yugos de antaño-, ¡somos hermanos!

Bibliografía de la serie de artículos:

Avelino García, Francisco Antonio. (2006)

“La interpretación de Bonó sobre la dominicanidad y la haitianidad”; en, Santo Domingo, Academia Dominicana de Historia.

https://catalogo.academiadominicanahistoria.org.do/opac-tmpl/files/ppcodice/CLIO-2006-172-197-222.pdf

Báez Guerrero, José. (2024)

            ¡Más es usted! 45 años de periodismo. Santo Domingo, Editora Corripio.

Corporación Latinobarómetro. (2023)

Informe 2023. La recesión democrátifca de América Latina.

https://www.latinobarometro.org/lat.jsp

Dauhajre, Andrés hijo. (2024)

“La decreciente participación del ingreso de los trabajadores en el PIB”; en, El Caribe, 12 de febrero.

https://www.elcaribe.com.do/panorama/dinero/la-decreciente-participacion-del-ingreso-de-los-trabajadores-en-el-pib/

De Castro, Aníbal. (2024)

            -“Abandonar viejas ideas”; en, Diario Libre, ADC, 02 de febrero.

https://www.diariolibre.com/opinion/adc/2024/02/01/el-near-shoring/2594764

-“Mi otro yo”: en, Diario Libre, ADC, 11 de marzo.

https://www.diariolibre.com/opinion/adc/2024/03/10/mi-otro-yo-en-la-vida-urbana/2638538

Del Cabral, Manuel. (1943)

Compadre Mon. Buenos Aires, Editorial Losada.

Espinal, Rosario. (2024)

La estabilidad política dominicana: ¿de dónde viene?; en, Acento.com, 31 de enero.

https://acento.com.do/opinion/la-estabilidad-politica-dominicana-de-donde-viene-9298345.html

Ferrán, Fernando I. (2009)

-“Bonó o la fenomenología del alma dominicana”; en, Lusitania Martínez Jiménez (ed.): Filosofía dominicana: pasado y presente, Tomo I, Santo Domingo, Alfa y Omega, 2009: 159-172.

-(2018). “Luigi Ferrajoli o la irrealidad de la democracia ideal y de la posible”; en, Eduardo Jorte Prats (Dir.): El nuevo constitucionalismo y la constitucionalización de la sociedad y el derecho. Liber Amicorum Luigi Ferrajoli. Santo Domingo, IDDEC, pp. 267-297.

-(2019). Los herederos. ADN cultural del dominicano. Santo Domingo, Colección del Banco Central de la República Dominicana.

-(2020). La gran apuesta. Crítica a la democracia dominicana. Santo Domingo, Archivo General de la Nacion. Vol. CCC:XXVI y PUCMM.

-(2023). La isla de Santo Domingo. Sancocho cultural y rompecabezas histórico del Caribe. Santo Domingo, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, Intec.

Hegel, J.G.F. (1812/1813)

-Wissenschaft der Logik, vols. I y II. Hamburgo, Felix Meiner Verlag.

-(1821)Grundlinien der Philosophie des Rechts. Hamburgo, Felix Meiner Verlag.

Jorge Prats, Eduardo. (2018)

“El Derecho Procesal Constitucional como el Derecho de las garantías fundamentales en acción”; en, Eduardo Jorte Prats (Dir.): El nuevo constitucionalismo y la constitucionalización de la sociedad y el derecho. Liber Amicorum Luigi Ferrajoli. Santo Domingo, IDDEC, pp. 435-460.

Malkun, José Lois. (2024)

“Dominicanos, la Economía no es lo más importante, son las Reformas”; en, Financiero Diegital.

https://finncierodigital.com/dominicanos-la-economia-no-es-lo-mas-importante-son-las-reformas/

Montesquieu, Charles:

-De l´Esprit des Loix. Ginebra, Barrtillot & Fils, vols. I-II, original de 1748. Edición digital: https://fr.wikisource.org/wiki/De_lésprit-dkes-ois-(éd.-Nourse)

Moya Pons, Frank. (1980).

-“El futuro dominicano”; conferencia dictada el 27 de agosto.

-(1992) Empresarios en conflicto: políticas de industrialización y sustitución de importaciones en la República Dominicana. Santo Domingo, Fondo para el Avance de ls Ciencias Sociales.

-(2008). La Otra Historia Dominciana. Santo Domingo, Librería la Trinitaria.

-(2014) El gran Cambio: La transformación social y económica de la República Dominciana, 1963-2013. Santo Domingo, Banco Dominicano Popular

-(2017). “Teoría y método”; en (artículo de 2009), en F. Moya Pons: Otras Miradas a la Historia Dominicana, Santo Domingo, Librería la Trinitaria.

PNUD (2024)

-Informe Nacional de Desarrollo Humano. República Dominicana. 2023.

https://www.undp.org/es/dominican-republic/publicaciones/informe-nacional-de-desarrollo-humano-republica-dominicana

Polanyi, Karl. (1989)

-The Great Transformation. The origins of our political and economic of our time. N.Y., Boston, Beacon Press. (Original de 1944).

Presidencia de la República Dominicana. (2024)

-“La economía vuelve a convertirse en el principal problema de los dominicanos”; en, 20 de febrero 2024.

https://prensa.pucmm.edu.do/academia/2024/02/20/la-economia-vuelve-a-convertirse-en-el-principal-problema-de-los-dominicanos/

-(2024). “Ministerio de Economía informa que la pobreza monetaria disminuyó 4.7 puntos porcentuales en 2023); en Portal del la Presidencia, 26 de febrero.

https://presidencia.gob.do/noticias/ministerio-de-economia-informa-que-la-pobreza-monetaria-disminuyo-47-puntos-porcentuales

-(2024). “Discurso de rendición de cuentas del presidente Abiader 2024”; en Portal de la Presidencia, 27 de febrero.

https://presidencia.gob.do/discursos/discurso-de-rendicion-de-cuentas-2024-del-presidente-luis-abinader

Rodríguez Gómez, Cristóbal. (2024)

“Gobernando el vacío: la abstención en perspectiva.”; en Diario Libre, 28 de febrero.

https://www.diariolibre.com/opinion/en-directo/2024/02/27/participacion-electoral–la-abstencion-en-perspectiva/2626817

Schumpeter, Joseph A. (1975)

Capitalism, Socialism and Democracy. N.Y., Harper. (Original de 1942.)

Van der Meersch, Maxence (2008)

Cuerpos y almas. Barcelona, Editorial BlackList.

Vega, Bernardo. (2024)

-“¿Por qué si los asunto van bien las cosas están mal?”; en, Acento.com, 30 de enero.

https://acento.com.do/opinion/por-que-si-los-asunto-van-bien-las-cosas-estan-mal-9297934.html

-(2024). “Las semillas del populismo”; en, Periódico Hoy, 12 de marzo.

https://hoy.com.do/las-semillas-del-populismo/