La situación internacional cada vez es más compleja, si tomamos en cuenta importantes puntos de referencia de lo que ha transcurrido en los últimos días.

Lo primero es que en la 14 reunión de la Asamblea Nacional del gobierno chino, acaba de ratificar y ampliar los poderes del todopoderoso Xi Jinping . Un cambio de retórica nuevo canciller de ese país,  aumentando el tono del discurso confrontativo respecto a temas que para China son innegociable como es el caso de Taiwán. Desde la invasión rusa que hoy cumple un año, se ha convertido en un conflicto bélico con consecuencias globales sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial. Alrededor de 30 países ayudan con armamento a Ucrania, entre ellos tres potencias nucleares ( RIZZI ANDREA. El País. 24 FEB 2023)

Por otra parte la diplomacia China acaba de apuntarse una victoria al reconciliar a los Emiratos Árabes y la República de Irán, además esto le permite ir consolidando un llamado frente internacional de cara al nuevo orden internacional propugnado, firmado y pactado por China y Rusia.

Cómo si esto fuera poco Xi Jinping visitó a Rusia, dando claras señales de la alianza táctica y estrategia para continuar una cooperación, que si bien no se expresa el terreno militar puede manifestarse a través de la cooperación tecnológica respecto al conflicto en Ucrania, como facilitar tecnología que Rusia esta necesitando.

Por otra parte el balance internacional actual nos refleja una Europa debilitada y neutralizada, sin liderazgo capaz de asumir una agenda propia, que le permita contrapesar en la agenda internacional. Una mini radiografía de la situación europea puede expresarse en un liderazgo francés disminuido, así como una Gran Bretaña confrontada por las debilidades en la crisis económica después de su salida del Brexit; la débil coalición de gobierno de España que no estabiliza la agenda política y no logra impulsar mayores crecimientos económicos.

La avanzada tecnología alemana en materia de construcción de armamentos es una preocupación global por la historia del siglo pasado. Pero como si esto fuera poco, también los japoneses han decidido aumentar su presupuesto de guerra, así las cosas, poco eco tendrían nuestras quejas en un mundo europeo donde hay preocupación creciente por los conflictos de guerra, las crisis de las pensiones en Francia, la nueva preocupación de la inestabilidad financiara internacional.

Sí pasamos balance la situación de los Estados Unidos, vemos a un país cada vez más involucrado en la agenda internacional, haciendo todos los esfuerzos para lograr una victoria política en el escenario de la guerra de Ucrania, no solamente con fuertes inversiones en material técnico, apoyo financiero sin precedente como el financiamiento del FMI por más de quince mil millones de dólares a Ucrania.

En este escenario internacional el gobierno de Biden ha apostado a la distensión en América Latina,  eso se expresa en el caso de Venezuela, donde ha habido negociaciones políticas para lograr algunas acciones que pudieran redundar en beneficio del propio gobierno de Nicolás Maduro, como lo es el retiro del apoyo al llamado gobierno de Juan Guaidó .

El tema relacionado con la liberación de las restricciones económicas que permitió que los jugadores de Grandes Ligas fueran el clásico del Caribe que se jugó en Venezuela, así como la posibilidad de retomar una agenda creíble en materia electoral de cara los próximos procesos.

Como si esto fuera poco, el gobierno de Biden accedió a recibir en calidad de refugiados 100 expulsados por el gobierno de Nicaragua, ante una situación cada vez más  aislamiento internacional, sin embargo, hay fuertes críticas realizadas recientemente por el papa Francisco que decidió confortar la Iglesia Católica.

Bajo este decálogo de conflictos internacionales, donde la prioridad de las potencias mundiales es sin duda el conflicto en Ucrania, donde la propia ONU sigue mostrando su alta debilidad para resolver conflictos internacionales, poco eco tendrán nuestras quejas alrededor de una agenda internacional que no otorga prioridad los problemas regionales, y mucho menos los problemas de Haití. Para ellos no significan ningún tipo de amenaza creciente; así las cosas, parecería que el destino de nuevo nos llama a enfrentar nuestras propias decisiones para la supervivencia de la soberanía nacional, para esto todos los dominicanos debemos unir fuerzas y esfuerzos de manera inequívoca para salvaguardar lo más preciado que tenemos los dominicano que es nuestra patria.