La Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica (USA), fue la creación intelectual de algunos de los más grandes líderes de ese país en la secuela de la Guerra de Independencia de las colonias, garantizando los derechos y libertades de los estadounidenses, desde que entró en vigencia el 21 de Junio del año 1788.

Por su parte, la Constitución de los USA contiene las leyes fundamentales de dicha nación.. En ella se establece un sistema federal por medio de la división de poderes entre el Gobierno Nacional y los gobiernos estatales, así como la separación de los Poderes en tres Ramas: (a) La Ejecutiva; (b) la Legislativa; y, (c) la Judicial. La responsabilidad de cada uno de los Poderes busca garantizar un Gobierno Nacional equilibrado.

El Poder Ejecutivo está presido por el Presidente, quien gestiona que las leyes nacionales sean cumplidas; mientras que, el Poder Legislativo la constituye el Congreso, dividido en dos cámaras. De su lado, El Poder Judicial está integrado por la Corte Suprema y los Tribunales Estatales y Federales, cuyos jueces interpretan y aplican las leyes en materia de disputas legales.

Como se conoce, entre los Poderes Federales citados en la Constitución de los USA figura el derecho de recaudar impuestos, declarar la guerra y regular el comercio interestatal y exterior. Asimismo, la Constitución le otorga poderes delegados o expresos al Gobierno Nacional, quien debe ejercerlos razonable, justa y estratégicamente.

No obstante, los Poderes Implícitos permiten que el Gobierno Nacional responda a las cambiantes necesidades de la Nación; mientras que, las leyes del Gobierno Nacional tienen la primacía en caso de conflicto. Además, los Poderes que la Constitución no le confiere al Gobierno Nacional, están reservados al Pueblo y a cada uno de los Estados.

Entre los Poderes de los estados, figura el derecho a legislar en materia de matrimonios, divorcios y escuelas públicas, entre otros; mientras que, los derechos reservados al Pueblo están: el derecho a tener propiedades, transitar libremente, ser juzgado por un jurado, entre otros.

De su lado, la Corte Suprema tiene la autoridad definitiva para interpretar la Constitución y anular cualquier ley, ya sea federal, estatal o local que los jueces por mayoría de votos consideren que está en conflicto con cualquier postulado de la Constitución.

Según los datos históricos, después de la Guerra Revolucionaria en el año 1783, la Nación entró en un período de condiciones comerciales y políticas inestables, lo que motivó al líder político Alexander Hamilton, promover la discusión y aprobación de una nueva Constitución que facilitara la armonía entre todos los estados de dicha Nación.

Los análisis revisados por nosotros indican que para el año 1783, cada uno de los estados actuaba como un país independiente, manejando sus asuntos de acuerdo a sus intereses, sin dar importancia a las necesidades de la República. En ese ambiente caótico, circulaba una docena de monedas diferentes que eran de poco valor; mientras que las legislaturas estales se negaban a pagar las deudas contraídas en la Guerra Revolucionaria.

En ese contexto de caos, cientos de granjeros del Oeste de Massachusetts se rebelaron contra el gobierno estatal en el año 1786, bajo el mandato del capitán Daniel Shays, cuya rebelión rápidamente fue controlada, lo que motivó a George Washington y otros dirigentes a pensar que había llegado el momento de poner fin a los problemas, estableciendo la paz y el orden mediante la formación de un Nuevo Gobierno Nacional, gobierno que al juicio de éste y los demás dirigentes, tenía que ser bastante fuerte para inspirar obediencia en el ámbito nacional y respeto en el exterior.

Atendiendo a las motivaciones de George Washington, representantes de cinco estados se reunieron en Annapolis, Maryland en el año 1786, proponiendo que los estados designaran comisionados y se reunieran en Filadelfia, para decidir si era necesario revisar los Artículos de la Confederación vigentes. El Congreso accedió a la propuesta y, sugirió, que cada estado escogiera a sus delegados para una nueva Convención Constitucional.

Según consta, la Convención Constitucional fue convocada y se inauguró el 25 de mayo de 1787 con la asistencia de 55 delegados en el Independence Hall, representando a doce estados. El estado de Rhode Island se negó a enviar delegados a la Convención, argumentando no quería que el Gobierno Nacional  se inmiscuyera en sus asuntos internos. La Convención fue presidida por George Washington.

En tal sentido, los apuntes sobre la Convención recogen que después de varios días de debates, solo 39 de los delegados firmaron la Constitución de los Estados Unidos el 17 de Septiembre del año 1787. Entre los firmantes estaba Benjamín Franklin, quien para ese entonces tenía 81 años de edad y asistió al cónclave como uno de los delegados por el estado de Pennsylvania; mientras que, el brillante Alexander Hamilton representó al estado de New York.

De acuerdo a los reportes, al concluir la Convención, James Madison del estado de Virginia recibió el título de “Padre de la Constitución”, ya que sus discursos, sus esfuerzos y su capacidad de negociaciones, permitió concertar los compromisos que dio lugar a la aprobación y firma de la Constitución de los USA el 17 de Septiembre del año 1787.

“Un solo país, una sola Constitución, un solo destino” (Daniel Webster, Senador de los USA, 15 de Marzo del 1837).