Cuando James Madison, del estado de Virginia, recibió el título del “Padre de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica” les dijo a los delegados a la Convención que la Nueva Constitución decidiría para siempre el destino del Gobierno Republicano.

Otros de los líderes políticos de los USA que estuvieron involucrados en la redacción de la Constitución fueron John Dickinson, Gouverneur Morris, Edmund Randolph, Roger Sherman, James Wilson, George Wythe. Por su parte, Morris, representante por Pensilvania a la Convención, fue tal vez el más influyente de los delegados después de James Madison y George Washington.

De su lado, varios personajes importantes de la época no asistieron a la Convención, tales son los casos de John Adams y Thomas Jefferson, quienes estaban en el exterior cumpliendo con otros deberes de gobierno.

Por su parte, Patrick Henry se negó a aceptar su designación como delegado porque no era partidario de que se otorgara más poder al Gobierno Nacional, mientras que Elbridge Gerry, George Mason y Edmund Adolph se negaron a firmar la Constitución porque no estaban de acuerdo con algunos de sus artículos.

No obstante, la mayoría de los delegados de la Convención hallaron amplio apoyo en el proceso para conformar un Nuevo Gobierno, ya que los gobiernos coloniales tuvieron grandes dificultades, pero estos habían avanzado más en aspectos claves, lo que favoreció la aprobación de la Nueva Constitución.

Según consta en los registros revisados por nosotros, en la época de la Guerra Revolucionaria varios estados norteamericanos establecieron gobiernos constitucionales; tal es el caso de John Jay del estado de New York, quien contribuyó a la redacción de una Constitución para su estado en particular. Mientras John Adams de Massachusetts, intervino en la creación de la Constitución de dicho estado en el año 1780.

Asimismo, los delegados a la Convención por el estado de Filadelfia usaron muchas ideas y experiencias tomadas de las constituciones de los estados de New York y Massachusetts, así como de otros estados que ya habían aprobado sus respectivas Constituciones, basándose en sus propias experiencias políticas acumuladas.

Entre los acuerdos de los delegados de la Convención, primó el compromiso de crear un Nuevo Gobierno Nacional, lo cual evitó en varias ocasiones que los delegados se marcharan antes de concluir las discusiones, la aprobación y firma de la Constitución, ya que la mayoría de los delegados consideraban que los estados grandes y pequeños, debían tener igual número de representantes en la Legislatura Nacional.

Después de fuertes debates, los delegados del estado de Connecticut sugirieron un compromiso, mediante el cual todos los estados, grandes y pequeños, tendrían una representación igualitaria en el Senado, así como una representación proporcional a la población en la Cámara de Representantes, conociéndose este acuerdo como el “Compromiso de Connecticut o el Gran Compromiso”.

No obstante, los conflictos en torno al tema de la esclavitud fueron resueltos por medio de un nuevo Compromiso. Por su parte, los delegados del Norte en la Convención querían que el Congreso tuviera Facultades para prohibir el comercio exterior de esclavos y para abolir la esclavitud; mientras que, la mayoría de los delegados del Sur, no querían que el Congreso tuviera ese Poder.

Pese a las contradicciones existentes sobre el tema de la esclavitud, la mayoría de los delegados lograron un Compromiso para que el Congreso regulara el comercio exterior de esclavos a partir del año 1808.

Asimismo, otro compromiso que zanjó la cuestión era el de cómo contar los esclavos para determinar el número de congresistas que cada estado podría tener, ya que a los esclavos no se les consideraba en ese entonces como ciudadanos, acordando los delegados que sólo las tres cuartas partes de los esclavos que existían en cada estado, podían ser tomados en cuenta para elegir el número de congresistas que debía tener cada estado.

También, los delegados a la Convención acordaron que cada estado debía organizar una Convención especial para discutir y votar el tema de la Constitución y que, cuando nueve de los 12 estados que asistieron a la Convención, hubieran ratificado o aprobado la Constitución, esta entraría en vigor y, los estados podrían empezar a organizar sus respectivos Nuevos Gobiernos.

En tal sentido, en menos de tres meses de la aprobación y firma de la Constitución, el estado de Delaware fue el primero en ratificarla el 7 de diciembre del año 1787; mientras que, el estado de Nueva Hampshire, fue el noveno estado que la ratificó, lo que permitió que la misma entrara en vigencia el 21 de Junio del año 1788.

Sin embargo, los Padres Fundadores de la Nueva Constitución no estaban seguros de que la misma llegara a gozar de aceptación general, hasta que los estados de New York y Virginia, la ratificaran, ya que Elbridge Gerry, Patrick Henry, Richard Henry Lee y George Mason habían iniciado una campaña en contra de la ratificación de esta, argumentando que la misma no tenía una Carta de Derechos y, que el Presidente tendría demasiada independencia y que el Senado era aristocrático en extremo.

“Un solo país, una sola Constitución, un solo destino” (Daniel Webster, senador de los USA, 15 de marzo del año 1837).