Una de las cosas que me satisface es que tengo numerosos lectores de mis artículos. Muchos lo comentan positivamente, aunque otros opinan diferente. Pero ambos tienen para mí la misma importancia.

Lo que no fallan son los detractores que aparecen de vez en cuando. Por ejemplo, “deja de hablar azaroso hijo de p…. que tú quebraste los bancos” y algo así “ladrón de banco que compró una villa de 18 habitaciones en Suiza”. No faltan los “Malkún, cuando fuiste gobernador del BC la inflación subió a 60%, deberías estar preso”. O, una muy común ,“este exgobernador fue el culpable de robarse 10 mil millones y hundirnos en la mayor crisis del país. Deberían fusilarlo”.

Otros usan palabras que no puedo escribir aquí porque son obscenas como una que dijo “A este exgobernador le partirán el c……. por meterte con quien no debía” Pero el que escribe tiene que esperar críticas y si no las aceptas deja ese oficio y dedícate a otra cosa.

Pero esas son las excepciones porque el que ataca, y soy bueno en eso, sabe que recibirá dardos envenados y no flores.

Les cuento esta breve historia de hace 35 años atrás que solo recuerdan los sesentañeros. En febrero del 1978, unos 3 meses antes de las elecciones presidenciales, ocupaba el cargo de Subsecretario de Estado de Agricultura y manejábamos un programa con fondos de la USAID para promover los mercados de productores en diferentes barrios de la ciudad.

Doña Emma Balaguer, candidata a sindico por el PRSC, le gustó ese programa a tal punto que quiso usarlo en su campaña política para promoverse y promover la reelección de Balaguer.

Nos negamos rotundamente a esa vagabundería y 11 funcionarios renunciamos en masa creando un escándalo mayúsculo que salió en todos los diarios por varias semanas.

Tuve que salir corriendo con mi familia a Pimentel, a la casa de mi suegra, porque en esos años te linchaban sin miramientos y más con mis antecedentes como viejo militante del MPD. Volví a Santo Domingo un día después para presentar pelea con los demás renunciantes.

Muy pocos recordaran ese episodio y como contribuyó a la derrota de Balaguer y el triunfo de Antonio Guzmán y el PRD en las elecciones de mayo del 1978. Fuimos presentados como héroes en un gran evento en el Hotel Embajador.

Los balagueristas nos acusaron de comunistas, malhechores, traidores,  etc. etc.

Pero mi vida cambió después de salir del Banco Central. Llegué al cargo el 23 de marzo del 2003 y la crisis bancaria explotó 5 días después, pero eso casi nadie lo recuerda. Pagué todos los platos rotos y terminé mi gestión en agosto del 2004, con la gente mirándome como un leproso. La esposa de un banquero casi me agrede en un supermercado.

No fue fácil someter a más de 30 banqueros de renombre en un país como el nuestro. Mientras tanto me perseguían en las calles y trataron de secuestrar a mi nieta saliendo del colegio.

Sabía que no saldría ileso de esa crisis por los personajes involucrados, y algunos de sus abogados, como el reputado jurista Vincho Castillo, a quien le perdono todo lo que hizo para destruirme. Pero mi conciencia está tranquila porque nunca di un paso en falso ni antes, ni durante, ni después.

Y quiero dejar claro que en esa crisis jamás se tomó una decisión que no fuera aprobada unánimemente por una Junta Monetaria de 13 miembros y del equipo del Fondo Monetario Internacional que nos asesoraba. Todos apoyaron el salvamento de los ahorrantes, sin excepción y jamás el presidente se involucró en esos hechos.

Al terminar mi gestión y por los méritos de haber trabajado en el gobierno por más de 35 años salí con una pensión que después me suspendieron por 4 años donde pasé la de Villa Diego.

Pero vino la revancha contra mí y mi equipo más cercano de colaboradores, Félix Calvo y Apolinar Veloz. Nos defendimos en los tribunales de acusaciones absurdas sin encubrirnos detrás de una Junta Monetaria o de un FMI o BM y dimos la cara porque teníamos la convicción de que hicimos lo correcto y no habíamos cometido ningún delito, como después se demostró en la misma justicia. ¿Y era posible hacer algo incorrecto con más de 30 asesores de organismos multilaterales a mi alrededor?

El Banco Central siempre nos apoyó y nos defendió con sus abogados porque nunca se encontró nada que nos involucrara en alguna irregularidad, excepto si habíamos violado la ley Monetaria y Financiera, con el salvamento, que ningún gobernador puede poner un dedo en esa materia.

El tiempo fue nuestro principal aliado y en el 2008-2009, durante la crisis financiera mundial, los gobiernos de casi todo el mundo hicieron exactamente lo mismo que nosotros. Salvar los ahorros del público creando una crisis internacional sin precedentes como pasó aquí en el 2003. Porque de no hacerlo hubiéramos retrocedido a la edad media y al trueque. Y eso es lo que mucha gente nunca entendió.

Mientras tanto, esa crisis internacional apenas tocó a nuestros bancos que, con las medidas de reformas tomadas a raíz de la crisis del 2003, se convirtieron en los más sólidos y solventes de América Latina y el Caribe. Bancos que son hoy uno de los pilares del crecimiento económico del país.